“Conquista del espacio público” para la memoria democrática y el recuerdo de las víctimas del franquismo en Albacete
Telésfora, Librada, Cesárea, Francisca o Josefa. Son algunos de los nombres de las personas que se verán recordadas en pleno centro de Albacete, frente a la icónica Posada del Rosario, gracias a un esfuerzo por “conquistar el espacio público” en favor de la memoria histórica. Estas cinco mujeres son parte de un listado de más de 750 personas que fueron fusiladas durante el franquismo en Albacete capital, que se puede consultar a través del código QR que estará disponible en una modesta placa que es un primer paso para tener un monumento “en condiciones”.
Sin embargo, es una victoria. “Es la primera capital que tiene un espacio público destinado a la memoria histórica, fuera de los cementerios. Es una conquista del espacio público”, explica Manuel Ramírez, de la Asociación Fosa de Alcaraz, una de las organizaciones que ha trabajado junto al Ayuntamiento para hacer de este lugar de recuerdo y homenaje una realidad .La asociación ha preparado para este 14 de abril, Día de la República, un sencillo acto de inauguración de la placa. “Luego será un monumento con un diseño de más nivel, pero la segunda fase dependerá si las elecciones las gana un gobierno sensible a la memoria democrática”, advierte Ramírez.
El código QR lleva a un apartado de completa información sobre las distintas iniciativas de memoria que se han llevado a cabo en Albacete capital, desde las Stolpersteine hasta los homenajes a las Brigadas Internacionales. “Hemos tardado 17 años y tras una larga negociación, se accedió a que fuese en la capital, porque será algo mucho más visible y es un punto de referencia en la provincia. Tras el de Ossa de Montiel, es el primer monumento que está en el espacio público. Esto es lo más importante, la conquista del espacio público ocomo espacio de memoria. No los cementerios. Por donde pasa la gente”, asegura Ramírez.
La asociación celebra que son estos pasos los que llevan a la ciudad y a la región a “igualarnos a Europa”. “En París o en Berlín se homenajea así a las víctimas del nazismo, de manera que forman parte del día a día de la gente. Ahora esto también”, recalca. En total, fueron 759 las personas fusiladas en Albacete capital tras la guerra, y 1048 en toda la provincia, a los que se suman más de un centenar de personas muertas en prisión. “Tenemos que terminar la lista de muertos en prisión, pero se sumarán también las que finalmente parece que son casi 200 víctimas de las cárceles de Albacete capital”. Para ello, la asociación sigue pendiente de las subvenciones de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática.
El concejal de Participación del Ayuntamiento de Albacete, Manuel Martínez, reflexiona que este tipo de iniciativas invitan a la “concordia”. “Estas personas fueron asesinadas por odio y por presión ideológica, no por una contienda bélica. No fue la Guerra Civil, fue el odio, en una época en teoría de paz. Fue entonces cuando se depuró a esta población a través del odio. Por eso queremos conocer el pasado y los efectos del odio, para evitarlos a futuro”, señala el concejal. Martínez recalca que se trata de un compromiso que se aprobó en el Pleno del Ayuntamiento, donde también se estipuló que fuese la sociedad civil la que promoviese este tipo de reconocimientos. “Muchas personas y asociaciones memorialistas nos lo habían propuesto. Lo hacemos para educar en la concordia y limitar el odio”, afirma el edil.
“En nombre de las familias quiero dar las gracias a la corporación municipal por este acto, que por lo inusual que es lo hace grande. Es la segunda ciudad de Castilla-La Mancha que tiene un monumento dentro de la ciudad y una de las pocas a nivel nacional. El camino de la memoria no ha terminado, pero es un gran paso. Gracias al grupo de amigos y amigas de Antonio Machado y a Albacete por la República por ser parte de este éxito”, concluye Manuel Ramírez, desde la Asociación Fosa de Alcaraz.
Desde el Ayuntamiento se recuerda que la ciudad “no permaneció al margen de la dura represión que ejerció la dictadura militar de Francisco Franco durante los años posteriores a la Guerra Civil”. Esto, según consta en los registros del cementerio municipal. Lo que se señala es que fueron ejecutadas unas 750 personas en un total de 122 ejecuciones, siendo la primera fechada el 29 de abril de 2939 y la última el 27 de agosto, “casi diez años después de terminar la Guerra Civil”.
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