Expresidentes de la Junta y de las Cortes de Castilla y León piden que el pacto por la recuperación sirva de modelo para un gran acuerdo nacional
Varios expresidentes de la Junta y de las Cortes de Castilla y León, entre ellos Demetrio Madrid y Jesús Posada -expresidente del Congreso de los Diputados- han firmado un manifiesto conjunto para mostrar su satisfacción por el pacto por la recuperación de Castilla y Léon, firmado por la mayoría de grupos con representación en las Cortes. Los expresidentes reclaman que este acuerdo sirva de modelo a nivel nacional y para otras Comunidades Autónomas.
Junto a Posada (PP) y Madrid (PSOE) suscriben el manifiesto Dionisio Llamazares (PSOE), presidente de las Cortes entre 1983 y 1987, José Constantino Nalda (PSOE), presidente de la Junta entre 1986 y 1987, Carlos Sánchez-Reyes de Palacio (CDS), presidente de las Cortes entre 1987 y 1991 y Manuel Estella Hoyos (PP) presidente de las Cortes. entre 1991 y 2003.
Los seis políticos aplauden el pacto para la recuperación de nuestra economía y la protección social de los ciudadanos, “tras la dramática tragedia que hemos padecido y que, aunque felizmente ahora paliada, continúa siendo una amenaza para la salud”. En un comunicado, lamentan, sin embargo “que las reticencias iniciales de algunos impidieran haber llegado antes a este acuerdo”.
“Castilla y León, en aras de los principios que recogen la Constitución Española y nuestro Estatuto de Autonomía, debe ser un ejemplo a seguir por parte de otras Comunidades Autónomas. Pero sobre todo debe ser un modelo de lo que ha de lograrse a nivel nacional. Es lo que exige la gravedad de la situación y lo que piden todos los españoles y las españolas de buena voluntad, y naturalmente los castellanos y leoneses”.
“De esta pandemia y de las consecuencias de la misma sobre nuestra economía, salimos todos unidos o no saldremos nadie”, exponen. Los expresidentes advierten de que la crisis no puede poner en peligro el sistema democrático y las libertades recuperadas hace algo más de 40 años “con el esfuerzo de muchos”.
Así, reclaman a la clase política, acabar con urgencia con la crispación verbal, dirigida hasta ahora a provocar el enfrentamiento civil; establecer un diálogo frecuente y fluido entre gobierno y oposición; que se alcance acuerdos parciales dirigidos al bienestar de los ciudadanos; aparcar aquellas cuestiones “no prioritarias en las que es lícito discrepar por razones ideológicas”; y llegar a un gran acuerdo nacional para que la recuperación económica asegure que “esta vez, la crisis no la pagarán los más débiles”. “Un pacto que nos haga más fuertes ante Europa, para reclamar la ayuda que necesitamos”.
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