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“Son los futuros líderes los que han tenido que irse fuera a buscar un futuro”

Julián Gómez, coordinador de Juventud de CCOO Castilla-La Mancha

Francisca Bravo Miranda

Julián Gómez Panadero es natural de Albacete y es actualmente el responsable regional del área de Juventud de Comisiones Obreras. Lleva el sindicalismo “en la sangre”, según asegura, ya que su padre ha sido afiliado de base “desde que tengo conocimiento”. Es, actualmente, técnico liberado en el catastro de Cuenca, y trabajador público desde 2007. Entró como responsable sindical dentro de la Federación de Servicios a la Ciudadanía para ayudar paliar los recortes que han afectado aún más, si cabe, a la administración pública, un sector “cada vez más eclipsado”.

 ¿Por qué es sindicalista? ¿Ha participado en otros movimientos?

Me viene de sangre, está claro. Mi padre ha sido afiliado de base de Comisiones desde que yo tengo conocimiento y he crecido con estas inquietudes. En cuanto me ofrecieron ocupar un cargo no dudé en poner un granito de arena más, en especial en el área de Juventud. Antes, cuando vivía en Albacete, también trabajé con grupos a través del Consejo de la Juventud en el Ayuntamiento. Era de esos adolescentes que todavía queda que se interesaban por más.

¿Cómo calificas la situación de la juventud en Castilla-La Mancha?

Lo que estamos viendo es un estancamiento y empobrecimiento de los jóvenes, a lo largo de estos últimos años. Son los que buscan una formación para poder trabajar, y ahora ya no existe ni esa formación ni un trabajo donde un joven pueda labrarse un futuro digno. Desde el sindicato estamos de acuerdo en potenciar que la economía funcione y que los trabajadores tengan buenas condiciones, pero vemos que los jóvenes quedan atrás.

¿Qué pasa con este sector que se va olvidando, como dices?

Lo que nosotros observamos es que cada vez ven más mermada su capacidad. Los jóvenes cada vez tienen más dificultad para desarrollarse, estudiar o tener una profesión. Lo que ocurre es que terminas de estudiar los niveles elementales y te preguntas, siempre, qué es lo que puedes hacer con tu vida. Quieres trabajar y tener algo estable, un futuro próspero, algo cada vez más difícil.

CCOO siempre ha llamado la atención por el número de chicos que han abandonado la región durante la crisis. ¿Cómo afecta esto a la región?

Efectivamente, reivindicamos que se revierta la situación de este gran número de jóvenes que han emigrado, no sólo de estudios superiores sino también de estudios básicos. Son los futuros líderes los que han tenido que irse fuera a buscar un futuro. En el informe de las 153 medidas para el desarrollo del empleo que presentó el sindicato se señala que son unos 17.000 jóvenes los que han marchado, y 10.000 directamente al extranjero. Prefieren irse a quedarse en un país en el que no hay futuro.

¿Qué consecuencias tiene esto?

Lo primero, perdemos la mano de obra más cualificada, los estudiantes universitarios con mayor preparación científica. La región ha perdido así todo ese empuje y así como la posibilidad de potenciar la calidad de vida de la región. Para nosotros es fundamental conseguir el retorno de esta mano de obra para todos los sectores, mirando especialmente a las nuevas tecnologías y la Industria.

CCOO plantea una campaña para instar al retorno. ¿Cómo será?

Iniciaremos una recogida de firmas por los centros educativos y lanzaremos una plataforma digital para ser más ágiles. Queremos pedirle al Gobierno un futuro alternativo, un plan de desarrollo de formación para los estudiantes, bien a través de empresas o bien a través de las propias administraciones o de la universidad. Con esto queremos pactar y buscar a quienes se han ido a buscar su futuro para que vean a lo que se podrían dedicar.

¿Cuáles son los principales problemas laborales que denuncian los más jóvenes, además del desempleo?

Aparte del desempleo, con lo que estamos sensibilizados es con la precariedad laboral. Hay sectores como el de los servicios, la hostelería y el comercio, en los cuales se está potenciando contratos de hasta una hora a la semana. Y, en realidad, son de jornada completa y se camuflan en favor de unas cotizaciones mínimas, y los jóvenes se ven abocados a desarrollarse y emanciparse incluso cuando esto suponga una pérdida de derechos laborales.

De hecho, llevasteis a cabo una campaña para apoyar a los becarios este verano. ¿Qué conclusiones sacaste?

Lo que vimos fue que las empresas cubrían con la figura del becario, a través de una formación supuestamente teórica, un puesto de trabajo en condiciones ínfimas. Nos preocupa que sea gente joven, que trabajaba a jornada completa y si llegaba a tener una propina era agradecido. Además, la parte empresarial llegaba a decir que bastante que te estoy pagando. Con la guía, visitamos empresas de la región para informar de los derechos que se han ganado a pulso de sentencias, que reconocen, por ejemplo, que los becarios tienen que cotizar en la Seguridad Social, incluso cuando uno está formándose en la Universidad.

El empleo es una prioridad, pero, ¿Qué otros aspectos se consideran relevantes a tratar desde su punto de vista?

Como fundamental lo que más trabajamos es el derecho laboral, está claro. Pero también apoyamos los conflictos sociales que afectan a los jóvenes, apoyamos las manifestaciones en contra la violencia de género, por ejemplo. También estamos trabajando en que vuelva el Consejo de la Juventud Regional, un órgano extinto por el Gobierno de María Dolores de Cospedal. Por otra parte, también queremos impulsar alternativas de formación para un futuro de trabajo, como en nuevas tecnologías o para aprender inglés. Colaboramos a nivel regional en la estructura del sindicato a federal y, también, a nivel internacional para ver las estrategias a llevar a cabo entre los jóvenes y potenciar concienciación.

Por ejemplo, la Universidad. ¿Cómo se plantea su relación con el rectorado? ¿Ha tenido algún contacto?

Trabajamos con el sindicato estudiantil y tenemos una colaboración estrecha en apoyo de las distintas campañas que están llevando. Hemos pedido al rector, a través de una carta, una reunión para establecer una colaboración directa que ya tenemos con los trabajadores pero que queremos ampliar hasta los estudiantes. En esta reunión queremos plantear las necesidades que los mismos jóvenes ven en la Universidad y poder garantizar un futuro próspero.

¿Hace falta implicar más la juventud por parte de la Junta? ¿O deben ser los jóvenes los que muestren el interés por la institución regional?

La participación de la población es siempre importante y la visión de la juventud es precisamente una de las que debe evolucionar. El Consejo de la Juventud responde a estas necesidades de este sector, movilizaba y concienciaba a los jóvenes en la región. Por eso tiene que volver, porque estaba bien estructurado y servía para potenciar los movimientos sociales, y debe vincularse también con el Gobierno y las políticas sociales.

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