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Huelga en el sector del calzado: “En la pandemia apechugamos, ahora les toca a las empresas”

El sector del calzado va a la huelga este 1 de diciembre

Elena Martínez Vázquez / Francisca Bravo Miranda

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Unas 5.000 personas trabajadoras de las comarcas de Almansa en Albacete y de Fuensalida-Portillo en Toledo están llamadas a la huelga general en el sector del calzado convocada este jueves, 1 de diciembre, por CCOO y UGT para reclamar a las patronales un convenio colectivo justo tras no alcanzar un acuerdo. El convenio está pendiente de renovación desde el pasado enero en el ámbito estatal y afecta a unas 30.000 personas entre estas poblaciones castellanomanchegas y otras en Alicante y en Arnedo (La Rioja).

Los sindicatos aseguran que el convenio colectivo de la industria del calzado tiene el “lamentable honor” de ser el segundo convenio estatal con peores retribuciones salariales y con las jornadas más altas de la industria y eso a pesar de varios meses consecutivos de crecimiento en su producción industrial.

Una trabajadora del calzado en Almansa, que prefiere mantener su anonimato, explica que lleva en el sector 25 años. Se suma a la huelga porque, dice, “no estamos pidiendo nada del otro mundo, simplemente queremos que lo que sube la vida nos repercuta en el sueldo. Tenemos que pagar alquileres, hipotecas, comida, luz, entre otros gastos y los sueldos siguen estancados, es imposible”.

Venimos de una pandemia donde todos hemos ‘apechugado’, dejando vacaciones y echando horas porque era lo que había que hacer en ese momento. Ahora le toca responder a las empresas

Una trabajadora del sector calzado en Almansa

Su cometido diario es unir las piezas del zapato para que puedan coserlas bien. “Ahora estamos con la temporada de verano, entrando a las 6:30 de la mañana hasta las 15:00 horas, aunque luego cambia el horario y trabajamos por las tardes. Venimos de una pandemia donde todos hemos ‘apechugado’, dejando vacaciones y echando horas porque era lo que había que hacer en ese momento. Ahora le toca responder a las empresas porque habrá familias que no lleguen a final de mes”, añade la trabajadora.

Los sindicatos piden acabar con la precariedad

CCOO reclama que los trabajadores y trabajadoras del sector del calzado no pierdan poder adquisitivo y acabar de una vez por todas con la precariedad del sector. En la tarde del martes trabajadores y familiares del sector en Almansa (Albacete) se echaron a la calle mientras se negociaba in extremis. El último cartucho antes de la huelga.

Más de un centenar de vehículos participaron en una 'caravana’ como medida de protesta y para reclamar “dignidad”. Poco después se confirmaba que la huelga seguía adelante. Carlos Navalón, representante de CCOO Industria en la Mesa estatal del Calzado explica que, tras no haberse alcanzado un acuerdo con la patronal en la mediación que tuvo lugar este miércoles, pedirán un convenio para tres años que recoja incrementos salariales anuales así como una cláusula que garantice el poder adquisitivo a trabajadores y trabajadoras. 

A poco más de un mes de acabar el año, los sindicatos sostienen que los representantes patronales en la mesa de negociación ya habían abortado la semana pasada cualquier posibilidad de acuerdo y forzaron la convocatoria de huelga. Frente a las exigencias de la parte empresarial, los sindicatos no están dispuestos a renunciar a que se garantice el poder adquisitivo de los trabajadores y a mejorar las condiciones laborales y sociales en un sector que, insisten, destaca entre todas las industrias manufactureras españolas por sus bajos salarios y por sus altas jornadas anuales. 

“Abocados” a la huelga

La mediación “obligatoria” antes de la huelga, recuerdan los sindicatos, quedó ayer en agua de borrajas. Al término de la reunión “la patronal nos planteaba que no nos pueden dar más de 12,5 puntos en la subida salarial, pero si estábamos de acuerdo nos reducirían la jornada de trabajo 4 horas anuales. Una situación que nos aboca a la huelga ”, asegura Navalón.

Y es que la patronal ofrece un 4,5% desde julio para 2023, 2,5% para el año 2024 y un 2% para el 2025. Un total de 12,5 puntos con una cláusula de revisión de 2,5. “Nosotros pedimos un 5% desde julio, un 4% para 2023, un 3% para 2024 y 2025, en total 14 puntos”, dice el responsable sindical. Su exigencia pasar por garantizar la subida con el IPC real porque no “sabemos cómo irá la inflación. Todo pasa por garantizar el poder adquisitivo”, añade. 

Lo del sector calzado, “es algo muy precario”

Juan Luis Tomás es asesor sindical de UGT en Almansa y comarca, pero realmente se ha dedicado toda su vida al calzado. “Vengo de zapatero de cuna”, resalta. Por eso, el sindicalista conoce bien el sector. “Siempre ha sido lo mismo. Somos el segundo convenio estatal más barato que hay ahora mismo en España y tenemos las horas extra incluidas en el sueldo. Si le quitas las extras, en la categoría máxima de oficial primero se roza el Sueldo Mínimo Interprofesional”, constata. 

Lo resume: “Es algo muy precario”. Además, resalta que siempre se ha negociado por debajo del Índice de Precios de Consumo. “Siempre han alegado que no tienen ganancias, que no hay faena y siempre escurren el bulto”, alega Tomás. Por eso, explica, “hemos hecho un llamamiento enorme” a sumarse a la única jornada de huelga a todos los zapateros de España. 

Reducción de la jornada anual en 12 horas

Exigen una reducción de la jornada anual en 12 horas y el 100% el primer día de baja por incapacidad temporal, quitar el tope a partir del cuarto mes, un aumento del plus de distancia porque “está obsoleto” y la regulación del contrato fijo-discontinuo. En referencia a estos temas, “nos comunican que no van a entrar a regular y tampoco quieren aprobar esa subida, nos avocan a la huelga si o si”, dice Navalón  

“En gran medida, el éxito de la huelga de este jueves no solo afectará a las empresas, las trabajadoras y los trabajadores del Calzado de Elda, de Arnedo, de Fuensalida o de Almansa, sino a también a los del resto de los sectores económicos de estas localidades”, indica Carlos Navalón.

“Estamos haciendo asambleas en todos los centros de trabajo llamando a la huelga y contamos con el respaldo muy mayoritario de las plantillas. Estamos organizado los piquetes y la respuesta de las trabajadoras y trabajadores está siendo muy positiva. Pero también estamos haciendo pegadas de carteles en los que pone ‘01Dic2022 Cerrado por huelga’; y sabemos que llegado el día de la huelga no solo estarán en las empresas del calzado, sino también en muchos otros establecimientos comerciales y hosteleros de Almansa y su comarca”, añade el responsable. 

“Una situación insostenible” 

La trabajadora almanseña también destaca que es un sector donde “nunca” se ha subido el salario y ahora “estamos en una situación insostenible”. Y no se trata solo de reducir las jornadas laborales sino de disponer de cierta flexibilidad en el trabajo. “Echamos horas y nos las pagan en vacaciones cuando a la empresa le parece bien. Podemos echar 180 horas al año y luego dejarlas para que las compensen como la empresa quiera. Queremos más flexibilidad”. 

“El problema es muy sencillo: si tienes uno o dos hijos, vas apurado a fin de mes. El malestar que se genera es muy grande. Vas pidiendo adelantos, se van solapando y lo que se crea es un clima rancio en la mayoría de las empresas”, reflexiona Tomás. Y esto, recuerda, dentro de un sector que ha sido “el más importante” de localidades como Almansa durante “muchísimos años”. “Es un zapato artesano de muchísima calidad que la mayoría se exporta a países árabes, China o Estados Unidos”, recuerda el asesor sindical. 

El precio de estos productos puede llegar a superar, incluso, los 300 euros, señala. Por eso, se exige que el empresariado repercuta en el precio de los productos no sólo la subida de materiales, sino también de los salarios. “No podemos ser siempre trabajadores y trabajadoras los perjudicados”, recalca. Y es que, lamenta, no ha habido “entendimiento, espíritu de negociación” con la patronal. “Han exigido siempre porcentajes bastante más bajos que los propuestos. Siempre estamos perdiendo poder adquisitivo quienes trabajamos en el calzado”, remata.

“Se están utilizando mal los contratos fijos-discontinuos”

Otra de las críticas tiene que ver con el hecho de que “se están utilizando mal los contratos fijos-discontinuos”. Explican que el trabajo en este sector se divide en dos temporadas, la de invierno y la de verano. En esta última hay más trabajo ya que se confecciona el calzado de invierno. Entre una temporada y otra los trabajadores se suelen ir al paro y, entonces, ¿qué ocurre? 

Los sindicatos denuncian que las empresas “van a la carta” con este tipo de contrato y que los empleados “pueden irse a paro en cualquier momento que a la empresa le venga bien. Esto se debería de controlar mucho más”, resaltan los representantes de los trabajadores, porque esta circunstancia genera mucha tensión entre empleados y empleadores. “Siempre hay un tira y afloja”, así que ahora, dicen, “solo nos queda pedir lo que nos pertenece. Ya que echamos nuestras horas, queremos un salario y acondiciones acordes”, incide la trabajadora. 

“Nos consta que muchos empresarios están por dignificar el sector”

Navalón cree que el acuerdo es posible. “Nos consta que muchos empresarios del calzado de nuestra zona asumen las reivindicaciones de sus plantillas y quieren el acuerdo. Y no son los únicos empresarios que, como nosotros, están por dignificar el sector”.

En la mesa de negociación, añade, los representantes patronales que “imponen sus criterios son justamente los que tienen menos conciencia social, los que pretenden eternizar en sus fábricas y en todo el sector los bajos salarios y las peores condiciones laborales. Como si no supieran sacar adelante sus empresas más que a costa de explotar a sus trabajadores y trabajadoras”, lamenta Carlos Navalón.  

Ahora confían en que, tras el 1 de diciembre, las cosas empiecen a cambiar. “Por un convenio digno, por unos salarios dignos, por unas condiciones laborales dignas, llamamos a los trabajadores y las trabajadoras del calzado de las comarcas de Almansa y de Fuensalida-Portillo a secundar masivamente la huelga de este jueves”.

“No tenemos más margen”, argumentan los empresarios

José María Escrigas, portavoz de las Federación de Industrias del Calzado Español durante las negociaciones, ha resaltado que “ya hemos dicho que el calzado da de sí lo que da” y recuerda que en este sector, “no somos industrias financieras, sino manufacturera. Los salarios se corresponden con las posibilidades del sector con un producto muy competitivo en países en vías de desarrollo. Es algo que es conocido”, asegura en conversación telefónica con este medio. 

 “Pagamos lo que el sector puede. ¿Los sueldos no son adecuados? Nadie considera que su sueldo es adecuado”, recalca. Eso sí, concede que las jornadas son de las “más elevadas”, pero también recuerda que se han ido reduciendo “año a año”. “Se debe entender la peculiaridad del sector, es una industria con mucha mano de obra y el salario tiene mucha incidencia en el valor del producto. Las empresas dan de sí lo que pueden”, remata. 

Escrigas recuerda que se han puesto sobre la mesa siete ofertas frente a las siete contrapropuestas de la representación de los trabajadores. “Siempre dejando claro que no podíamos garantizar este poder adquisitivo, no estamos en condiciones. No podemos vincular los salarios al alza de los precios, es imposible. Pero intentamos garantizar lo máximo dentro de nuestras posibilidades”, recalca. “Nosotros creemos que se debe topar el alza del IPC cuando finalicen los años del convenio y ellos no. Eso es finalmente lo que nos diferencia”.

Además, lamenta que la convocatoria de huelga estaba ya planteada mientras se negociaba la última contrapropuesta, que era “la más elevada”. “Nos dejaron totalmente desconcertados, pero ya sabían que habían pedido la mediación del servicio interconfederal”, apunta. 

 “Hemos llegado al borde del precipicio. Es decir, damos un paso más y nos caemos. No hay margen”, remata Escrigas.

Alrededor de 5.000 personas afectadas en Castilla-La Mancha

En esta industria trabajan en estos momentos unas 33.000 personas en toda España, que realizan su trabajo en empresas reconocidas como Arneplant, Fluchos, Callahan, Moron, Fal y Pitillos en La Rioja; Pablosky, Baerchi, Joma, Legar, Hergilza y Eladio Martín en Fuensalida; Creaciones SW, Pedro García, Magrit, Manufacturas Newman, Panama Jack, Pikolinos y Mustang en Alicante y SBA Factory, Sendra, Pertini, Martinos Forma, Lorens y Milan Classic en Almansa.

Son muchas familias que dependen de esa subida salarial. Según CCOO, “estamos hablando de salarios que ahora mismo en fabricación se distribuyen en cinco niveles y el nivel uno planteamos en quitarlo porque está en 14.500 euros anuales y el nivel más alto en 16.300. Esto indica que son salarios bajos con 1.788 horas anuales, lo que lo sitúa en el segundo puesto de la industria por detrás del sector de embotellado”, destaca el responsable. 

El sindicato se niega no solo a que se mantenga una de las jornadas anuales de trabajo más altas del ámbito industrial sino que exige que se complemente el accidente laboral más allá de los cuatro primeros meses, que se incremente el kilometraje y que se pague la flexibilidad laboral.

Además, Navalón añade que el sector está “muy envejecido” por lo que hay que hacerlo atractivo para la gente joven. Algo que se complica teniendo en cuenta las actuales condiciones laborales. Se trata de un trabajo artesanal donde se necesita mucho aprendizaje que los y las trabajadoras creen que no se valora.

Detrás del sector hay miles de familias. “Si se hunde la industria del calzado en Almansa, se hunde el municipio porque la mayoría de personas vivimos de este sector”, concluye la trabajadora almanseña.

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