Nueva movilización de las brigadas forestales tras diez semanas en huelga
Se cumplen más de dos meses de huelga indefinida de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) en toda España y las movilizaciones de los más de cien trabajadores que están secundando esta protesta en Castilla-La Mancha han llegado a Cuenca, donde se encuentra una de las bases, la de Prado de los Esquiladores. Con ello su suman también al encierro llevado a cabo hace días en la base de La Iglesuela (Toledo) donde estos trabajadores contra incendios decidieron que continuaban con la huelga tras no haber avances en sus peticiones a Tragsa y al Ministerio de Medio Amibente. La manifestación de Cuenca ha estado precedida por numerosos actos de estos trabajadores, que se han reunido con el subdelegado de Gobierno y han instalado mesas informativas.
Los representantes sindicales de CCOO de la base conquense, Carlos Martín y Alfredo Muñoz, han acusado a la empresa pública Tragsa, de la que dependen, de “inmovilismo” y de dilatar las negociaciones hasta que ha concluido la campaña de alto riesgo de incendios. Vuelven a instar a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, a que intervenga y ayude a desbloquear el conflicto que les enfrenta a su empresa. Y es que salvo pequeños avances en la cuestión de la segunda actividad, Tragsa se niega a asumir el resto de reivindicaciones como el aumento salarial y su reconocimiento como bomberos forestales.
“No es de recibo y no cabe en cabeza alguna que hoy por hoy no haya ningún colectivo de servicios públicos que no le saque al menos 200 euros de nómina mensual a un trabajador de la BRIF, que está en primera línea de fuego”, afirman estos trabajadores. Tras estas reuniones, decenas de estos brigadistas forestales han llevada a cabo una movilización por las calles de Cuenca, vestidos con sus uniformes. Esta jornada de actividades ha concluido con la proyección en los Multicines Odeón del documental 'La vida en llamas', de homenaje a los bomberos forestales y donde se refleja cómo es su trabajo diario contra los incendios.
La puesta de largo de esta protestas de las BRIF se produjo el pasado 5 de septiembre en Madrid, cuando cientos de trabajadores protagonizaron en Madrid una ‘Marcha Negra’ para exigir la “dignidad” del colectivo y de “nuestros bosques”. El colectivo comenzó el pasado 27 de julio esta huelga. Contratados por Tragsa, se les aplica el convenio colectivo de esta empresa pública, pero bajo un anexo “claramente discriminatorio”. El colectivo reclama por tanto que se les reconozca como bomberos forestales, así como una formación de cara a acreditar esta categoría profesional.
Otra reivindicación son la elaboración de una segunda actividad real y efectiva que permita a los trabajadores que ya no puedan superar las pruebas físicas que se obligan a pasar cada año y que son excluyentes, ser reubicados en otras tareas de modo que no sean expulsados de la empresa y del servicio, como ya está sucediendo. Reclaman también unas condiciones dignas y acordes al trabajo que se realiza. Cobran el salario más bajo de la tabla salarial del convenio Tragsa, y muchos meses no llegan ni a los 900 euros en plena campaña de extinción. A eso se debe añadir que en periodo de Labores Preventivas ganan 112 euros menos, que es la compensación que se percibe por peligrosidad, turnicidad y disponibilidad, complemento que, desglosado en días, se queda en 3,70 euros.