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La Fundación Soliss apoya en Toledo un proyecto que trabaja para acabar con la COVID persistente

Presentación del proyecto RECOVER

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Soliss Seguros y su Fundación apuestan una vez más por el talento castellanomanchego y ahora han decidido hacerlo mediante un proyecto para curar los efectos de la COVID persistente. Está liderado por investigadores que desempeñan su labor en Toledo. Según afirma, el ejercicio físico puede jugar un papel fundamental en el tratamiento de estos pacientes, y en este sentido RECOVER es un proyecto de readaptación funcional que cuenta con el apoyo económico de la Fundación.

El grupo de investigación que desarolla este proyecto está liderado por el médico Alejandro Berenguel y el comandante Manuel Gallando. Buscan respuesta a las causas por las que persisten los síntomas de la COVID tras meses de sufrir la enfermedad y cómo puede tratarse a estos pacientes. Se trata de “una dolencia con muchas variantes, que requiere una atención personalizada de cada paciente”. “Algunos sufren problemas digestivos o neurológicos, aunque los más frecuentes son los respiratorios”, explica la Fundación.

Detalla asimismo que en España, desde el inicio de la epidemia, la letalidad se ha calculado sobre los casos confirmados notificados de forma diaria por las Comunidades Autónomas al Ministerio de Sanidad y a la Red Nacional de Vigilancia de Epidemiologia. En base a los datos suministrados por esta red, la letalidad de esta infección abarca desde el 0,002% en menores de 10 años hasta el 4,1% en los mayores de 70.

Hallazgos

El grupo de investigación ha descrito los hallazgos más comúnmente encontrados en las ergo-espirometrías de pacientes con disnea persistente tras sufrir la COVID-19. Dichos hallazgos ponían de manifiesto un probable origen periférico (no cardiológico ni respiratorio) de la disnea de los pacientes, es decir, en el aprovechamiento que se hace del O2 a nivel muscular, lo que suponía una potencial diana terapéutica para la mejoría de los pacientes.

Ahora el objetivo es demostrar que un programa de entrenamiento físico estructurado, acotado en el tiempo y diseñado y dirigido por especialistas en entrenamiento físico es capaz de mitigar parte de los síntomas de COVID persistente, sobre todo la fatiga (el más frecuente de ellos, presente hasta en un 58% de los casos) y la disnea (sensación subjetiva de falta de aire, presente hasta en un 24% de los casos).

La mejoría de los síntomas (subjetivos) se acompañaría de una mejoría de la capacidad funcional (objetiva) medida a través de una prueba de esfuerzo cardiopulmonar o ergo-espirometría, que es la técnica de elección para la valoración objetiva de la capacidad funcional, así como discriminar la causa de su deterioro en caso de que exista.

Estudio de intervención

Para ello se realizará un estudio de intervención, prospectivo, aleatorizado, de casos y controles, que debería ser valorado y aprobado por el Comité Ético del Hospital Virgen de la Salud de Toledo.

Los sujetos participantes deben tener entre 18 y 65 años, haber padecido la COVID-19, presentar síntomas residuales persistentes al menos tres meses después de la infección y que alguno de ellos sea o fatiga o disnea; que no presentaran dichos síntomas previamente a la infección; y que acepten libremente su participación en el estudio y firmen el correspondiente consentimiento informado. No podrán participar quienes presenten alguna limitación física o psíquica que les impida participar en un programa de entrenamiento físico o quienes muestren ausencia de compromiso a cumplir el programa de entrenamiento.

La Fundación de Soliss Seguros tiene como prioridad la “recibir, analizar y apoyar aquellos proyectos que puedan ayudar a mejorar la vida de las personas” y el proyecto RECOVER es “de vital trascendencia para mejorar la calidad de vida de muchas personas que siguen padeciendo de manera persistente los efectos de la COVID”.

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