Trabajadores, usuarios y sindicatos rechazan “frontalmente” el ERE de Fundación CCM
Comisiones Obreras ha anunciado su rechazo “frontal” al ERE extintivo de la Fundación Caja Castilla-La Mancha, que supondrá el cierre de centros culturales y de mayores y que afectará a 18 trabajadores y trabajadoras. El sindicato ha llegado a señalar que los despidos pueden ser ilegales, ya que el organismo cuenta con patrimonio suficiente para mantener los puestos. Los centros afectados son los culturales y de mayores de Albacete, Toledo y Cuenca, además del Palacio de Benacazón en la capital autonómica y la Finca Albadalejito en Cuenca.
CCOO ha querido denunciar también la gestión realizada por el Patronato de la Fundación y de su Presidente, haciéndolos responsables de las extinciones de contratos que supone el ERE, así como de la desaparición de los servicios que ofrecía la Obra Social y Cultural de la Caja Castilla-La Mancha. Así lo ha afirmado en un comunicado Carlos Genillo, responsable de la Sección Sindical de CCOO en el Grupo Liberbank. El grupo municipal de Ciudadanos en Albacete también ha condenado la gestión del Patronato.
El sindicato ha señalado también que la nueva Administración regional debe renovar “urgentemente” sus representantes en el Patronato de la Fundación y también revertir la decisión que ha tomado la organización actual. “Tras la desaparición del modelo de cajas, cuya finalidad era social, entendemos más necesaria que nunca la labor de la Fundación, heredera de la Obra Social y Cultural de Caja Castilla-La Mancha”.
Los trabajadores se han expresado de la misma manera, según los testimonios que recoge la Tribuna de Albacete. En este sentido, se ponen como ejemplo los servicios que se prestan en el Centro de Mayores de Albacete que no sólo se corresponde a los empleados de la Fundación, sino a la cafetería o a los profesionales que asisten en podología y peluquería en el centro. Los empleados se reunieron para plantear posibles movilizaciones en contra del ERE extintivo. Los empleados indicaron al medio local que se sienten “engañados”, ya que llevaban más de un año en una situación de expediente temporal (ERTE), por lo que se han visto obligados a trabajar a media jornada y con reducción del salario.
