Buscando a los desaparecidos en la batalla de Sigüenza: “Quiero encontrar a mis tíos, pero también a todos los fusilados”
Isabel lleva toda su vida buscando a sus tíos. Eran tres. Francisco, Agustín y Carmelo Marín Martínez. Salieron a combatir en la guerra civil y nunca más volvieron. Son tres de los más de 150 republicanos desaparecidos tras la batalla de Sigüenza, un episodio relevante en el desarrollo de la contienda en la provincia de Guadalajara con la catedral como símbolo. El 16 de octubre de 1936, el bando franquista detuvo a un gran número de combatientes republicanos que se encontraban refugiados en el templo catedralicio. Fue el bando republicano el primero en llegar a la ciudad, mientras que los 'nacionales' estuvieron acompañados incluso por bombardeos alemanes. La catedral de Sigüenza se convirtió en una suerte de fortaleza hasta que los republicanos fueron hechos prisioneros.
Tras años de investigaciones, el Foro por la Memoria de Guadalajara ha detectado que hay un total de 157 prisioneros republicanos que han “desaparecido”. Los investigadores de la asociación han comparado dos listas de prisioneros de esta batalla. La primera incluye hasta 591 personas, entre miembros de milicias republicanas y de personas refugiadas que fueron a buscar cobijo a la catedral de Sigüenza. Es la denominada 'Relación general de los entregados en la catedral y llevados al teatro'. En la segunda lista, 'Relación nominal de los individuos prisioneros de guerra, procedentes de Sigüenza, detenidos en esta prisión a disposición del Excelentísimo Señor general Jefe de la División de Soria, con expresión de su naturaleza, vecindad, edad y profesión de los mismos, ingresados en la misma el 17 de octubre de 1936', sólo hay 333 nombres. Y no todos coinciden con los de la lista anterior.
De este modo, el Foro por la Memoria ha llegado a la conclusión de que cabría la posibilidad de que se trate de víctimas de crímenes de lesa humanidad. Y por eso, trata de localizar sus restos, en paradero desconocido hasta ahora. Y los buscan fuera de Castilla-La Mancha, concretamente en la última exhumación llevada a cabo por la Asociación Memorialista Recuerdo y Dignidad en la provincia de Soria. Ambas organizaciones memorialistas llevan años colaborando en esta búsqueda.
El pasado 29 de mayo, la asociación soriana comenzó los trabajos que culminaron con la localización de una serie de fosas comunes en el cementerio de Las Casas. Se abría así una “vía de esperanza” para la localización de los cuerpos. Como ha ocurrido con otros trabajos de exhumación y localización de fosas comunes por parte de la Asociación Recuerdo y Dignidad, se han abierto diligencias judiciales con las que se “abre una vía de esperanza”.
“Mi abuela nunca ocultó lo que pasó”
Maribel Dorado Marín forma parte del grupo de familiares que las organizaciones han podido localizar en el proceso de búsqueda de todas estas personas desaparecidas. Francisco, Agustín y Carmelo eran hermanos de su madre. El más pequeño tenía sólo 18 años cuando desapareció. “Mi abuela nunca ocultó lo que pasó. Ella hablaba de sus tres hijos que fueron al frente y nunca volvieron”, resalta. Su abuelo se dedicó a recorrer los frentes cercanos a Madrid para intentar localizar a sus hijos y en un momento de su búsqueda, sufrió un infarto. “El forense le dijo a mi abuela que había sufrido un sufrimiento muy grande. Y mi abuela se quedó sola con sus cinco hijos”, señala.
Hoy en día sólo queda vivo uno de sus tíos. En 1936 tenía cuatro años. “He visto a mi abuela y a mi madre sufrir por sus hijos y por sus hermanos. Mis tíos tienen que reposar junto a mi abuela, que era lo que ella quería. No es lícito que algunas personas tengan a sus familiares enterrados y otros los tengamos tirados en cunetas o comidos por las alimañas”, afirma, emocionada. Dice haber heredado el duelo de su abuela y que ha sido eso lo que le ha impulsado a seguir una búsqueda que parecía no tener fin. “No teníamos los medios. No encontrábamos respuestas”.
Hasta que dio con el Foro por la Memoria de Guadalajara. Les contó la información que tenía: que dos de los hermanos se habían ido a Sigüenza y un tercero al frente de Talavera de la Reina, en Toledo. De este, el mayor, no saben nada. Pero tienen esperanza de encontrar los restos de los otros dos. “Mis tíos pueden estar en Soria, pero no sabemos en qué sepulturas. Mi labor es localizar a mi familia. Quiero encontrar a mis tíos, pero también a todos los fusilados”, explica Dorado Marín. “Independiente de lo que pase con la búsqueda de ellos, yo quiero contribuir a encontrar al mayor número de personas posible. Todo el mundo tiene derecho a que se dignifique la memoria de sus seres queridos”, remata.
Posibles crímenes contra la humanidad
El presidente de Recuerdo y Dignidad, Iván Aparicio, explica que la prospección del cementerio de Las Casas, en Soria, es el resultado de muchos años de investigación, puesto que sólo se pueden abrir fosas si los familiares lo reclaman. Las tareas llevadas a cabo entre mayo y junio de este año, se realizaron a petición de la mujer de una de las posibles víctimas, que ya no vive, y gracias a una subvención de la Junta de Castilla y León y la ayuda del Ayuntamiento. “Necesitábamos cuantificar la magnitud de lo que había en el cementerio, porque tenemos referencias de hasta cien asesinatos, por lo que se hizo prospección en los dos huecos que los vecinos habían respetado”, señala.
Aparecieron los cuerpos de siete personas en una primera fosa común. “El juzgado dijo que debían exhumarse y así hemos logrado que se pronunciase la justicia. Vino también una forense y a partir de ahí se ha judicializado esta causa”, señala. Es la quinta causa que la asociación logra que llegue hasta los tribunales, por presuntos crímenes contra la humanidad. “Conseguimos la presencia de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en el momento de encontrar los restos y entonces interpusimos la denuncia”, explica. Aparicio recuerda que en una de las causas que Recuerdo y Dignidad ha abierto han declarado familiares, y ha estado tres años abierta, hasta llegar al Tribunal Supremo.
“Llegamos al cementerio de Las Casas con la idea de que había 40 vecinos de la provincia de Soria, y además, cerca de medio centenar de víctimas de la catedral de Sigüenza, repartidas entre dos sacas”, explica. En una primera valoración, siempre como hipótesis, los cuerpos encontrados se corresponderían más bien con personas de la provincia de Soria, debido a las ropas que vestían. “Pero vamos a mirar también en los muros donde pudiera haber más cuerpos, y que probablemente pudieran ser los de Sigüenza. Todo son hipótesis y debe comprobarse cuando entremos en las labores de exhumación”, concluye.
0