Mañueco saca pecho por la supresión del impuesto de donaciones por el que la Junta deja de ingresar 6 millones en un mes

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha sacado pecho este lunes por la supresión del impuesto de sucesiones en la comunidad, un mes después de su eliminación. Aunque según Mañueco, las arcas públicas de Castilla y León han dejado de ingresar un total de 6 millones de euros, se trata de una buena noticia porque el dinero queda en “los bolsillos de los ciudadanos”, lo que contribuirá a la recuperación económica tras la crisis de la COVID-19.

Según Mañueco, los datos indican que “ha habido una buena acogida de la rebaja fiscal”. Las donaciones se han multiplicado por cuatro con respecto a 2019 y el importe de estas se ha multiplicado por 29%. Entre el 9 de mayo de 2021 y el 15 de junio, se produjeron en Castilla y León 885 donaciones, cuatro veces más que en 2019, por una media de 60.000 euros, con lo que la media de lo que tenían que contribuir asciende a 6.000 euros por donación.

A pesar del descenso de los ingresos, que el presidente reduce a “150.000 euros menos de ingresos reales”, la Comunidad se verá compensada “sobradamente por el beneficio”. Por un lado, porque ese ahorro fiscal de 6 millones de euros puede ser destinado al consumo y a inversiones. Y por otro, porque quienes reciben las cantidades que en otro contexto no se habrían producido, pueden destinar el montante “a emprender, a impulsar un negocio, a reformar un inmueble... Actividades por las que contribuirán con sus impuestos”, ha señalado el presidente.

En resumen, la medida “estimula la demanda interna porque favorece el ahorro y la renta de las familias y a medio plazo favorecemos el crecimiento económico. Los Impuestos bajos son cruciales y vitales para la recuperación económica y social y el sostenimiento de los servicios públicos”, ha abundado en una rueda de prensa. La bonificación del 99% de las sucesiones, “ha incentivado operaciones y movilizado un dinero que estaba paralizado”. Mañueco no ha facilitado los datos desglosados por provincias, aunque sí ha adelantado que Burgos y Salamanca eran las que más operaciones habían registrado. Tampoco ha dado datos sobre el impuesto de sucesiones, que entró en vigor a la vez que el de donaciones, y según el presiente tardarán meses en poder analizarse.

El presidente de la Junta ha indicado que la receta de los impuestos bajos es clave para la recuperación económica porque implica un aumento del consumo y la inversión, y, por tanto, de la recaudación mediante impuestos indirectos. Mañueco ha negado que siga la estela de la Comunidad de Madrid para parecerse, con la política de impuestos bajos, a la presidenta Isabel Díaz Ayuso. Por el contrario, ha subrayado que se trata de una política fiscal que comparte todo el PP. Sobre las ayudas económicas anunciadas la semana pasada por la presidenta madrileña para madres menores de 30 años que van a tener un hijo, Castilla y León “ha tomado nota”: “Vamos a analizar y no descartamos que en el futuro podamos beneficiar y mejorar esas ayudas”.