Se puede vender como se quiera. De hecho, así se está haciendo. El titular en algunos medios ha sido que Boa Mistura realiza un mural colaborativo en Santander. Mucho afirmar es eso. Los 'patrocinadores' del proyecto han asegurado que se trata de un ejercicio de “compromiso, vínculo, cooperación”. Los que van a cobrar por el trabajo explican que han hecho un “acercamiento muy respetuoso” al preguntar a los santanderinos sus “palabras clave”, que expresan las ideas que ellos plasmarían en el proyecto y que representan sus sentimientos de la ciudad —tanto curro para llegar a las palabras 'Luz', 'Alma Cinética' y 'Alma'—.
En resumen, el colectivo Boa Mistura, uno de los más cotizados en el cotizado mercado del arte en la calle va a intervenir uno de los silos de la Terminal de Graneles Agroalimentarios del puerto, cedidos por el empresario Andrés Gómez Bueno, quien aseguró cuando anunció el proyecto: “Era utópico traerles a Santander, pero aquí estamos”. Los que ponen el grueso del cheque —que aunque sigue siendo un secreto de Estado se acerca a los 200.000 euros— aseguran, en boca de la directora de Comunicación y Marca de Cantabria Labs, Bolola Lana, que se trata de un “proyecto pionero que representa nuestro espíritu emprendedor, con el arte como transformador social, capaz de generar vínculos, emocionar y construir comunidad, más allá de transformar el espacio físico”.
Intentemos poner las cosas en su sitio para evitar picos hormonales que nos dejen agotadas. Primero, no parece muy utópico traer a Boa Mistura a Santander si ya en 2013 los trajo Desvelarte y crearon un mural en Peña Herbosa que esta ciudad, tan preocupada por el arte y sus efectos beneficiosos, dejó que fuera cubierto por una obra de dudosa calidad y que rezuma caspa. Dos años después, la Fundación Santander Creativa, en colaboración con una ONG, trajó a Boa Mistura a elaborar un mural de 100 metros con una frase de la muy falangista Concha Espina: “Pasión que desborda la tierra”. Ahí sigue… a menos costo y cero visibilidad.
Es decir, lo que animo es a superar esta inflación de hechos “inéditos” —esa palabra tan utilizada por el exalcalde Íñigo de la Serna—, insólitos, únicos, utópicos, brutales, inconmensurables, imponderables… Aclaro que me parece muy bien que Cantabria Labs dedique su dinero a financiar a Rafael Nadal o a Boa Mistura —¿o quizá todo es mayor gloria del Puerto?—; también creo que si fuera parte de Boa Mistura me subiría al bus de la pasta —que para eso ya han creado una Fundación propia cuando se les enternece el corazón—; animo a que Okuda pinte unos cuantos barquitos o las defectuosas piezas cerámicas del Centro Botín. Mientras el dinero privado sea el que se mueva, nada que decir —aunque aquí habrá algo, poco, dinero público—. Pero es de esperar que no nos cuenten una milonga ni sigan con la narrativa de los beneficios terapéuticos, comunitarios y psicosexuales del arte patrocinado con lo que sobra de las cremas protectoras.
Por otra parte, ya basta de ostentosos adjetivos para lo que empieza a ser costumbre. Boa Mistura ha intervenido en cientos de ciudades en una copia de sí mismos —estilo, creo que se llama en arte— en el que una palabra o dos clave aparecen sobre su tapiz multicolor. Recuerdo cuando intervinieron un edificio de habitantes precarizados en uno de los barrios más complicados de ciudad de Panamá. Entonces, el lema era “Somos luz” y la luz se apagó cuando a los pocos meses de la intervención los vecinos decidieron que demasiado colorín marcando un edificio en zona de pandillas y lo pintaron de colores más neutros.
Tampoco se trata de una acción “colaborativa”. Hacer tres encuentros con “empresarios, funcionarios y artistas” no convierte una obra muy costosa en un mural colaborativo. De hecho, a mí se me ocurrió preguntar cuándo se iban a reunir con las buenas gentes del Barrio Pesquero y alguien del 'tinglao' me indicó que la idea era invitar a “otra gente” porque el proyecto quiere “conectar el puerto con la ciudad”. Pues nada. Todo está dicho a la hora de crear comunidad, buen rollo y sentido de pertenencia. Ahora han anunciado que será un proceso “participativo” porque se podrá votar entre tres opciones. Van a ver lo ‘participativo’ que será este sarao mediático.
La ciudad de Santander y la comunidad autónoma tienen un déficit de inversión cultural abrumador. Al menos, si como yo, sacan de la ecuación las diversas pirámides egipcias que están en construcción: el proyecto Faro, el Reina Sofía-Lafuente, La Lechera… Pienso lo que se podría hacer con lo que costará la intervención 'colaborativa' de Boa Mistura, pienso en los artistas que trabajan por pocos euros y con mucha calidad porque no tienen la fama, imagino los pueblos y ciudades que no tienen teatro público, los salones de actos con sábana por pantalla, los grupos de teatro aficionado que no encuentran donde actuar, las bandas de música que deben esperar a las fiestas veraniegas para hacer algo de caja, los artistas que huyen a Bilbao, Madrid o Barcelona ante la falta de perspectivas en su tierra… Pienso en todo ello y el maldito silo se me atraganta como un paracetamol de 1 gramo. Eso sí, se me atraganta de forma 'colaborativa'.
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Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
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