La borrasca Nelson pasa por Aragón dejando crecidas leves y a 25 familias desalojadas

Los efectos de la borrasca Nelson a su paso por Aragón han resultado menos severos de lo que se temía. Ha dejado tras de sí unos días de intensas lluvias que no han provocado graves problemas más allá de alguna vía cortada y crecidas en el caudal de los principales ríos de la comunidad autónoma. Tan solo se ha debido desalojar a los vecinos de dos urbanizaciones del barrio rural de Peñaflor (Zaragoza), El Soto II y El Soto Peña Ortiz, y las 25 familias afectadas han podido regresar a sus casas a lo largo del este domingo.

El Gobierno de Aragón ha informado de que la carretera Z-453, en el término municipal de Jaraba (Zaragoza), entre los kilómetros 1 y 1,5, ha reabierto al tráfico este domingo por la mañana tras las inundaciones provocadas el sábado por la crecida del río Mesa. Se trata del tramo que une los balnearios Sicilia y La Virgen, cuyo corte total a la circulación se produjo a las 19.45 horas del sábado, ya que el agua afectaba a la totalidad de la vía en dicho tramo y el río se encontraba al mismo nivel que la carretera. 

La crecida también ha afectado a la zona termal del balneario La Virgen, donde cinco bombas de achique evacuaron agua a última hora del sábado, aunque salvo la zona termal, la instalación, donde había 127 huéspedes, mantuvo su actividad habitual.

El río Gállego ha experimentado asimismo una crecida a su paso por Zuera y Zaragoza; en el río Cinca, a su paso por Fraga y su afluente el Alcanadre en Ballobar (Huesca), según ha informado la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). A su paso por Aragón, el Ebro tiene en estos momentos caudal ascendente, pero se trata de una crecida “ordinaria” que no rebasará en ningún caso los 1.000 metros cúbicos por segundo y, por tanto, no se esperan afecciones importantes a pesar de la puesta en marcha del Plan de Emergencias Municipal de la capital aragonesa en alerta naranja.