Buzos especializados trabajan a 50 metros de profundidad para reparar el desagüe del embalse de El Grado (Huesca)

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha puesto en marcha este jueves los trabajos para reparar el túnel derecho del desagüe de fondo del embalse de El Grado, una intervención necesaria para garantizar la seguridad de la infraestructura. Durante las próximas semanas, un equipo especializado de buzos llevará a cabo una operación delicada: instalar los escudos que permitirán vaciar el túnel y trabajar posteriormente sin agua en la sustitución y reparación de las compuertas.

El desagüe de fondo del embalse es un elemento clave en la gestión del sistema El Grado–Mediano, ya que permite laminar avenidas del río Cinca y controlar los caudales en episodios de crecida. El túnel izquierdo ya fue reparado tras detectarse un problema en 2016, y ahora le toca al túnel derecho para adecuarlo a la normativa vigente en materia de seguridad de presas.

Raimundo Lafuente, director de la obra, explica que “en seco debemos demoler los hormigones que protegen las compuertas; hay tres compuertas en serie, dos galerías con dos desagües cada una y, en cada tubería, tres compuertas en serie. Eliminaremos la compuerta aguas arriba, la de aguas abajo ya está reparada y sustituiremos la intermedia por una nueva. Con esta maniobra, el embalse gana en seguridad y los desagües de fondo quedarán habilitados para vaciarlo en caso de emergencia”.

Javier Saura, adjunto a la operación técnica, detalla la complejidad del trabajo: “Los buzos descienden 50 metros en vertical y ascienden 80 metros en horizontal por el túnel; el trabajo efectivo dura 20-25 minutos, sin visibilidad, y se realizan tres inmersiones al día en parejas, con un buzo de apoyo en la cámara húmeda por seguridad. El escudo metálico, de flotabilidad neutra, pesa tres toneladas, pero en el agua los buzos lo manejan para poder continuar la reparación”.

La actuación responde a la obligación de cumplir con las Normas Técnicas de Seguridad de Presas y Embalses de 2021, que fijan criterios más estrictos para estas infraestructuras. Además, una normativa reciente en materia de seguridad de buceadores limita las intervenciones en profundidad a un máximo de 50 metros, lo que condiciona la planificación de los trabajos subacuáticos.

Las obras fueron adjudicadas en otoño de 2024 por 4,8 millones de euros y un plazo de ejecución estimado de 18 meses. Sin embargo, las crecidas del río Cinca y la campaña de riego retrasaron su inicio hasta ahora.

Coordinación con regantes y gestión de caudales

Para poder realizar esta intervención es necesario descender la cota del embalse y minimizar las sueltas de agua. La CHE, en coordinación con la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón, mantiene y eleva progresivamente el nivel de Mediano conforme lleguen caudales del Cinca y ha previsto el llenado de balsas internas de regulación y canales para asegurar los abastecimientos dependientes del sistema.

Una vez completada la fase subacuática, el embalse de El Grado comenzará a recuperarse con las precipitaciones previstas y con las reservas de Mediano. Desde la CHE confían en que el inicio del nuevo año hidrológico permita reponer los niveles sin comprometer el consumo anual del sistema, que ronda los 900 hm³, pese a los vertidos iniciales derivados de la bajada del embalse prevista entre octubre y noviembre de 2025.

La actuación se integra en el eje 5 de la estrategia Ebro Sostenible, centrado en garantizar los suministros esenciales. Los otros cuatro ejes del plan se enfocan en la mejora del conocimiento (eje 1), la mejora general de la gestión (eje 2), el buen estado de las masas de agua (eje 3) y la renovación de la dinámica fluvial (eje 4).