Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El PSOE convierte su Comité Federal en un acto de aclamación a Pedro Sánchez
Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros
Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol

Las contradicciones de dar a luz en el siglo XXI: ¿Parto programado por los riesgos de ser madre mayor o parto natural para respetar el proceso fisiológico?

Una mujer embarazada junto a su pareja.

Blanca Sáinz

0

Resulta evidente que los bebés no tienen tanta precisión como para decidir que venir al mundo entre semana es más práctico, pero aún así, los datos de nacimientos recogidos en el Instituto Nacional de Estadística (INE) son contundentes: en Cantabria hay un 12,6% menos de probabilidades de que un niño nazca un sábado o un domingo a que lo haga en un martes o un jueves. Entonces, ¿puede ser objeto de la casualidad que los alumbramientos disminuyan en estos días?

Mónica González es ginecóloga en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander desde hace más de 20 años y tiene su conclusión muy clara: “Se debe a los partos programados, como las inducciones y las cesáreas, ya que las cesáreas solo las programamos de lunes a viernes y las inducciones, pese a poder programarse todos los días, solemos intentar que no se realicen en fines de semana porque hay menos personal”, explica.

El dato de Cantabria se recoge también en el reportaje de elDiario.es en el que se concluye que, a nivel nacional, este porcentaje crece hasta el 21%. Un dato absolutamente insólito y que demuestra que los partos programados han ido adquiriendo cada vez más peso en la sanidad. “Nos da la sensación de que hay más patologías que antes, algo que vinculamos a la edad de la madre, que vemos cómo aumenta año a año”, explica la matrona Fátima Vacas, que asiste partos en Valdecilla desde hace 14 años.

El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla ve nacer cada año al 80% de los bebés cántabros, mientras el 20% restante se corresponde con aquellos niños que nacen en el Hospital de Laredo, también público, y con los que llegan al mundo en Mompía, privado. Tal y como explica González, precisamente en los centros privados es donde el número de partos programados suele incrementarse ya que, aparte de por otras cuestiones, se tiene en cuenta la situación personal de la madre para parir en lo que se conoce como inducción electiva. “Ahí la decisión está más consensuada entre el médico y la paciente, y en la sanidad pública, por el contrario, todo lo que se programa responde a un motivo médico”, desarrolla.

Sobre la medicalización de los partos, es decir, el uso de medicación tanto para adelantar como para retrasar los alumbramientos, Vacas considera que hace años se utilizaba “mucho más que hoy en día” sobre todo para adelantar el nacimiento. “En el tratamiento que damos actualmente se intenta respetar los tiempos fisiológicos del parto en la medida de lo posible, pero, en general, la práctica de hoy en día es mucho menos intervencionista”, declara la matrona.

Y en esa misma línea se sitúa González, quien también considera que se está tratando de reducir la medicalización de los partos, aunque siempre en un equilibrio. “Lo hacemos en aquellos alumbramientos que se pueden asumir con una evolución más natural, pero hay un sector de la población en el que está creciendo el riesgo obstétrico y no puede asumir este tipo de partos menos intervencionistas”, indica la ginecóloga.

Esta dicotomía entre el aumento del deseo de partos no medicalizados y el criterio médico que se inclina por tratar de cumplir los deseos de las pacientes -aunque sin poner en riesgo a madre y bebé-, es lo que ha podido llevar a que la probabilidad de parir los fines de semana sea mayor en la actualidad que hace apenas cuatro años. De esta forma, mientras en 2016 el dato de España señalaba que había un 25% menos de posibilidades de llegar al mundo un fin de semana o festivo que un día laborable, en 2020 este dato se ha recortado hasta el 21%, lo que parece indicar que, aunque no se alcancen los números de los años 70 -donde había prácticamente las mismas posibilidades de nacer cualquier día de la semana-, cada vez los alumbramientos naturales son más respetados por los profesionales, algo que se impulsa a través de los protocolos marcados por cada hospital.

En el caso de Valdecilla, estos protocolos son revisados por los grupos de trabajo y deben ser consensuados. Ahí, por ejemplo, se establece que ante una rotura de la bolsa amniótica hay que esperar 24 horas antes de comenzar con la inducción, o que para provocar un parto en un embarazo prolongado hay que esperar hasta la semana 41 o 42 y hacer controles cada 48 horas.

Sobre el futuro que le espera a los partos, la ginecóloga hace hincapié en la importancia de la información como único método para que las madres sepan a qué situaciones se pueden enfrentar. “Aunque nosotros intentamos respetar los deseos de la madre, es vital que conozca que hay circunstancias en las que esos deseos no pueden seguirse al pie de la letra por el riesgo que entraña para ella y para su hijo, a partir de ahí nuestra obligación es intentar que todo vaya lo mejor posible”, advierte.

Etiquetas
stats