CCOO alerta de que muchas empresas de la región se exponen a sanciones por vulnerar acuerdos de teletrabajo
Cuando se cumple un año desde que la ley marcara el plazo para cerrar los acuerdos individuales de teletrabajo, en Castilla-La Mancha apenas el 6,9% de las personas asalariadas realizan el trabajo desde casa, entre ellas un 2,3% que lo hace de forma ocasional, y un 4,6% lo hace de forma habitual. Los datos forman parte de un informe elaborado por Comisiones Obreras con datos de todo el país, a partir de indicadores recogidos en la última Encuesta de Población Activa.
“El proceso de adecuación a la ley de estas situaciones está siendo especialmente lento y desigual, y en muchas empresas donde se implanta el teletrabajo se hace a espaldas de la regulación legal, exponiéndose a sanciones”, ha comentado Nunzia Castelli, secretaria de Acción Sindical de CCOO Castilla-La Mancha. Subraya que “a partir de octubre las empresas que estén empleando el teletrabajo como fórmula de organización del trabajo y que no se hayan adaptado a los requerimientos derivados de los cambios en la ley de trabajo a distancia de julio de este año, ”son susceptibles de ser sancionadas“.
La responsable de Acción Sindical de CCOO CLM ha destacado del informe que “pese al notable incremento del teletrabajo respecto del periodo prepandemia, casi la mitad del teletrabajo generado durante el segundo trimestre de 2020 ha desaparecido”. En toda España se pasa del 17% al 10% ahora, cuando la media europea es del 18%, “pero es que en Castilla-La Mancha el dato que tenemos de personas asalariadas que teletrabajan no llega al siete por ciento”.
Nunzia Castelli ha destacado que “ahora las personas que teletrabajan son más del doble de las que había en 2019, pero son casi la mitad de las que había en el segundo trimestre de 2020, cuando el teletrabajo tocó su pico”, una realidad que evidencia que hay “cierta reticencia empresarial” a la implantación del teletrabajo. Esas reticencias de las empresas de la región donde el puesto de trabajo permite teletrabajar tienen que ver “con la muy instalada cultura del presentismo”, y también “porque el teletrabajo se sigue percibiendo por las empresas como un factor de incremento de los costes empresariales, cuando en realidad puede redundar en una mejor y más eficiente organización de los recursos y de aumento de la productividad”.
El sindicato está haciendo un esfuerzo en Castilla-La Mancha por conseguir este cambio de mentalidad en los empleadores, ha concluido Nunzia Castelli: “Es preciso que el teletrabajo y el trabajo a distancia se desarrollen con todas las garantías del respecto de los derechos de las personas trabajadoras, y en esto la negociación colectiva tiene mucho que decir, puesto que muchos de los derechos que reconoce la norma han de articularse a través del convenio”.
CCOO CLM emplaza por tanto a las empresas “a cumplir con la legalidad vigente y a permitir la apertura de mesas de negociación que posibiliten una regulación equilibrada que beneficie a ambas partes de las relaciones laborales”, para que el trabajo a distancia no se traduzca “en una nueva herramienta de precarización y explotación de la fuerza de trabajo”.
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