Pasado, presente y futuro de los nuevos hospitales de Castilla-La Mancha
Con el cambio de Gobierno en Castilla-La Mancha, uno de los primeros anuncios del presidente, Emiliano García-Page, fue la recuperación del sistema sanitario regional existente antes de la legislatura de María Dolores de Cospedal. Este plan incluye, además de la contratación de profesionales del sector, una hoja de ruta para revertir los procesos privatizadores del Ejecutivo anterior en los centros sanitarios de Manzanares, Villarrobledo, Tomelloso y Almansa. Y junto a ello, el impuso a las obras pendientes para los nuevos hospitales de Toledo, Cuenca, Guadalajara, Albacete y Puertollano.
Es en este último punto donde los obstáculos han sido más complicados. En todos los casos las obras de construcción de los nuevos centros o los planes directores fueron paralizados durante la anterior legislatura por considerar el Gobierno del PP que estos proyectos realizados tenían irregularidades o no cumplían con las necesidades de la zona. El caso más significativo en este sentido ha sido el del nuevo Hospital de Toledo, todo un galimatías de paralizaciones, reinicios, pleitos y polémicas políticas que no han dado tregua.
El pasado 11 de abril se retomaron oficialmente las obras de este centro, que tiene como objetivo convertirse en uno de los cuatro mejores de España. Con un plazo inicial de ejecución de 30 meses, lo llevan a cabo las empresas Acciona, OHL y Dragados y mantiene un 85% de la idea original impulsada por el Gobierno socialista de José María Barreda, posteriormente paralizada después por Cospedal. Lo que, según García-Page, supondrá la “mayor transformación urbana de Toledo en décadas” será de carácter público.
En la actualidad, hay grúas, obreros y algo de movimiento en el “esqueleto” ya construido del Hospital. Solo falta por saber si en esta ocasión se cumplirán los plazos y podrán aliviarse las elevadas listas de espera que presenta el Complejo Hospitalario de esta ciudad. De momento, la polémica política no cesa: PP acusó hace unos días a la Junta de “pelotazo” en esta cuestión y el PSOE amenazó con querellarse. Este nuevo centro ampliará su superficie hospitalaria en 15.000 metros cuadrados y dispondrá de 800 camas, con al menos el 50% de las habitaciones individuales
Algo más retrasado parece la construcción del nuevo hospital de Cuenca. En noviembre del año pasado empezaron los trabajos de desbroce, limpieza, cimentación, replanteo y cableado, después de que el Gobierno regional anterior, también en este caso, los paralizara en 2012 cuando apenas se habían ejecutado el 2,7% por ciento de la obra, informa Carmen Izquierdo desde Las Noticias de Cuenca.
En estos momentos se está a la espera de poder soterrar las líneas de alta tensión que imposibilitan que se puedan instalar grúas. En los presupuestos castellano-manchegos de 2016 se han consignado más de 9 millones de euros para este nuevo centro, que se espera que pueda estar operativo en el plazo aproximado de cinco o seis años. La estimación de la inversión total que hace la Junta de Comunidades es de unos 140 millones de euros a lo largo de las distintas anualidades. Con una superficie de 98.000 metros cuadrados, el Hospital Universitario de Cuenca dispondrá de un total de 508 camas, el 78% distribuidas en habitaciones individuales. Además, García-Page anunció que el nuevo centro aprovechará la biomasa procedente de los bosques de la ciudad para generar la energía suficiente con la que proporcionar a las instalaciones calefacción, refrigeración y agua caliente a través de una “experiencia piloto”.
En el caso de Albacete, el lío fue anterior y posterior al actual Gobierno. Lo que en un principio iba a ser la construcción de un nuevo hospital quedó al final en la remodelación del ya existente, que tiene más de 30 años de antigüedad. El proyecto representa el 70% del total de la infraestructura del hospital y se realizará una ‘Fase Cero’ que consistirá en la preparación de la parcela para la disponibilidad del número de metros cuadrados de nueva construcción, así como para el acondicionamiento de los accesos y del perímetro exterior, informa Lourdes Cifuentes desde Albacete Capital.
Dentro del Plan Director ya realizado, un pilar esencial lo constituye la recuperación de la comunicación física con la Facultad de Medicina de Albacete, a través de la pasarela que une ambos espacios. Precisamente, dentro de los presupuestos regionales de 2016, hay dos partidas para este plan director: más de un millón de euros para la redacción del proyecto y 7,5 millones para el inicio de las obras.
No hay fecha de inicio concreta para retomar las obras aunque el presidente regional adelantó que podría ser a mediados del mes de junio. También en este caso, el Gobierno de Cospedal paralizó la adjudicación a la UTE Casares y Candell realizada por el Ejecutivo de Barreda por valor de 72 millones de euros, y al igual que en Toledo, se alcanzó hace poco un acuerdo con estas empresas para que retomaran el proyecto.
Junio es también la fecha que apuntan desde la Junta para retomar las obras del Hospital de Guadalajara, aunque en un principio el Gobierno regional barajó el mes de mayo. De hecho, en respuesta a una pregunta oral en las Cortes, el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández, afirmó que podían retomarse “en cualquier momento”. Según apuntó, el Plan Funcional ya se ha realizado al cien por cien y hay acuerdo con las empresas para que puedan comenzar las obras. De momento, ya se ha acometido aproximadamente el 30% del proyecto.
En este caso, se ha acometido también la ampliación del hospital de día Onco-Hematológico que finalizó en enero y que ha supuesto ampliar la superficie de la sala de quimioterapias, de la sala de espera y del número de consultas. En este centro se administran diariamente alrededor de 60 tratamientos y se atiende a 800 nuevos pacientes anuales, con seguimiento a unos 8.000 usuarios de la provincia de Guadalajara.
Finalmente, en cuanto a Puertollano, el consejero de Sanidad confirmó este año que el nuevo hospital se construirá en la parcela que ocupa el actual complejo sanitario del Hospital de Santa Bárbara, que será demolido tras la finalización de las obras. En el borrador del plan funcional está trabajando un grupo de personas y colectivos sociales para establecer las bases demográficas y las enfermedades prevalentes en el horizonte de 25 años, que determinarán las características de la futura infraestructura.
La alcaldesa la localidad, Mayte Fernández, ha apoyado abiertamente esta decisión tras considerar que hay espacio suficiente para los terrenos y ha sido muy dura con la gestión anterior del PP, criticando que ese gobierno “no hiciera nada” ni en la redacción del plan funcional, ni en los arreglos del hospital actual ni en “simplemente atender a las personas”.