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¿De dónde saca Vox a esta gente?
Hola.
¿Cómo ha ido tu semana?
Si ha sido mala –ojalá que no–, piensa que podría haber sido peor. Por ejemplo, como la semana de Alberto Núñez Feijóo, que estos días casi sufre un esguince por los malabarismos argumentales con los que ha tratado de explicar por qué el mismo pacto con la ultraderecha que es imprescindible para el PP valenciano es intolerable para el PP de Extremadura. Elige tu propia aventura:
- “Yo no puedo dejar entrar en gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes están deshumanizando a los inmigrantes y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI”, dice en Extremadura la candidata del PP, María Guardiola.
- “Estamos cumpliendo con nuestra obligación, estoy muy satisfecho (...) Quiero agradecer a Vox que haya facilitado las cosas”, dice el futuro presidente valenciano del PP, Carlos Mazón.
Algo de contexto, que hay matices importantes que explicar. La nueva heroína moderada del PP, María Guardiola, es la misma que este lunes también ofrecía a Vox un pacto programático donde estaba dispuesta a aceptar buena parte de las premisas de este partido ultra: derogar la ley autonómica de memoria histórica, sacar de las aulas extremeñas lo que ellos llaman “sesgo ideológico” (y los docentes, educación sexual), respetar la “libertad de elección” de los padres (ya sabes, el pin medieval) o ampliar los regadíos (no se sabe con qué agua).
Era un programa de quince puntos en total donde brillaban, por su ausencia, qué medidas iba a aplicar el nuevo Gobierno contra la violencia machista, con los inmigrantes o con los colectivos LGTBI. Ni una palabra sobre estos asuntos hasta que Vox dijo que no: que no bastaba con un pacto y la presidencia del parlamento, que querían entrar en el Gobierno extremeño. Fue entonces, y solo entonces, cuando María Guardiola enarboló unos principios que, hasta ese momento, no había puesto sobre la mesa. Y que entran en total contradicción con lo que está haciendo su propio partido en decenas de gobiernos municipales y autonómicos.
Pero volvamos a Feijóo. Y a cómo soplar y sorber al mismo tiempo, o cómo cuadrar en un mismo partido a una Guardiola y a un Mazón. El presidente del PP no quiso reconocer la incómoda verdad (haremos lo que sea para gobernar con la máxima cuota de poder, preferimos que sea en solitario porque así tocamos a más y porque esta gente no es muy presentable). Y Feijóo se metió por su cuenta y riesgo en un follón al explicar que ya no es una cuestión de principios sino de porcentajes de voto. “Los resultados no han sido iguales en todas las comunidades autónomas; no es lo mismo el de Valencia que el de Extremadura”, dice el líder del PP. “En Extremadura Vox ha sacado el 8% de voto y con cinco diputados no es razonable formar parte del Gobierno; es desproporcionado”.
Así que Feijóo lo acaba de concretar, por si algún votante despistado no lo tenía claro aún. Con el 12% que tiene Vox en Valencia, la ultraderecha tiene todo el derecho a entrar. Dato importante: en las últimas generales, Vox sacó un 15% y casi todas las encuestas les sitúan hoy en el entorno del 12%.
- Como explica Iñigo Sáenz de Ugarte, Feijóo cae en la trampa del 12% que se tendió a sí mismo.
La banda de Vox
La semana también ha sido mala para quienes intentan presentar a Vox como un partido más, como una formación política equiparable a las demás. Resulta difícil de creer a juzgar por los nombramientos que están realizando cada vez que tienen ocasión. Son perfiles muy difíciles de superar.
En Valencia, un torero defensor del franquismo, Vicente Barrera, será vicepresidente de la Generalitat. El lunes se conocerá quién presidirá las cortes valencianas, que ya es seguro que será de Vox. Y los favoritos son dos: José María Llanos, el que dijo tan rotundo que “la violencia de género no existe”. o Llanos Massó, una ultracatólica que proviene de HazteOir, que niega que exista la brecha salarial entre hombres y mujeres, o que se burló de Stephen Hawking al morir por no creer en dios.
En Baleares, el nuevo presidente del Parlamento es Gabriel Le Senne, un negacionista del cambio climático y de la violencia de género. Es también contrario a las vacunas y partidario de oscuras teorías de conspiración de origen neonazi, como la del “gran reemplazo”. A saber: que hay un plan de las élites globales (no está claro si están también en el ajo los reptilianos) para sustituir a los europeos por africanos. También cree que “las mujeres son más beligerantes porque carecen de pene”.
En Aragón, la segunda autoridad de la autonomía es Marta Fernández: nueva presidenta de las Cortes de Aragón. Su primera medida al frente de la institución ha sido borrar todos sus mensajes en redes sociales. Trataba –sin éxito– de esconder un pasado de discursos ultras, negacionismo climático, xenofobia y fanatismo religioso. Frases como “Irene Montero solo sabe arrodillarse para medrar”. Bulos como que los violadores podrán ir a una cárcel de mujeres cambiando de género. Mensajes contra la vacunación y las mascarillas, o teorías de la conspiración sobre la COVID.
¿Te imaginas qué habría pasado si hubieran sido estos dirigentes de Vox quienes hubieran gestionado la pandemia? ¿Qué habría sido de nosotros?
Más datos sobre los principios del PP que reivindicaba María Guardiola (y que solo deben de ser de aplicación los días pares y si Vox no te deja gobernar).
En Náquera (Valencia) el pacto del PP con Vox ha prohibido la bandera LGTBI y la condena oficial a la violencia machista. En Alba de Tormes (Salamanca) la principal urgencia es colocar una enorme bandera de España en el castillo local (esa derecha que se ocupa de las cosas importantes, por si alguien se pierde y no sabe en qué país está) Y en Elche, en Valladolid o en Gijón –entre otros ayuntamientos gobernados por PP y Vox en coalición–, la prioridad será eliminar los carriles bici, a pesar de que esto puede suponer que se pierdan millones de euros en ayudas europeas. Ver para creer.
Y mientras el PP cedía a todo tipo de despropósitos ante la extrema derecha por todo el territorio nacional, el portavoz del partido, Borja Sémper, prometía una campaña “sosegada” y “con un mensaje positivo y de ilusión” en una playa de Madrid. “Verano Azul”, quiere ser un nuevo lema del Partido Popular. O al menos ese era el plan, hasta que RTVE exigió al PP que deje de usar una marca que es de su propiedad.
Por supuesto, la playa del posado era tan falsa como una promesa electoral. Cuando se abría el plano de la imagen, esta era la desangelada realidad.
Dos buenas noticias
Perdóname si te amargo el fin de semana con tanta mala noticia. Me he propuesto que en estas cartas de los sábados también tengo que encontrar alguna historia buena que contar. Hoy tengo dos.
- Se terminan las mascarillas, también en las farmacias y los centros de salud. Y es una buena nueva porque supone la completa constatación de que la pandemia ya terminó.
- No te pierdas la historia de esta escritora que ha conseguido recuperar para la naturaleza una antigua finca agrícola agotada tras décadas de cultivos intensivos. “Hoy han vuelto los ruiseñores”.
La entrevista con la que Garzón se despide de la política
Un avance. El domingo publicaré en elDiario.es una entrevista en profundidad con Alberto Garzón, que hice el jueves. Es la primera que concede tras anunciar que deja la política. Hablamos de todo: de por qué lo deja, de su experiencia en la política, de los sinsabores de las guerras internas en la izquierda, de qué se ha hecho bien y mal en el Gobierno de coalición. Me ha quedado un poco larga –fue más de una hora de conversación, había muchas preguntas que hacer– pero creo que el resultado te interesará.
Me ha interesado especialmente esta respuesta de Garzón cuando le pregunto por las heridas en la izquierda:
“Creo que estamos a tiempo de recomponer todo eso. ¿Hay heridas? Sería mentir decir que no las hay. Pero al final lo que tenemos que hacer los dirigentes políticos es anteponer siempre el proyecto colectivo. Y lo digo yo, que acepté ser quinto en una lista electoral, que después me trasladé a Málaga. Para lista de agravios, la mía es infinita, pero creo que lo más importante siempre es anteponer el proyecto colectivo y ser responsable para generar el clima adecuado.
Siempre puse el ejemplo heredado de aquellos años del 15M: cuando vas a parar un desahucio –y si has estado lo sabes– y te pones delante de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y en ese momento te agarras con otros compañeros y compañeras y no les preguntas qué carné tienen en el bolsillo. Como eres de Podemos, te suelto y entonces que pase la policía. Eso no ocurre. Te juntas con ellos y sabes que sois una piña“.
Lo dejo aquí por hoy. Espero que tengas un buen fin de semana. Que vuelvan los ruiseñores y que nadie desahucie a Chanquete, ese okupa, como lo tacharían en Vox.
Un abrazo,
Ignacio Escolar
P.D: Apúntate estas fechas en el calendario: 8 y 9 de septiembre. Celebramos en A Coruña nuestro Festival de las Ideas y la Cultura; todos los socios y socias estáis invitados. Ya tenemos algunos nombres: Roberto Saviano, León Benavente, Lucía Freitas, Luis Tosar, Nacho Carretero, Asaari Bibang, José Antonio Marina… Todo esto, gratis. Solo tienes que ocuparte del viaje y el alojamiento, pero en eso también te podemos ayudar.
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