Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Presupuestos de Cantabria: golpe de efecto del PP para dejar fuera de juego a la candidata regionalista Paula Fernández

El consejero de Economía y la presidenta del Parlamento registran el presupuesto de 2026.

Olga Agüero

Santander —

0

El Gobierno de Cantabria del Partido Popular ha ejercitado hoy una rápida e inesperada maniobra sorpresa que dinamita el acuerdo de los futuros presupuestos de Cantabria con su socio preferente, el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) que en esta legislatura ha dado su apoyo primero a la investidura de la presidenta Buruaga y luego a las sucesivas cuentas públicas. El Consejo de Gobierno ha aprobado el proyecto de Presupuestos sin consensuarlo con los regionalistas y lo ha registrado con celeridad esta misma mañana el consejero de Economía, Luis Agüeros, en el Parlamento de Cantabria a pesar de que en este momento no tiene los apoyos necesarios para aprobarlos.

“Desde hace 30 años no se traía al Parlamento unos presupuestos sabiendo que no se tiene el apoyo para que salgan adelante”, ha censurado la diputada del PRC y candidata del partido a la Presidencia de la comunidad en las próximas elecciones autonómicas, Paula Fernández.

El movimiento es un golpe de mano contra las exigencias del PRC, que este año había endurecido sus peticiones. El Partido Popular llevaba algunos días tejiendo una red tratando de seducir en términos políticos a los alcaldes cántabros, y hasta prometiendo alguna piscina. En una reunión en la Federación de Municipios de Cantabria la presidenta Buruaga presionó advirtiendo que no aprobar los presupuestos “supone un ataque en toda regla a vuestra capacidad de hacer obras y de financiar servicios”, les dijo. Buscaba convencerlos y que a su vez presionaran a los suyos de más arriba para facilitar un acuerdo en el Parlamento.

El martes el Comité Ejecutivo Regionalista hizo pública la lista de cinco condiciones para sentarse a negociar.

El miércoles el Partido Popular les advirtió de que no las aceptarían. “Paula Fernández se cree Puigdemont, pero la presidenta Buruaga no es Pedro Sánchez”, espetó la secretaria general del PP, María José González Revuelta. También dijo que era una estrategia para “salvar el liderazgo de Paula Fernández, a la que las últimas encuestas le dan tres diputados si se celebrasen hoy elecciones”.

El jueves la presidenta Buruaga encontró el inesperado amparo de los sindicatos UGT y Comisiones Obreras que dijeron que las cuentas tienen “buena pinta” en lo relativo a políticas sociales y refuerzo de servicios públicos. Curiosamente, los empresarios se mostraron más reticentes y pidieron “valentía” y “celeridad”.

El viernes el Gobierno aprobó y registró el proyecto de Presupuestos ante el estupor de los regionalistas.

Cuatro días y un imprevisto giro de guion que añade más intriga al resultado final de las cuentas públicas. El PP había estado ablandando los corazones de los sindicatos, la patronal y los alcaldes en una maniobra periférica -mientras el PRC se sentía el centro de la operación- probablemente en la convicción de que siempre resulta más difícil ir en contra de un presupuesto que tiene cierto consenso social y municipal, aunque su aprobación evidentemente solo dependa de votos de los diputados.

La primera en hablar después del golpe de efecto fue la propia presidenta Buruaga que ha reconocido que le “hubiera gustado” alcanzar un acuerdo antes de aprobar este presupuesto en Consejo de Gobierno y ha asegurado que ha hecho “todo lo posible para que así fuera, tendiendo la mano al Partido Regionalista de Cantabria”.

Sin embargo, ha lamentado que el PRC “está en el no”. “Quien pone condiciones imposibles, sabiendo que lo son, y quien busca, en lugar de unir y de puntos de encuentro, aquellas cosas que separan, está tratando de empujar, está tratando de forzar el no, que es lo que ha ocurrido”, ha dicho.

Para añadir más dramatismo y presión a la firma del presupuesto, tras ser preguntada por la prensa por un posible adelanto electoral, Buruaga ha dicho que verá “cómo se desarrollan los acontecimientos” y “cómo evoluciona la situación”. “Esta es una decisión muy seria, como he dicho, y por lo tanto no voy a elucubrar, ni voy a adelantar ni anticipar acontecimientos con una decisión tan seria”, ha trasladado la presidenta, que ha insistido en que el objetivo es aprobar las cuentas y hasta el 31 de diciembre hay “tiempo”. “Si hay otro escenario, cuando lleguemos a ese río cruzaremos ese puente”, ha dicho.

En esa comparecencia añadió que “privar a Cantabria de un presupuesto por puro egoísmo o estrategia electoral” es “algo muy serio” porque no tener presupuesto “implica volver o retrotraer el calendario a enero del 25 y disponer de 220 millones menos” para sanidad, servicios sociales, educación y vivienda, así como “muchas más dificultades en la gestión”.

Pocos minutos después el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Juan José Alonso, en el Parlamento salió a decir que van a hablar con todos los grupos de la oposición (PRC, PSOE y Vox) para intentar aprobar el presupuesto de 2026 y al tiempo ha criticado que la “estrategia” del PRC con las cinco condiciones planteadas para sentarse a negociar “solo buscaba retrasar la presentación de las cuentas”.

A preguntas de los periodistas, Alonso no se ha querido pronosticar si finalmente habrá o no acuerdo con el PRC. “Yo al curso de magia no asistí y por lo tanto no lo sé”, ha ironizado. Pero ha introducido otra cuestión en su discurso público: “Yo no puedo obligar a nadie a llegar a un acuerdo si no quiere” pero si finalmente no lo hay, serán los regionalistas los que “tendrán que explicar por qué” no llegan a un acuerdo para aprobar “las mejores cuentas públicas” de la historia de la comunidad autónoma y que incluyen “un crecimiento extraordinario en sanidad, en educación y servicios sociales”.

Si después de este desaire público el PRC no apoya los presupuestos las miradas se dirigen inevitablemente hacia los tres diputados de Vox y el que pasó al Grupo Mixto, que de momento guardan silencio. El portavoz popular, en cualquier caso, ya ha dejdo claro que no hay líneas rojas con la ultraderecha: “Yo soy partidario de aprobar presupuestos con cualquiera que apoye las cuentas del PP”, ha zanjado.

Detrás de la puesta en escena de este abrupto intento de negociación de los presupuestos con el PRC está la figura de la recién elegida aspirante a las elecciones, Paula Fernández, para sustituir a Revilla en las futuras elecciones autonómicas de 2027. La estrategia de confrontación del Partido Popular se dirige especialmente contra ella que destila cierta debilidad frente a la figura tutelar de Revilla -que ha declarado públicamente su apoyo a su sucesora- y los rumores de ruido interno.

El martes dijeron que los regionalistas “no quieren” dar su apoyo a las cuentas del próximo ejercicio por el “giro a la izquierda” que ha dado el partido tras la elección de Paula Fernández para suceder a Miguel Ángel Revilla como candidata electoral a la Presidencia. “Ni ellos mismos se creen lo que piden”, aseveró con dureza María José González Revuelta. Responde a “una estrategia para justificar un 'no' para salvar el liderazgo de su candidata” porque las últimas encuestas “le dan tres diputados” si hubiese ahora unas elecciones, remató la política del PP.

Y hoy el portavoz popular, haciendo alusión a las declaraciones que ha hecho Fernández -registrar el presupuesto sin haber contestado a sus cinco condiciones demuestra una “falta de voluntad total y absoluta” de negociar- dice que ha “demostrado una vez más” el “estado de ansiedad” en que vive.

La tramitación de los presupuestos tal vez ambiciona una estrategia política de mayo calado que el mero aplauso a las cuentas públicas.

stats