Más bares, más tiempo, más Yeyeah!
Todo empezó como una broma entre amigos que decidieron crear un grupo en redes sociales para montar una fiesta yeyé en Ciudad Real. Dos años después, Yeyeah! cumple su tercera edición y continúa creciendo en establecimientos y participantes dispuestos a revivir por un día el ambiente guatequero de los sesenta.La principal novedad de este Yeyeah! 2014 es que la fiesta también tendrá su lado diurno. A partir de las 12.30 el jolgorio arrancará en el bar Flamingo, que se ha sumado este año a la banda yeyé, donde a parte de degustarse unas migas manchegas, comenzarán los sorteos de una taza donada por la Cuquitería y dos cortes de pelo de peluquería Pikaflor. Las papeletas para participar en este, como en el resto de sorteos que se realizarán durante todo el día, se entregarán con cada consumición a todos los que vayan caracterizadas para la ocasión.
A parte del Flamingo, La Rue también se une en esta edición a los locales que repiten de ediciones anteriores: El Perro, Alive, Cycelly, Traveling, Sala Chamberí y Deicy Really’s. Será en este último local donde se reanudará la fiesta a partir de las 20:00, con DJ Simo y el concierto, a partir de las 21:00, de The Parrots, una banda madrileña de ‘garage’, recién llegados de su gira por los Estados Unidos.
También en el Deicy Really’s se producirá uno de los sorteos más especiales de la noche en el que el ganador recibirá su peso en cerveza Sol. Además se volverán a sortear cortes de pelo, tazas y una camiseta de Miss Vintage.
A partir de aquí, la fiesta proseguirá por todos los locales Yeyeah! Con buena música, cócteles especiales y sobre todo con el espectacular ambiente que ha caracterizado a esta fiesta en los años anteriores. Con un fin de fiesta especial en la Sala Chamberí donde, alrededor de las 5:30, se sorteará una guitarra eléctrica entre los participantes.
La noche ciudadrealeña se llenará de color con una iniciativa diferente y abierta, porque el único requisito para participar es tirar de imaginación y de fondo de armario para meterse en la piel de aquellos maravillosos años.