El SESCAM se “compromete” a crear un grupo de trabajo para el diagnóstico de enfermedades profesionales
CCOO ha pedido al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) la puesta en marcha en la Comunidad Autónoma de un grupo de trabajo para impulsar el protocolo de diagnóstico de sospecha de enfermedades profesionales. Así lo han hecho en una reunión mantenida entre las secretarias de Política Institutcional y Salud Laboral, Raquel Payo, y de la Federación de Sanidad de CCOO, Chelo Cuadra, con con la directora gerente del Sescam, Regina Leal; el director general de Recursos Humanos del Sescam, Íñigo Cortázar, y el director general de Atención Primaria, Javier Carmona.
El SESCAM se ha “comprometido” a crear este grupo sobre el diagnóstico de sospecha de enfermedades profesionales, constituido por todos los agentes implicados en la materia. Se trata de una “reivindicación sindical histórica, que ha de permitir dar un impulso al reconocimiento de enfermedades profesionales en Castilla-La Mancha”, donde el sindicato insiste en denunciar el “infraregistro” existente.
La puesta en marcha de este grupo de trabajo debe servir para “dejar de estar a la cola en el reconocimiento de enfermedades profesionales”, ha apuntado el sindicato. Así, CCOO recuerda que durante el año 2020 se ha producido en la región un desplome en la notificación de enfermedades profesionales, con un total de 483 partes comunicados por enfermedad profesional, frente a los 612 registrados en 2019, lo que supone en términos porcentuales una caída del 21%.
Para CCOO de Castilla-La Mancha el impulso del protocolo del diagnóstico de sospecha de enfermedades profesionales es importante para que las personas que las sufren tengan reconocidas sus prestaciones, así como para evitar la sobrecarga de las listas de la Seguridad Social con enfermedades que son de origen laboral, pero que en la práctica se tratan como contingencias comunes, siendo asumidas por el servicio público de salud y causando un perjuicio tanto económico como asistencial.
El sindicato reclama que desde la atención primaria a todas aquellas personas que presenten dolencias relacionadas con una exposición laboral se les derive a las mutuas. El médico debe emitir un diagnóstico de sospecha del posible origen laboral, trasladarlo a la autoridad sanitaria y esta a su vez a la mutua. También han insistido en la necesidad de facilitar la formación del personal médico de atención primaria, así como su coordinación con el servicio de prevención de la empresa de su paciente como con la mutua, de forma que a esta última le resulte mucho más complicado, si no imposible, dejar de reconocer el origen laboral de la enfermedad y, en consecuencia, asumir las responsabilidades asistenciales y económicas que le correspondan.
Por otro lado, ante el anuncio de que el Consejo de Ministros de este martes aprobará el reconocimiento de la COVID-19 como enfermedad profesional para los sanitarios, una situación hasta ahora reconocida como contingencia profesional derivada de accidente de trabajo, CCOO lo considera una buena noticia, “sin duda un avance importante este reconocimiento, que ha sido una reivindicación de CCOO desde el inicio de la pandemia”.
Para el sindicato es fundamental que este reconocimiento de la COVID como enfermedad profesional venga directamente relacionado por la exposición al riesgo a la que están expuestas todas las personas que trabajan en el sector sanitario y no se defina por otros criterios.
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