El cambio no era posible

Y si cambiamos el lenguaje y empezamos a decir verdades aunque duelan: el cambio no era posible y no lo era porque nadie buscaba el cambio, solo cada cual buscaba su propio lenguaje, para demostrar su inteligencia, que era solo falta de inteligencia. Me cansé de escuchar a políticos sin ansía de hacer política, a políticos hechos de puro marketing y medias verdades; a políticos que no saben casi ni por qué hablan y solo buscan una forma de aburrirnos, de hacernos pensar que sus palabras son esas verdades que nunca fueron las nuestras.

No sé si merecimos todo esto, pero para esos que no suelen escuchar: “…sé lo difícil que es vencer al silencio, enfrentar al pasado con sus errores y lo duro que es admitir equivocaciones… Pero los golpes son los que nos enseñan, porque nunca jamás aprende al que la emergencia le sale huyendo, por eso tenemos que estar de cara ante la tormenta, con nuestro amor y por bandera y de frente al viento…”

Sé del viento y de las iras que fueron y jamás comprendí. Sé de los errores, los cometo a diario, porque me enseñaron que solo de los errores se aprende, jamás de las vanidades. Al final de este viaje espero que todos seamos iguales y busquemos casi lo mismo: un espacio donde vivir y ser felices. O donde nos dejen ser felices, que es casi imposible. Pero sigo creyendo que en el mundo hay luceros que a veces te devuelven el color de la vida y no cuestan ni un céntimo: entre vencedores y vencidos, sé con quien me quedo.

PD: A Soraya, la última mujer asesinada por violencia machista. Yo sí me acuerdo de ti. Siempre. Por las mujeres del mundo