¿Es Castilla-La Mancha una región plena en igualdad?
María Dolores de Cospedal, inmersa en la campaña electoral de Andalucía, ha señalado orgullosamente que al Partido Popular “no le hace falta cuotas” para dar lugar a la mujer en su formación. El informe Sombras 2008-2013, de la Convención para la eliminación de toda forma de discriminación contra las mujeres, publicado en septiembre de 2014, señalaba, sin embargo, que Castilla-La Mancha era uno de los gobiernos en los que las mujeres bajaban. La tasa de baja era de un 29%, “paradójicamente”, al estar encabezado por una mujer.
Pero la situación no es difícil sólo en el Gobierno regional. Los presupuestos dedicados a Igualdad han bajado considerablemente, en los últimos años. Mientras en 2008, Castilla-La Mancha destinaba unos 26 millones a su órgano de igualdad, el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, en 2013 los números apenas superaban los 14 millones. Para el 2015, la Junta ha elevado ligeramente el dinero, pero sin llegar siquiera a los 15 millones de euros: 14.715.050 euros. La baja significa más de once millones de euros, en menos de 10 años.
Ahora bien, más allá de la igualdad, el tema que principalmente preocupa a los sindicatos, es el tema laboral. Comisiones Obreras señalaba el pasado viernes que la lucha por la igualdad en el mercado del trabajo es una batalla día a día, y que, en el caso de las mujeres, la crisis ha afectado principalmente en cuatro puntos importantes: la tasa de actividad, el desempleo, en la protección, y finalmente en el aumento de los contratos a tiempo parcial. Si bien el sindicato no ha aportado datos regionales, ha señalado que a nivel nacional, el 75% de los contratos a tiempo parcial pertenecen a las mujeres y que la brecha salarial entre hombres y mujeres llega a un 31%.
La última Encuesta de Población Activa descubre una situación preocupante del trabajo en la mujer. La ocupación femenina cayó en el último trimestre de 2014 en un 1,14%, unas 3.300 mujeres. En términos interanuales, la caída implica unos 7.200 puestos menos ocupados por chicas, una caída del 2,45%. En la misma línea, el paro femenino llegó, según indica este documento, a un 33,25%, muy por encima de la tasa nacional, subiendo en relación al tercer trimestre en casi un 1%. Raquel Payo, secretaria de la mujer del sindicato en la región, este ocho de marzo es uno con “más desigualdades”, que, en combinación con la situación de crisis económica, ha afectado en particular a las mujeres de la región.
Payo señalaba que el trabajo a tiempo parcial y el paro crecen entre las mujeres, a lo que se une, además, la “desprotección” de las políticas sociales de la región, en especial aquellas relacionadas con educación, infancia, dependencia o comedores escolares. Este tipo de gestión, señalaba la sindicalista, ha potenciado lo que ha llamado como “pobreza femenina”. Este tipo de brechas, afirmaba, potencian una situación especialmente injusta en el futuro, por lo que exigen un impulso de políticas que puedan restituir los servicios sociales, para potenciar así el mercado laboral para las mujeres en la región.
El informe de la Fundación Adecco, publicado con motivo de la celebración de un nuevo día de la mujer trabajadora, señala más datos poco inspiradoras para la población femenina de la región. El documento señala que más de trece mil mujeres castellano-manchegas decidieron salir del hogar a buscar empleo, debido a la falta de ingresos suficientes en el hogar. Pero, a la vez, la región ha triplicado el número de mujeres desempleadas, mayores de 45 años, que llegaban a las 43.500 en 2014.
Esta franja de edad es particularmente interesante, ya que se trata de todo el empleo femenino creado en la región el año pasado, tal como señala el informe. Se trata de 1.100 puestos de trabajo, pero que deben situarse al lado de los 7.200 puestos que perdió la población femenina el año pasado. El repunte de estas mujeres es importante, pero, tal como señala la Fundación, la cifra de paro de este sector demográfico se ha incrementado en más de un 300% en los últimos siete años.
Todas estas cifras apuntan a muchas conclusiones, pero la principal es que el sector femenino de la población necesita un impulso fuerte para poder llegar a hablar realmente de igualdad. Desde los altos cargos del Ejecutivo regional, pasando por las políticas de igualdad que el Gobierno lleva a cabo, y, acabando en el mercado laboral, la situación dista enormemente de poder considerarse igualitaria. Las mujeres, tal como apunta Comisiones Obreras, necesitan de políticas de apoyo, al ser las que se encargan principalmente de sus dependientes, sus niños, sus casas. ¿Vivimos en una región plena de igualdad? La respuesta es, tristemente, no.