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El Supremo celebrará una vista por la sanción a una fiscal en Toledo a la que se pidió trabajar embarazada de riesgo

Juzgados de Toledo

Europa Press

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La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo (TS) celebrará el próximo 11 de octubre una vista sobre la demanda de una fiscal a la que se sancionó con 1.500 euros por “retrasos injustificados” en su trabajo, después de que el fiscal jefe provincial de Toledo, Antonio Huélamo, la pidiera seguir trabajando desde casa para ventilar los asuntos pendientes, a pesar de que ella le había comunicado que le habían dado la baja por embarazo de alto riesgo.

Así consta en una resolución del pasado jueves, a la que ha tenido acceso Europa Press, donde la Sala Tercera admite las pruebas documentales y testificales propuestas por la fiscal recurrente, incluida la de Huélamo, fijando para su práctica el 11 de octubre.

La fiscal recurrió ante el Supremo con el objetivo de que el alto tribunal anule la citada sanción por infracción grave, que se le devuelvan los 1.500 euros de la multa fijada y que declare que se vulneraron sus derechos.

El recurso, al que también ha tenido acceso esta agencia de noticias, denuncia “una gravísima situación de acoso por razón de género” contra dicha fiscal, que habría comenzado en junio de 2021, cuando acudió al despacho de Huélamo para informarle de que el médico le había dado una baja por embarazo de alto riesgo.

Según el recurso, “una vez recibida la noticia”, la conminó a “seguir trabajando en su casa, a fin de despachar su lote, pese a dicha situación de baja por embarazo de alto riesgo y con pleno conocimiento de que la orden dada era absolutamente ilegal”.

En respuesta, la fiscal envió al día siguiente un correo electrónico a la Inspección Fiscal, dado que “no entendía por qué debía trabajar estando de baja”. La inspectora jefe contestó con un documento que tenía como destinatario a Huélamo donde “se va por las armas” señalando que “la distribución de trabajo corresponde a los fiscales jefes”, así como “el deber de trabajar con prontitud y eficacia”.

“Una orden manifiestamente ilegal”

Poco después, ya en julio de 2021, “con una conexión temporal total”, Huélamo comunica “unos supuestos retrasos en la tramitación de diversos expedientes judiciales” por parte de la fiscal, “cuando hasta la fecha nunca había tenido queja del trabajo desempeñado por la misma”.

En este sentido, el recurso incluye la transcripción de la conversación que tuvieron en el despacho de Huélamo, donde “resulta evidente que el fiscal jefe reconoce ante la fiscal que la misma lleva un lote de asuntos del que debería encargarse más de un fiscal, por la sobrecarga de trabajo que conlleva”.

Con todo, para los abogados de la fiscal, resulta evidente que “se le abre expediente disciplinario y se le sanciona por haberse atrevido a cuestionar una orden manifiestamente ilegal del fiscal jefe”.

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