La mayoría de los brotes activos de COVID-19 en Castilla y León se concentran en los núcleos familiares y de amigos
Continúan activos seis brotes de COVID-19 en Castilla y León en El Bierzo, en las capitales de Burgos y Valladolid y, más controlado, en La Vecilla (León). De momento se trata de núcleos familiares y de amigos, lejos de las multitudinarias fiestas o eventos que han provocado grandes rebrotes en otras comunidades autónomas. Una responsabilidad individual que han valorado los líderes políticos, que también han advertido de la importancia de que se mantenga esta presión.
De momento, Castilla y León ha esquivado imágenes de decenas de personas haciendo cola a las puertas del hospital o del centro de salud para que les hagan una prueba de detección molecular (PCR). “Hoy es así , mañana puede ser al revés. Trabajemos para mantener la tendencia”, instaba el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea. Actualmente se han detectado 58 casos de COVID-19 vinculados a estos brotes, aunque el número de contagiados es más elevado. En los últimos 15 días, se han contabilizado 197 positivos por PCR, aunque no todos continúan en Castilla y León. Por ejemplo, cuando se detectó 12 positivos en un campamento en Salduero (Soria), el campamento se suspendió y todos los monitores y menores volvieron a sus autonomías de origen, donde los correspondientes servicios de salud se han hecho cargo de los casos.
Este martes se ha declarado un brote por cuatro positivos relacionados con un centro de menores de Cruz Roja en Soria: dos menores acogidos en el Hogar de Socialización de Cruz Roja en esta ciudad, un monitor del citado centro y otro menor que no está tutelado por esta instalación. Otras 17 pruebas han dado resultado negativo. Según ha informado la Delegación Territorial de la Junta, el brote se ha originado con el positivo el sábado a una menor sintomática con domicilio en el Hogar de Socialización que Cruz Roja tiene en Soria, un recurso social y educativo dedicado al acogimiento residencial y destinado a la atención de aquellos menores que, no pudiendo permanecer en sus hogares, precisan de un contexto de convivencia sustitutivo al de su familia.
La situación del brote se encuentra controlada aunque los positivos y los contactos deberán mantener las medidas de aislamiento domiciliario y las derivadas de la normativa sanitaria. Los menores acogidos en este centro están tutelados por la Junta de Castilla y León.
Castilla y León ha contratado a 195 profesionales sanitarios que trabajan como rastreadores para hacer un seguimiento a los pacientes y a todos sus contactos recientes para evitar la propagación incontrolada del virus. Ahora el foco de atención no está en los hospitales, sino en los centros de Atención Primaria, que deben reaccionar rápidamente para contener los brotes (a partir de tres enfermos se considera brote). A principios de año, había 2.311 médicos en Atención Primaria en Castilla y León, la mayoría de ellos en el entorno rural (1.343) -donde la población es más mayor y está dispersa-, según los datos proporcionados por la Consejería de Sanidad.
Este martes se ha confirmado un brote en la localidad berciana de Corullón (León) con seis positivos. Dos de estos positivos se infectaron en el País Vasco, donde acudieron a una comida familiar. Al realizarles las pruebas y dar positivo, los sanitarios examinaron a sus contactos recientes. A raíz de este estudio, otras cuatro personas dieron positivo. Además, otra decena de contactos están en estudio epidemiológico.
Dos brotes en Burgos
Los brotes más recientes, confirmados este lunes, se han detectado en la capital burgalesa. Los 18 positivos (12 en un brote y 9 en otro) permanecen y se contagiaron, parece, en los entornos familiar y mixto. Una mujer del primer brote está hospitalizada en Burgos. Este martes se han detectado otros tres casos en el segundo de los brotes hasta los 9. En total, y de momento, hay 64 personas en estudio epidemiológico.
Según informó el lunes el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, los brotes comenzaron después de que un temporero volviera a Burgos desde Aragón y un joven, también procedente de Aragón, celebrar su cumpleaños con unos amigos en Burgos.
El domingo también se confirmó un brote en una familia de La Vecilla (León): tres de los cuatro miembros de la familia y unas cuatro personas están en aislamiento preventivo. A última hora del lunes la Delegación Territorial informaba de que siete de las ocho pruebas PCR que se han realizado a los contactos no estrechos han dado negativo. El análisis de una de estas ocho PCR se repetirá mañana y el servicio territorial de Sanidad da por controlado este brote.
El brote más importante de la Comunidad se localiza en Valladolid, con 24 contagiados en el entorno familiar y cercano de varios trabajadores del sector agrario en Segovia. Los afectados tienen entre 2 y 55 años, puesto que se ha contagiado entre los miembros de la misma familia y luego, al viajar en coche juntos hasta el puesto de trabajo. Sanidad ha tenido problemas para garantizar que estos contagiados mantuvieran el aislamiento domiciliario (eran casos leves) por la dificultad lingüística (son extranjeros) y por sus “costumbres socioculturales diferentes”, señalaba el informe de Sanidad. Ante esta situación, la Junta de Castilla y León pidió ayuda a la Justicia para contener la expansión del virus.
El juez ordena el confinamiento
El Juzgado de lo Contencioso número 2 de Valladolid estimó el viernes la petición de la Junta y ratificó íntegramente las diez órdenes de la Consejería de Sanidad en las que acordó el aislamiento de diez viviendas del barrio del barrio de Delicias (Valladolid), en las que hay más de 40 ciudadanos que no cumplían con el aislamiento. Los rastreadores de los centros de salud de Delicias I y II que realizan el seguimiento de los infectados y sus contactos detectaron que algunos “no estaban realizando bien el aislamiento y la cuarentena”. Todas estas personas deberán mantener el aislamiento hasta el 22 o 24 de julio, salvo que el resultado de las pruebas haga necesaria una prórroga.
Además, la Junta modificó las normas para los temporeros para prevenir futuros brotes como el de Delicias: más distancia, grupos pequeños y la obligación de que haya aseos con agua corriente, jabón y papel desechable. También se deberá garantizar diariamente la limpieza y desinfección de los equipos y máquinas. En caso de que el empleador facilite el alojamiento, este deberá tener medidas de higiene básicas: agua corriente, fría y caliente, cocina y aseo. Además, el alojamiento debe contar con espacio que permita el aislamiento de enfermos o la cuarentena de sospechosos o contactos. Estas medidas, aunque hay otras, han sido criticadas por sindicatos agrarios como la UCCL, que considera que estas medidas ponen en riesgo la recogida de la patata y la vendimia.
La Junta de Castilla y León también ha informado de un brote que se produjo en un campamento infantil en Salduero (Soria), con personas procedentes de Aragón, Madrid, Navarra, Castilla-La Mancha, Asturias, Canadá y Marruecos. El campamento se canceló después de realizarles las pertinentes pruebas PCR, de las cuales solo 12 fueron positivas. Cada uno hace aislamiento domiciliario y es tratado ya en su ciudad de origen. El Campus de balonmano de Soria también ha tenido que cancelarse después de que el coordinador falleciera y diera positivo en COVID-19 en la autopsia (aunque se descartó que el coronavirus fuera la causa de la muerte). Sanidad ha hecho pruebas PCR a todos los contactos cercanos y han dado negativo, aunque el campamento se ha suspendido por precaución. El primer brote de Castilla y León se detectó en Valladolid, en el Hospital Río Hortega a mediados de junio y afectó a 38 personas: 20 trabajadores del centro hsopitalario, ocho pacientes, y otros diez casos externos. Solo uno precisó de hospitalización y el resto fueron casos leves.
0