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Zaragoza es una ciudad grande y bulliciosa, pero que no ha perdido ese aire provinciano que acompaña a otras ciudades más pequeñas. Tal vez donde mejor se aprecia esa mezcla de ciudad con pretensiones pero con un pasado rústico es probablemente en sus barrios rurales.
Pequeños pueblos más que barrios, pegados a la gran ciudad, que sin embargo conservan ese aire apacible y campestre que hace que muchos zaragozanos los consideren el lugar ideal para vivir.
Uno de ellos, Juslibol, ha visto estos días como su placida vida se alteraba cuando se descubría que Miguel Ángel Velilla, su alcalde pedáneo y ex-concejal del Ayuntamiento de Zaragoza por el Partido Popular, aparecía en los “Papeles de Panamá”. Velilla es propietario al 50 % de una sociedad fundada en 2009, solo cinco meses después de que terminara la muestra, con el que fuera comisario del pabellón de Panamá en la Expo 2008 de Zaragoza.
Esta sociedad de la que Velilla es director, tesorero y secretario, debió de caer en el olvido del desmemoriado edil pues no aparecía en su declaración de bienes cuando asumió la pasada legislatura su cargo de concejal en el Ayuntamiento de Zaragoza. Un ataque de amnesia que tal vez habría pasado desapercibido sino se hubiera detectado su presencia en los “Papeles de Panamá”.
Lo más chusco de este caso son sin duda las apuradas respuesta que el sorprendido Velilla dio a la Cadena Ser en Zaragoza cuando fue preguntado por este olvido. Azorado contaba que la sociedad se constituyó “por si acaso se hacia algo, por si se tenía que hacer algún tipo de actividad de algo, por hacerla, nada más” “Hay cosas que se hacen y luego no se utilizan para nada”.
Un ataque de amnesia que al parecer afecta de forma fulminante a todos aquellos que tienen sociedades offshore en Panamá o en otros paraísos fiscales. Fue firmar la constitución de la sociedad y hacérsela una sima en el cerebro, un agujero negro por el que al edil se le filtraban los recuerdos. Tan desmemoriado andaba el pobre que incluso se había olvidado el alcalde pedáneo de su viaje a Panamá para firmar las escrituras.
Por una vez el Partido Popular en Zaragoza ha sido rápido y el cese de Miguel Ángel Velilla se produjo en horas. Ahí han estado hábiles, no así en la bochornosa defensa del edil y en el cierre de filas que hicieron sus compañeros de partido cuando afirmaban que su conducta ha sido “intachable y en interés general de los barrios rurales”. Esperemos que no tengan que arrepentirse de este alegato y como en otros casos referirse en un futuro a Velilla como “ese señor”.
El alcalde Velilla mintió al omitir la existencia de la sociedad en su declaración de bienes. Intentar arreglar el desaguisado y explicar lo inexplicable diciendo que era por hacerla nada más, “pa' ná”, nos recuerda esas películas de los 40/50s en las que los alcaldes de turno salían a los balcones de los ayuntamientos a dar explicaciones y al final no explicaban nada.
La estupidez y esas pocas luces de las que ha hecho gala Velilla al dar explicaciones, harán que pase a la historia del Barrio de Juslibol de Zaragoza no por sus logros, si es que los hubo, sino por ser ese alcalde amnésico que aparecía en los “Papeles de Panamá”. También por otras muchas decisiones tomadas al calor de esos años de bonanza económica y ladrillo, donde se podía hacer y deshacer como si el barrio fuera un cortijo.
Más allá del comportamiento poco ético del señor Velilla y de su preocupante desmemoria que le hace poco apto para ocupar cargos de responsabilidad, no esta de más recordar que el objetivo de las sociedades radicadas en paraísos fiscales es evadir impuestos. Todas, menos la que el alcalde de Juslibol tenía en Panamá, esa era pa' ná.
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