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Ruidosa protesta en El Pedernoso contra la ampliación de la subestación eléctrica

Protesta y cacelorada en El Pedernoso / Ecologistas en Acción

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El enfado de vecinos de El Pedernoso (Cuenca) va en ascenso contra la ampliación de la subestación eléctrica de la localidad y la “pasividad” de Iberdrola, su propietaria, a las demandas ciudadanas. Casi un centenar de ciudadanos de esta localidad han vuelto a protagonizar una protesta frente a las instalaciones de la compañía eléctrica, mostrando su rechazo mediante el ruido de cacerolas, sartenes y otros enseres, y con el apoyo de Ecologistas en Acción.

Concretamente, exigen a Iberdrola, no solo que paralice la ampliación de la subestación, sino que la traslade lejos de unas viviendas que estaban ahí antes de la instalación industrial. Se basan, entre otras cuestiones, en el hecho de que las medidas realizadas por técnicos de la Diputación de Cuenca establecen que los niveles de las radiaciones electromagnéticas casi triplican los máximos fijados en la normativa.

De hecho, este movimiento está planificando nuevas acciones, como constituirse en plataforma ciudadana para “fortalecer y ampliar” la base social de los movilizados, invitando a todo tipo de asociaciones de la localidad. En segundo lugar, volverán a realizar caceroladas con periodicidad quincenal en los próximos meses: la próxima protesta será el 20 de junio, los días 4 y 18 de julio, y el 22 de agosto.

También van a a solicitar al Ayutamiento de El Pedernoso la suspensión de las licencia de obra para la ampliación de la subestación hasta que no se aclare si los niveles de radiación electromagnética están dentro de la legalidad. En la actualidad,los afectados están a la espera de recibir el expediente del proyecto, que fue solicitado al Consistorio municipal el pasado 18 de mayo.

En el manifiesto de este movimiento vecinal y ecologista, se recoge el malestar “creciente” ante la “pasividad” de Iberdrola, “insensible ante el sufrimiento de los vecinos, sobre todo los más cercanos a la instalación”. Explican que lo único que plantea la empresa es poner una pantalla de bloques de hormigón, que no satisface a los vecinos. Por eso exigen como única trasladar la subestación a una zona alejada de las viviendas, algo que la compañía, como multinacional, “se puede permitir”.

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