Podcast | Mentoría, buena práctica para el éxito escolar
El proyecto desarrollado en la ciudad de Cuenca ha sido destacado como buena práctica por el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil. En este podcast de La Circular de Radio Diferencia, José An. Montero y Elena Satué conversan con su coordinadora, Mercedes Ávila, la orientadora Patricia Virtudes, la trabajadora social Charo Félix y los estudiantes-mentores Beatriz, Alba y César.
En el bosque pedagógico en el que habita la educación contemporánea no resulta fácil encontrar faros que lleven iluminando durante siglos el camino y, mucho menos, que creen a su alrededor cierto consenso. Desde Platón hasta las influyentes corrientes anglosajonas del educational coaching, tutoring, mentoring o counselling encontramos la referencia constante a Mentor, hijo de Álcimo, amigo de Odiseo e instructor de Telémaco, pues “todos llevamos las semillas de la grandeza dentro de nosotros, pero necesitamos una imagen como punto de referencia para que esta pueda brotar”, en palabras del filósofo griego Epicteto.
Una figura clave en la historia de la Humanidad que recobra su vigencia contemporánea para servir de base al proyecto “Mentoría” liderado por Mercedes Ávila con el que acaba de ser destacado como buena práctica por el Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil, órgano dependiente únicamente de Presidencia del Gobierno de España, que tiene como cometido coordinar las actuaciones dirigidas a luchar contra la desigualdad y la pobreza infantil con un claro objetivo: no dejar a nadie atrás.
En este podcast de La Circular conversamos con Mercedes Ávila, coordinadora del proyecto y profesora de la Facultad de Educación de Cuenca, Patricia Virtudes orientadora en el CEIP San Fernando, Charo Félix, trabajadora social en el CEIP Isaac Albéniz, CEIP Casablanca y CEIP La Paz y los estudiantes del grado de Educación Infantil, César Martínez, Beatriz Marín y Alba Calleja que participan como mentores en el proyecto.
Mercedes Ávila explica que optaron hace seis cursos por impulsar proyectos de aprendizaje servicio, porque consideraron que podría ser una buena práctica profesional para los estudiantes universitarios al mismo tiempo que podían ayudar a la atención a la diversidad del alumnado en los colegios, enmarcándose dentro del convenio en esta materia que mantienen la Consejería de Educación y la Universidad de Castilla-La Mancha.
Durante este curso, el proyecto se ha llevado a cabo en seis colegios conquenses, cinco públicos y un concertado, en una iniciativa en la que han participado una treintena de escolares junto con una treintena de mentores procedentes en su totalidad de los dos primeros cursos del grado de Educación Primaria.
César, Beatriz y Alba hablan de su participación en este proyecto en el que han tomado contacto por primera vez con la realidad de lo que será su actividad profesional. “Es como un golpe de realidad desde el principio de mis estudios. Al principio hubo complicaciones, pero el niño está mejorando poco a poco y comienza a aprobar exámenes”.
La coordinadora del proyecto resalta que no es un proyecto basado exclusivamente en un refuerzo escolar, si no que está basado en la atención personalizada y en los lazos afectivos que se crean entre mentor y pupilo. “No tenemos un horario fijo. Es el mentor, junto al niño y a sus familias los que deciden cuándo y dónde llevar a cabo la mentoría. Esa atención personalizada es lo que hace tan potente a esta forma de trabajo”.
Un proyecto en el que además de implicarse estudiantes y profesores de la Facultad de Educación, es imprescindible la participación de los escolares y de sus familias, coordinados por los profesionales de los colegios, siendo vital la implicación de orientadoras y trabajadoras sociales como Charo Félix o Patricia Virtudes, como enlace entre las familias, colegios y mentores. En el éxito del proyecto resaltan la importancia de ser “muy individualizado y se adapta muy bien a la diversidad que presentan tanto los niños como las familias. Nos cuentan los vínculos que van estableciendo con sus mentores al mismo tiempo que notamos como van mejorando en sus resultados académicos”.
Un proyecto que ha sido destacado como buena práctica educativa por el Alto Comisionado contra la Pobreza infantil del Gobierno de España, por sus resultados y por ser fácilmente replicable en cualquier ciudad que disponga de una Facultad de Educación. Los próximos objetivos de “Mentoría” son, en palabras de Mercedes Ávila, “que sea un proyecto con vocación a largo plazo. Nos gustaría que el mentor que ha acompañado al niño en quinto, acompañe al mismo niño en sexto y, si es posible, también en su transición a la educación secundaria”, y por otro lado, que la iniciativa se extienda a más colegios de la ciudad de Cuenca y de su provincia, en un ámbito tan sensible como el rural, al mismo tiempo que pueda comenzar a ser replicado en otras ciudades que cuenten con Facultad de Educación.
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