Más de 2.000 mujeres sufrieron violencia de género en Cantabria el año pasado y dos fueron asesinadas por sus parejas

Cantabria vivió en 2019 un “año negro” en lo que se refiere a la violencia de género. En esos doce meses, la comunidad acumuló un total de 2.004 denuncias de mujeres que eran víctimas de violencia machista y el año se saldó con dos de ellas asesinadas a manos de sus parejas, “unas cifras que sobrecogen, pero que también marcan la hoja de ruta”, según ha reconocido este viernes el portavoz del Gobierno autonómico, Pablo Zuloaga, durante la presentación de la memoria anual.

Y es que los malos datos no paran ahí. Este informe recoge que el número de denuncias presentadas en Cantabria el año pasado supone la cifra más alta registrada hasta ahora, o que se dictaron un total de 116 órdenes de alejamiento y que el 86% de los acusados fueron condenados en firme por los tribunales, unos registros que “avergüenzan” a la sociedad, ha expresado el vicepresidente de Cantabria durante la presentación.

Según la memoria, los Centros de Información y Atención Integral del Gobierno de Cantabria asesoraron a 515 mujeres que acudieron por primera vez al área de malos tratos, 145 mujeres más que en 2018, y asistieron a 116 menores. En 2019, un total de 108 personas ingresaron en el Centro de Emergencia (33 más que en 2018), de las cuales, 68 eran mujeres y 40 eran personas dependientes de ellas.

Además, en el Centro de Acogida permanecieron 89 víctimas, 29 más que en 2018 (54 mujeres y 35 personas dependientes de las mujeres) y los pisos tutelados acogieron a 8 mujeres, 3 más que en 2018, y a 3 menores víctimas de violencia de género.

“2019 fue el año que Maruchi y Rebeca fueron asesinadas en Cantabria, el año en el que 2.004 cántabras presentaron una denuncia por violencia de género, se dictaron 116 órdenes de alejamiento, y los Juzgados de Violencia sobre la Mujer condenaron al 86% de los hombres acusados por violencia de género”, ha resumido Zuloaga.

“Las cifras sobrecogen, pero también marcan la hoja de ruta”, ha insistido el vicepresidente, para defender que las administraciones e instituciones tienen “la responsabilidad de afrontar el reto de la lucha contra la violencia de género”, un camino en el que ha señalado “avances importantes” en el ámbito normativo con la aprobación de la Ley de Igualdad y la colaboración entre instituciones.

Zuloaga ha recordado que en 2019 el Gobierno incrementó los recursos asistenciales, especialmente con la entrada en funcionamiento a partir del mes de julio de dos nuevos centros de atención integral, y ha intensificado las actuaciones de formación, sensibilización y medidas de prevención.

También ha alertado sobre formas de violencia contra la mujer “con las que convivimos de manera ordinaria”, en referencia a la prostitución, y ha llamado a “despertar” porque “en los 26 clubes y en los 47 pisos que hay en Cantabria hay esclavitud y hay violencia sobre mujeres que además tienen pocos medios para defenderse”. En este sentido, ha destacado el compromiso del Gobierno de España con la futura Ley integral contra la trata y ha confirmado que el Ejecutivo cántabro va a seguir impulsando la elaboración de esta norma estatal.

Ocho años para denunciar

Por su parte, la directora general de Igualdad y Mujer, Consuelo Gutiérrez, aunque ha considerado positivo el incremento de denuncias, dado que supone también una mayor concienciación, ha llamado la atención sobre el tiempo que tardan las mujeres en denunciar y que en Cantabria es de ocho ocho años.

También ha señalado que el 40% de las mujeres víctimas mayores de 65 años, presentan un período de maltrato superior a 40 años y en el 27% de los casos este período se sitúa entre 20 y 30 años. Entre las causas combinadas que llevan a las mujeres a no denunciar situaciones de violencia de género, Consuelo Gutiérrez ha citado el miedo en un 50% de los casos, la vergüenza, la sensación de no poder salir solas de la situación de maltrato, la creencia de poder cambiar y revertir esta situación, y la maternidad y la existencia de menores a su cargo.