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Sobre este blog

Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.

 

‘Southcliffe’: violencia y dolor en las marismas de Kent

Foto: sunsetagain.deviantart.com

Mario Cerdeño

El estado anímico y mental es muy importante a la hora de enfrentarse a cierto tipo de serie de televisión. Sin duda, ‘Southcliffe’, es una de ellas. Una ficción británica de esas que dejan huella en el alma y en la partes más recónditas de nuestra psique. La mira es testigo de un suceso trágico, aterrador, aleatorio e inexplicable; y, de ahí, es dolor y miedo que produce en el espectador.

‘Southcliffe’ es una miniserie de cuatro capítulos que se estrenó en el canal británico Channel 4 allá en 2013. Mucho ha llovido desde entonces y, quizás, este pequeño drama se pierda entre la marabunta de ficciones que se estrenan cada año. Sin embargo, la serie creada por Tony Grisoni (‘The Young Pope’) logra abrirse paso a través del boca a boca y de la crítica especializada. Su creación ahonda en la pausa, se recrea en el silencio narrativo y aterra en el fuera de campo.

La tranquilidad se rompe en, Southcliffe, una pequeña y tranquila localidad inglesa cuando Stephen Morton (Sean Harris), un ex militar, comete una matanza a sangre fía. Este terrible suceso pilla absolutamente de sorpresa a todos los vecinos; sin embargo, no será así para el periodista David Whitehead (Rory Kinnear) que vivió su infancia en el pueblo, ya que ve cierta parte de responsabilidad en los habitantes por su incomprensión y trato.

El leitmotiv bien lo podría representar la expresión española ‘la gota que colmó el vaso’, ese instante en el que tu mundo raquítico interior se fractura y desmorona, provocando la tragedia: ya sea individual -suicidio- o ajena -asesinato-. Stephen se convierte en el perfecto caldo de cultivo: más de un sueño incumplido, una presión social social adversa y un trato condescendiente por parte de sus vecinos. Una persona inestable que solo busca un poco de trato sincero.

En estos cuatro episodios no se trata de una investigación minuciosa por parte de la policía sino que busca ahondar en el por qué a través de sus vecinos, víctimas y de la prensa local, encarnada en Whitehead. Se aleja de la reconstrucción para entablar una mirada cercana a los habitantes de esta pequeña localidad y, a través de eso, se intentará arrojar un poco de luz a los motivos -si es que los hay- por los que Morton cometió la matanza. La clave está en la gran implicación del periodista, ya que al vivir su infancia en Southcliffe, procesa un gran apego emocional y sentimental: un pasado lleno de recuerdos dolorosos y angustiosos por el bullying sufrido.

El espectador vivirá está violenta y dolorosa historia a través de diferentes puntos de vista que se construyen antes, durante y después de la matanza. Digo vivirá porque Sean Durkin (‘Martha Marcy May Marlene’), su director, se encarga de que seamos completamente partícipes de la escena a través de: planos subjetivos, uso de cámara en mano y del fuera de campo. El ritmo lento y suave acentúa el dolor y la violencia dejando al espectador con un constante nudo en la garganta.

Una atmósfera grisácea, perturbadora y ensordecedora que está acompañada por un fina neblina que tan característica es de las series británicas. Un elemento que combina a la perfección con el tono tétrico y asfixiante en el que se ve envuelto el espectador.

La serie refleja dudas y reflexiones al espectador ya que es difícil afrontar una historia que abre pequeñas brechas sobre la posible culpabilidad social del macabro suceso que, refleja la gran complejidad que tiene ‘Southcliffe’. También se palpa una crítica sobre la guerra y sus heridas, la sociedad, la responsabilidad, la ciudadanía, el odio, etcétera. ¿Se podría haber hecho algo más?¿Era evitable el suceso?

Lo que está claro es que la familia de las víctima se enfrentan a un suceso inexplicable fortuito que les marcará toda la vida. Cada uno de ellos intentarán interiorizar y, de alguna manera, superar la pérdida; aunque, será muy difícil. Los buenos recuerdos, prácticamente a lo único que se pueden agarrar, se convertirán en un arma de doble filo.

La serie tiene un excelente reparto que hace aún más creíble y verosímil esta trágica historia pero cabe destacar el trabajo de tres actores: Sean Harris, Rory Kinnear y Shirley Henderson. ‘Southcliffe’ es una pequeña joya británica que hay que ver en un determinado momento anímicol. Una historia dura y violenta que conjuga la mejor atmósfera british con un texto sólido y un ritmo pausado. Recomendable 100%.

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