“Indignación” en Castilla-La Mancha tras el intento de Mazón de comparar lo ocurrido en Valencia y Letur por la dana
El presidente del Gobierno valenciano, Carlos Mazón, aseguró anoche en una entrevista que emitió la televisión pública valenciana À Punt, para eludir su responsabiblidad sobre la trágica dana que costó 229 vidas en la provincia de Valencia, que el presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, tampoco estuvo en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) teniendo aviso rojo por lluvias y “nadie le preguntó dónde estaba”.
Mazón recurrió ayer a un mensaje que intentó comparar lo ocurrido en la Comunitat Valenciana con lo sucedido en Letur, en la provincia de Albacete y lo hizo sin escatimar en la difusión de mentiras y bulos. El jefe del Consell lamentó incluso una supuesta vara de medir diferente para ambos presidentes autonómicos.
Fuentes de la Presidencia de Castilla-La Mancha han reaccionado con “indignación” a las palabras del president valenciano y aseguran que “las dos cosas que dice Mazón son falsas”. En este sentido, según abundan, “es falso que hubiera alerta roja y es falso que, por tanto, se montara ningún Cecopi”, en la localidad de Letur.
En las redes sociales también se están publicando mensajes poniendo en evidencia los bulos del presidente valenciano.
En realidad, en Albacete lo que hubo fue un aviso naranja por parte de AEMET y lo que se habilitó en la tarde-noche del martes 29 de octubre fue el colegio tanto para albergar a unas 40 personas y también a los miembros del puesto de mando avanzado (PMA), tras la riada de agua que, en dos olas, y durante unos diez minutos, atravesó la rambla del arroyo de Letur que discurre por el casco antiguo, habitualmente seca, aunque canalizada.
El agua procedía de una zona elevada, “ya en la provincia de Murcia”, señalan desde la Junta de Castilla-La Mancha. Ni siquiera llovía, según los testimonios de aquellos momentos que hablan de una especie de lengua “marrón” que arrasó una parte del pueblo.
El 29 de octubre el presidente castellanomanchego había suspendido su agenda. Desde el Gobierno castellanomanchego aseguran que “el episodio de Letur fue imprevisto y repentino”, que horas antes de lo ocurrido la AEMET activó el aviso naranja y que en paralelo la Junta de Castilla-La Mancha decidió hacer lo propio con el Plan Específico ante el Riesgo por Fenómenos Meteorológicos Adversos (METEOCAM) en fase de alerta. La activación se produjo por “las lluvias intensas” que se esperaban en la provincia de Albacete, y más en concreto en la comarca de Alcaraz y Segura.
Según sostienen las mismas fuentes del Ejecutivo castellanomanchego hasta el propio Emiliano García-Page “avisó al 112 porque le llegaron vídeos de amigos personales desde Letur”. Ese día por la tarde, explican, no se podía acceder al pueblo. “Nos avisaron, no se podía llegar” y el desplazamiento hasta la localidad albaceteña del presidente de Castilla-La Mancha no se produjo hasta el 30 de octubre. “Al día siguiente por la mañana ya estábamos allí, y con las familias de los desaparecidos”. Se desconocía el paradero de seis personas cuyos cuerpos fueron encontrados, sin vida, a lo largo de intensas jornadas de búsqueda en los días posteriores.
“En el resto de los municipios de la comarca no hubo ningún incidente de consideración con la misma alerta naranja”, zanjan fuentes del Gobierno de Castilla-La Mancha, que insisten en lo “inesperado” de la situación y que critican las palabras de Carlos Mazón intentando comparar “tanto lo ocurrido como la actitud de los presidentes”.
La lluvia y las inundaciones se cebaron con Letur, pero también con otros puntos de la comunidad autónoma. En Mira (Cuenca) una mujer falleció víctima de la riada ese mismo 29 de octubre de 2024, la séptima en Castilla-La Mancha. Los daños materiales fueron cuantiosos. Algo que también se repitió en Landete o en Villel de Mesa, ya en Guadalajara.
2