“No concebimos nuestro trabajo si no es de forma colaborativa entre los artistas”
Rebeca García Celdrán comenzó desde muy pequeña a adentrarse en el mundo de la danza. Primero, en el centro Belín Cabrillo, dedicándose especialmente a la danza española. Cuando acabó, se marchó rápidamente a Madrid, donde entró en contacto con el contemporáneo. En 2014, ya de vuelta a su tierra, decidió, junto a tres personas más, formar Cantabria Movimiento en Red para apoyar la danza contemporánea y el contact-improvisación en la comunidad a través de cuatro ejes de trabajo: la difusión, el apoyo a la creación, la pedagogía y la inclusión social.
¿Con qué finalidad crearon la asociación Cantabria Movimiento en Red?
Esta asociación se creó a partir de la danza contemporánea y el contact-improvisación, dos prácticas muy unidas que nacieron en los años 60 en Nueva York. Los que estamos moviendo estas disciplinas aquí nos juntamos y pensamos que había que impulsarlo desde una asociación para que nuestro trabajo se empezara a visibilizar con un nombre corporativo. Le pusimos muchas ganas y sentimos que está funcionando.
¿Por qué el nombre de Cantabria Movimiento en Red?
Quisimos que apareciese la palabra 'movimiento', no solo porque se trata de una asociación que implica mover el cuerpo sino también porque entendemos movimiento como la materialización de un pensamiento y queremos que nuestra asociación simbolice ese paso a la acción. Por otro lado, la palabra 'red' refleja nuestra filosofía de trabajo y nuestra visión a largo plazo, ya que no concebimos nuestro trabajo si no es de forma colaborativa y conjunta entre los artistas y profesionales del sector en Cantabria.
¿Cuántas personas apoyan esta plataforma profesional?
Ahora mismo tenemos entre 30 y 40 socios, pero los que estamos en las reuniones quizás no lleguemos a la decena.
¿Qué papel tienen los socios?
La labor de los socios es hacernos sentir que lo que hacemos tiene un valor. Estos socios se apuntaron y pagaron su cuota anual de 20 euros y es verdad que esas personas son los que más se interesan por las actividades que desarrollamos. Para nosotros eso es la vida, porque nos cuesta mucho trabajo, aunque a veces no nos demos cuenta.
¿De dónde vienen los ingresos para mantener su asociación?
Los ingresos vienen de las cuotas de socios y de la autofinanciación de las actividades, ya que cada actividad se organiza con la premisa de informar sobre cómo va a ser y de financiarse por sí misma. Las actividades no son gratuitas para estos socios, pero sí tienen un precio reducido. Por otro lado, el dinero recibido está guardado para, en un futuro, pagar una página web que aún no nos hemos decidido a hacer porque hemos estado muy ocupados y porque está surgiendo la necesidad de cambiar los estatutos y reconvertirnos en una asociación de profesionales de la danza.
¿Por qué han decidido abrir las puertas a otras disciplinas?
No, la decisión no ha sido abrir las puertas a otras disciplinas. De hecho, los que estamos en esto seguiremos pero, la asociación de profesionales de la danza hace falta como el comer.
Entonces, ¿quieren reconvertir Cantabria Movimiento en Red en una asociación de profesores de la danza o dividirlo en dos?
Esto es lo que vamos a hablar en las reuniones con las escuelas, si reconvertimos nuestra asociación o abrimos otra. Porque a lo mejor la gente que viene a las reuniones prefiere crear una de cero y no reconvertir la nuestra. Para nosotros es más interesante reconvertirla porque ya estamos poniendo toda la energía en eso. Todo esto hay que hablarlo.
¿Para cuándo lo tendrán decidido?
La primera reunión con el primer grupo que decida acercarse a hablar será la primera o segunda semana de julio.
¿Hay alguna escuela que esté implicada en la asociación?
Nosotros se lo ofertamos a todas las escuelas, pero de momento han acogido encuentros el Estudio de Movimiento de Cristina Arce y la nueva escuela de Astillero. Quedan pendientes para un nuevo encuentro las escuelas de Covandoga Viadero, Elena Herrera, Carmen Armengou y Danzalia.
¿Cantabria Movimiento en Red tiene una escuela?
No, la asociación no tiene una sede ni la va a tener. Es mucho mejor para relacionarnos con las escuelas y aproximar nuestras actividades no tener una escuela propia, porque aquí yo sí noto que la palabra 'competencia' sale más a la luz que en Madrid. Allí sale más la palabra 'sector' de la profesión, pero no competencia.
¿Por qué esperaron hasta 2012 para dar cavida a esta danza a través de una asociación?
Yo había acabado el grado superior de danza y tiré un año más allí. Cuando estás cursando unos estudios todo es actividad, todo es estar rodeado de gente de la danza de 8.00 horas a 20.00 horas. Cuando se acabaron mis estudios arrancamos un proyecto en Madrid en los Teatros del Canal con mucha energía, pero por problemas personales ese proyecto no salió. Hubo un momento de desánimo y dijimos: “O seguimos aquí luchando con toda la cantidad de gente que hay o nos vamos”.
¿Ha costado qué se empiece a ver ese tipo de danza?
En Madrid, Valencia y Barcelona no ha costado porque cuando cayó la dictadura, se apostó por ello, incluso hubo subvenciones destinadas a la danza contemporánea. Pero, fuera de esas tres grandes ciudades, la gente no sabe lo que es.
¿Por qué cree que ocurre esto?
Porque hace falta un trabajo pedagógico y continuo. Es necesario asentarse en una ciudad, dar clases, escuchar qué es lo que necesita la gente y hacer saber que la danza contemporánea tiene unos valores que a la gente le vienen muy bien. La gente está harta de necesitar un físico, unas condiciones desde que nació, y el contemporáneo es una herramienta buenísima para que la danza vuelva a formar parte de la sociedad. No puedes llegar con un concepto elitista.