Logros y carencias de los planes de Castilla-La Mancha para su Red Natura
Con motivo del Día Europeo de la Red Natura 2000, la organización ecologista WWF ha realizado una edición de su Naturómetro para evaluar el grado de cumplimiento de los planes de gestión que las comunidades autónomas ya han realizado en las zonas amparadas por esta protección ambiental comunitaria, ahora denominadas Zonas de Especial Conservación (ZEC). En el caso de Castilla-La Mancha, el informe considera que esta región mantiene una situación “aceptable” pero “necesita mejorar”. Para ello se han analizado hasta 11 planificaciones de la Red Natura, que van desde los Montes de Toledo hasta Sierra Morena, Tablas de Daimiel, Sierra de San Vicente, la Serranía de Cuenca, los Sotos del Río Alberche y la Laguna del Hito, esta última pendiente de participación pública después de que la Junta aprobara su ampliación para impedir la construcción del cementerio nuclear en Villar de Cañas (Cuenca).
Para concretar el análisis de estas medidas, WWF atiende a una serie de variables que considera imprescindibles en las zonas de protección. Así, en primer término establece que en todos los planes de gestión analizados en Castilla-La Mancha, menos en uno, se hace un repaso general de todas las amenazas del espacio, indicando cómo cada una puede afectar a un determinado grupo de especies. Esto no se cumple en el caso del ZEC Serranía de Cuenca, dejando “muchas amenazas sin identificar”.
Sobre si las medidas de conservación abordan todas las amenazas a las que se enfrentan los hábitats, establece que solo se cumple en seis de los espacios: Sierra de Ayllón, Laguna del Hito, Montes de Toledo, Sierra Morena, Alto Tajo y Sierra de Pela. En los restantes, WWF afirma que este aspecto no está bien tratado. Concretamente, en el caso de las Tablas de Daimiel, sus amenazas principales son, según el propio plan, la desecación del acuífero y la contaminación por agroquímicos, pero el primer problema “no está convenientemente abordado” al no concretar la lámina de agua concreta necesaria para solucionar la amenaza.
En cuanto a los objetivos de conservación, el informe establece que los planes de Tablas de Daimiel, Sierra de San Vicente, Alcornocal del Zumajo, Montes de Toledo y Sierra Morena cumplen con el requisito, definiéndose en todos ellos correctamente el estado de hábitats y especies. Por el contrario, en las medidas para la Serranía de Cuenca y la Laguna del Hito no se da este caso, con selección de elementos de conservación “de manera insuficiente” y sin abarcar los hábitats acuáticos.
En la conservación se centra también otras de las variables analizadas. Sobre si este objetivo está definido en términos concretos y cuantificados con números y tamaños, los planes que sí cumplen son los de Sierra de Ayllón, Serranía de Cuenca, Alto Tajo y Sierra de Pela. En el resto, se apunta que los objetivos son adecuados pero “carecen de detalles técnicos y no están cuantificados, a pesar de que existen valores poblacionales y de superficie ocupada”.
La situación varía en el apartado sobre la descripción de especificaciones técnicas para medidas de conservación. En este caso no aprueban ni Tablas de Daimiel, ni Serranía de Cuenca, ni Alcornocal del Zumajo, ni Alto Tajo, ni Sierra de Pela ni Sotos del Río Alberche. Y apunta además que en los restantes cinco planes este requisito se cumple “solo parcialmente”.
Por último, todos los planes suspenden en cuanto a la financiación. Según el Naturómetro, en ninguno de los 11 planes castellano-manchegos analizados se cumple de manera exacta el requisito de identificar las fuentes financieras de las medidas de conservación planteadas. Apunta que se enumeran algunas fuentes públicas o privadas y algunas prioridades, pero “no se especifica cuáles de ellas financiará cada una de las medidas”.