El director de la Policía condecora personalmente a la Virgen del Amor por sus “méritos policiales”
La Virgen María Santísima del Amor ha sido condecorada este Miércoles Santo por sus méritos policiales. Y aunque la hicieron esperar durante un largo rato a las puertas de un cine antiguo, hoy edificio en ruinas, volvió a la casa hermandad, apenas a unas decenas de metros del lugar donde se celebró el acto, con un adorno más. En este caso, civil, y símbolo del reconocimiento a unos valores que la Policía dice compartir con Ella y su cofradía: la dedicación, el desvelo, la solidaridad y el sacrificio. El secretario de estado de Seguridad, Francisco Martínez, puso sobre su pecherín el reconocimiento de mayor categoría que concede la Policía, la Medalla de Oro al Mérito Policial, en un acto celebrado en la Plaza de la Merced de Málaga.
La Virgen María Santísima del Amor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús El Rico, que es su nombre completo, no se encontró finalmente con Jorge Fernández Díaz, el ministro del Interior, quien firmó la orden de concesión de la medalla pero no acudió al acto. Así que fueron el secretario de Estado de Seguridad y el Director General de la Policía, Ignacio Cosidó, quienes presidieron la ceremonia (como autoridades civiles), celebrada junto al obelisco en recuerdo de los fusilados por el levantamiento de Torrijos. Llegaron, como el resto de autoridades, por el acceso norte a la plaza, sobre la que se levanta una pequeña baranda que facilitó el amplio despliegue de seguridad. Había mucha policía para garantizar la seguridad de la policía.
La Virgen acudió a la cita por la fachada sur. Rodeó el edificio de los antiguos cines Astoria, desde cuyas terrazas destartaladas por el abandono de una década se habían dispuesto tres largas banderas de España, Andalucía y Málaga; y allí esperó, junto a sus portadores, a que Martínez y Cosidó acudieran a imponerle la medalla. En posición esquinada, el trono no pudo acceder a la plaza de la Merced porque se lo impedía la misma baranda que separaba a los invitados al acto de los curiosos.
Primero esperaron bajo un sol de justicia, la Virgen y sus portadores, a que se entregaran las medallas a las autoridades, funcionarios de policía y niños que acudían como nuevos cofrades. Y luego, ya con la medalla puesta, aguardaron los discursos, con los que tanto Martínez como Cosidó se esforzaron en justificar la imposición, denunciada ante la Audiencia Nacional por asociaciones por el laicismo y criticada desde los propios sindicatos policiales.
La Orden por la que se concede la medalla, que tiene carácter honorífico, explica que la cofradía y el Cuerpo Nacional de Policía comparten valores como “la dedicación, el desvelo, la solidaridad y el sacrificio”. La Orden también destaca que la Policía mantiene con la cofradía una “estrecha relación, principalmente en actos celebrados durante la Semana Santa”. El Cuerpo Nacional de Policía es Hermano Mayor Numerario de la cofradía desde 1938. Además, El Rico indulta a un preso el Miércoles Santo. Es un privilegio que tiene su origen en una Pragmática Real sancionada por Carlos III en 1759.
“No podemos permanecer indiferentes ante el poso de nuestra historia”
“No podemos permanecer indiferentes ante el poso de nuestra historia y de nuestro patrimonio cultural y espiritual”, porque si ello ocurriera se estaría produciendo un alejamiento “de los valores que han cimentado la sociedad a la que servimos” dijo Cosidó. Luego pidió cobijo y guarda bajo el manto de la virgen para todos los policías. La Dirección General de la Policía propuso la concesión de la medalla y su Junta de Gobierno informó favorablemente el 31 de enero.
La Orden del Mérito Policial está regulada por una ley de 1964, inalterada desde entonces. Los méritos o circunstancias que acreditan para recibirla parecen reservados, si no a los propios policías, sí a las personas físicas: resultar muerto, mutilado o herido grave en acto de servicio sin “menoscabo del honor, imprudencia, impericia o accidente”; o realizar operaciones “excepcionales”. También tener una actuación extraordinaria y ejemplar de la que resalte el valor y se prestigie a la Policía. Pueden concederse a quien “por su decisiva colaboración con aquellos funcionarios, practiquen actos de relevante importancia en defensa del orden, de las personas o de la propiedad, o así resulte aconsejable por otros importantes motivos”.
Europa Laica y Movimiento hacia un Estado Laico interpusieron una demanda ante la sección contencioso-administrativa de la Audiencia Nacional con la que cuestionan la legalidad de la imposición de la medalla a la Virgen del Amor. La demanda fue admitida a trámite la semana pasada, según aseguran. Así que el Miércoles Santo la Virgen del Amor recibió en su pecho una medalla de oro que le podría ser retirada en los tribunales.