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¿Contenedor marrón? Castilla-La Mancha quiere que siete de cada diez personas reciclen biorresiduos en dos años

Contenedores de orgánico instalados en Guadalajara

Alicia Avilés Pozo

Junto a las numerosas normativas relacionadas con el medio ambiente que el Gobierno de Castilla-La Mancha tiene previsto aprobar antes del final de la legislatura, camina también la Estrategia Regional de Biorresiduos. Se trata del plan de acción que el Ejecutivo regional ha elaborado para la recogida selectiva de la basura orgánica biodegradable que se genera tanto en los hogares, como en restaurantes, industrias agroalimentarias, supermercados, jardinería o poda. Son los que se depositarán en el ‘quinto contenedor’, previsiblemente de color marrón, y que servirán para su posterior conversión en compost y reutilización como abono para suelos.

En el marco del Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) que acoge el Palacio de Congresos de Madrid, los detalles sobre esta estrategia los ha dado Silvia Nieto, Jefa de Servicio de Planificación y Promoción Ambiental de la Viceconsejería de Medio Ambiente. Según ha apuntado, es un proyecto en el que los técnicos han trabajado durante mucho tiempo y que adquiere mayor importancia después de que a nivel europeo se hayan establecido unos objetivos que “van siendo más ambiciosos” y que serán “difíciles de cumplir si no hacemos algo pronto”.

Sin embargo, uno de los escollos para su puesta en marcha es el borrador del anteproyecto de ley estatal que aprobó el gobierno anterior del PP y que ya fue sometido a información pública. Actualmente, la aprobación de esta medida no parece que vaya a salir adelante en breve, pero ha servido como base para elaborar la estrategia castellano-manchega. Es intención del Gobierno autonómico establecer la obligación de recogida selectiva de materia orgánica en municipios de más de 5.000 habitantes antes de diciembre de 2020 y en los de menos de esta población antes de diciembre de 2023. En el primer plazo, Castilla-La Mancha quiere que esta estrategia se implante al menos en el 68% de la población.

Como punto de partida ha servido el Plan Integral de Gestión de Residuos que la Junta aprobó en diciembre de 2016. Este trámite sí se realizó con celeridad y ahora, ha comentado la Jefa de Servicio, es importante que la Estrategia de Biorresiduos se apruebe antes de que acabe la legislatura, puesto que el porcentaje de residuos en la bolsa de los hogares ya es “muy elevado”. “Trabajar en ello desde ya favorece frenar el cambio climático y la circularidad de los residuos”, ha subrayado.

Fases: adaptación, información y recogida selectiva 

Bajo este punto de vista, el Gobierno castellano-manchego quiere buscar un modelo de gestión integral de basura biodegradable que pueda implantarse fácilmente y por etapas: primero para la adaptación de hogares, empresas y colectivos, después para campañas de información y finalmente para la implantación de la recogida selectiva.

En cuanto al compostaje, de carácter comunitario, ha destacado el hecho de que no tiene por qué ser una etapa final, sino que se trata de amplificar las gestiones que ya se están llevando a cabo en este sentido. Precisamente, sobre este punto y preguntada al respecto, ha confirmado que plantas de purines como las toledanas de Polán y Consuegra ya se han reabierto mediante gestión privada.

¿Cómo puede implantarse una nueva recogida selectiva en una región tan amplia? Estará en función sobre todo de los ayuntamientos y de los canales privados que se establezcan, mediante convenios o acuerdos de colaboración con restaurantes y empresas. De hecho, el Ejecutivo todavía está dilucidando sobre la ubicación de estos contenedores, previsiblemente de color marrón: si se colocarán cerca del resto o si eso provocará que haya más residuos “impropios” en cada uno de ellos, al generar confusión.

Lo mismo sucede con el tipo de vehículos que se usarán por su recogida, que dependerán de la entidad gestora; y con el tipo de recogida, si se hará de forma diaria o alterna, al igual que otros países del entorno. En cualquier caso, todo ello, ha dicho Silvia Nieto, se elaborará con el menor coste posible pero con el objetivo de contribuir a la economía circular, motivo por el que la Junta se encargará también de elaborar una campaña de sensibilización junto con la que la Dirección General de Consumo pondrá en marcha contra el desperdicio alimentario.

Ha destacado la necesidad de incidir en el proceso final del tratamiento de biorresiduos. Un ejemplo es la formación específica que se impartirá a agricultores dentro del convenio general con Cooperativas Agro-Alimentarias de Castilla-La Mancha sobre el Plan Integral de Gestión de Residuos. “Es importante realizar un compost que tenga demanda para poder cerrar el círculo de esta estrategia, y para adaptar nuestras plantas con el menor coste posible. Podemos estudiar muchas otras alternativas pero tienen que ser viables económicamente”.

Por último, ha adelantado que esta estrategia se aprobará mediante una orden como desarrollo del plan de acción antes de final de año, pero que no podrá establecerse como obligación porque aun no está aprobado el mencionado anteproyecto de ley estatal. Será solo entonces, cuando la recogida selectiva se implante en toda España, cuando podrá ser vinculante también en Castilla-La Mancha.

Previamente, el viceconsejero de Medio Ambiente, Agapito Portillo, ha inaugurado el bloque de ponencias de Castilla-La Mancha en CONAMA recordando la “actividad febril” del Gobierno castellano-manchego en regulación medioambiental, tanto con la Estrategia de Cambio Climático, cuya aprobación es inminente, como con el anteproyecto de Ley de Economía Circular –“un poco más retrasado”- y la nueva Ley de Evaluación Ambiental.

Anteproyecto de Ley de Economía Circular

Tras Manuel Guirao, Jefe del Área de Producción de GEACAM, que ha detallado las prácticas de esta empresa como modelo de gestión integrada para instalaciones públicas, también ha intervenido Javier Ariza, coordinador regional de Medio Ambiente en la Viceconsejería, quien ha resumido las líneas esenciales de la futura Ley castellano-manchega de Economía Circular y que eldiarioclm.es ya adelantamos cuando salió a información pública.

En este sentido, ha recordado la apuesta del Gobierno por llegar al mínimo vertido con multitud de acciones en varios sectores, basadas en la economía colaborativa, el consumo responsable, la gestión de residuos y los nuevos tipos de fiscalidad ambiental: tasas por vertido y fianzas o garantías financieras equivalentes para empresas contaminantes.

Igualmente, ha recordado que toda la ley, cuyo plazo de información pública finaliza el 3 de diciembre, se desarrollará a través de una Estrategia Regional de Economía Circular, y que competerá a todas las consejerías por su carácter transversal. Esta ha sido precisamente una de las dificultades que han encontrado los servicios jurídicos de la Consejería de Medio Ambiente durante la elaboración del borrador: regular las competencias de otras consejerías. Por eso, finalmente se ha incluido en una disposición transitoria y establece un plazo de dos años para que el resto de departamentos se adapten a ella, una vez que entre en vigor.

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