Vox se lo pone difícil al PP para reeditar el pacto que haga posible la aprobación del presupuesto de Santander

Después de haber hecho posible que el equipo de gobierno PP-Cs tenga presupuestos esta legislatura, Vox ha elevado el precio para que las cuentas de 2022 obtengan el beneplácito del Pleno con dos condiciones que pueden imposibilitar el mismo: retirar la impugnación del acuerdo para crear una comisión de investigación sobre el contrato de basuras; y certificar el cumplimiento de las enmiendas pactadas en 2021.

Vox es determinante en el juego de votos necesarios para tener unas cuentas en vigor. El pasado año, tras alcanzar un acuerdo con PP y Cs, se abstuvo en la votación y la alcaldesa Gema Igual tuvo que echar mano de su voto de calidad para sacar las cuentas adelante. Pero si Vox votara en contra esta vez, Santander tendría que regirse por el presupuesto prorrogado de 2021 como está haciendo a día de hoy o elaborar uno nuevo, pero la situación será muy parecida a la actual: ante la negativa del resto de la oposición, el apoyo del grupo ultra sería de nuevo esencial.

Guillermo Pérez-Cosío, único concejal de la formación de extrema derecha en Santander, ha anunciado este miércoles la presentación de una enmienda a la totalidad al proyecto presupuestario para 2022, así como varias enmiendas parciales condicionadas a tres propuestas sin las cuales “no habrá negociación”.

La primera es que el PP desista del procedimiento judicial contra el acuerdo plenario que modificó el Reglamento del Pleno para hacer posibles las comisiones de investigación como la de basuras.

Vox también quiere ver paralizada la obra del carril bici a la salida del antiguo túnel de Tetuán, en la boca del Sardinero, hasta que no se garantice que las plazas de aparcamiento que se eliminarán por este motivo serán sustituidas por otras en la misma zona.

Por último, condiciona su apoyo a la certificación por el Gobierno PP-Cs del cumplimiento de las enmiendas parciales de esta formación aceptadas para la aprobación del Presupuesto de 2021.

Las enmiendas de aquel entonces fueron cuantitativamente poco significativas, pero de hondo calado ideológico y político, dado que se suprimían o reducían ayudas a programas de género, para etnias como la gitana y para refugiados políticos. Además, introdujo unas ayudas a la natalidad, reconvirtió la prevención contra la violencia de género en prevención de la violencia intrafamiliar y arañó dotación económica a las concejalías de Ciudadanos, principal socio del PP.

Pérez-Cosío ha sido rotundo al afirmar que si no se aceptan sus reclamaciones, los presupuestos del 2022 tendrán el “no” de su partido.