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Valladolid, Soria y Burgos reclaman el fin de las obras de la Autovía del Duero con una marcha lenta por carretera

Los manifestantes de la plataforma A 11 pasos de Peñafiel reciben a los de Soria ¡YA! en la plaza Mayor de Aranda de Duero

Ángel Villascusa

Cientos de ciudadanos de Soria, Valladolid y Burgos se han desplazado este domingo hasta Aranda de Duero para pedir el fin de las obras de la A-11. Una infraestructura considerada “estratégica” que tiene previsto conectar Soria con la frontera portuguesa sin pasar por Madrid. La obra, que también unirá la capital soriana con Valladolid, acumula años de retrasos. Desde que empezó su construcción en 1993, solo hay terminados 70 de los 210 kilómetros que separan las dos capitales de provincia.

La protesta ha consistido en una marcha lenta por carretera N122. A las 11 de la mañana unos sesenta vehículos han salido de Peñafiel (Valladolid) y cerca de un centenar desde Soria en dirección a Aranda de Duero, en Burgos. Escoltados por la Guardia Civil, los manifestantes han circulado a una media de 60 kilómetros por la carretera, el mínimo permitido. Han marchado, explican los organizadores, “al mismo ritmo al que van las obras”.

Uno de estos conductores era Julián, que ha salido de Valladolid a las diez y media de la mañana. “Yo soy soriano y vivo en Valladolid, así que para mí que la autovía esté terminada es muy importante, sobre todo por seguridad. La nacional es como un campo de patatas”, cuenta en su vehículo. Pasadas las once de la mañana, Julián ha llegado a Peñafiel. Allí, en la vía de servicio de la carretera, se ha encontrado con medio centenar de vehículos de la plataforma vecinal de Peñafiel “A 11 Pasos”, preparados para dirigirse hacia Aranda.

Uno de los manifestantes peñafelienses es Elías Arranz, el alcalde de este municipio de 5.000 habitantes. Para Arranz, la llegada de la autovía es esencial por dos motivos. “Primero por seguridad, porque la carretera parte el pueblo en dos y es un peligro. Segundo, porque una infraestructura así contribuye al desarrollo económico de la comarca. Si alguien quiere poner una empresa grande siempre va a preferir un sitio que esté bien comunicado”, explica.

A la una y media han llegado a Aranda los manifestantes de Peñafiel; sobre las dos de la tarde, los de Soria. Javier, un soriano que vive en Aranda, se ha parado a charlar con alguno de los participantes de la marcha lenta conforme iban entrando en la ciudad burgalesa. “Si la A-11 no se ha terminado después de tantos años es porque no les hemos importado a ningún gobierno”, afirma con resignación. Con él coincide Ángel, un viticultor jubilado con el que Javier ha estado conversando. Ángel carga duramente contra el gobierno autonómico: “desde que crearon las autonomías en el único sitio donde se invierte dinero es Valladolid”.

Poco a poco los manifestantes han ido llenando la plaza de Mayor de Aranda, el punto en el que han convergido las tres plataformas convocantes. La reclamación del fin de la Autovía es en realidad un pretexto para protestar no solo por esta infraestructura, sino por los mismos motivos que en marzo llevaron a muchos ciudadanos de estas comarcas a Madrid a participar en la Revuelta España Vaciada. La plaza estaba llena de banderas y banderolas, de carteles reclamando desde un tren digno hasta un plan contra la despoblación.

En el templete de la música de la plaza, un representante de Soria ¡YA!, de la Plataforma A 11 Pasos, de Peñafiel y de la Plataforma de Aranda de Duero por las Infraestructuras han leído por turnos el manifiesto de la protesta. “El motivo por el que hoy nos concentramos aquí en Aranda de Duero, es para hacer ver a nuestros gobernantes que los castellanos seremos buenos, pero no tontos y que ya vale de promesas incumplidas. Que no vamos a consentir que nos sigan tomando el pelo”, ha dicho la representante de ¡Soria YA!.

Los manifestantes aprovechaban las pausas en la lectura y los cambios de portavoces para pedir el fin de las obras con lemas como “Más autovía, menos políticos”, que ha sido uno de los más coreados. El manifiesto ha terminado con una reivindicación: que los habitantes de estas tres provincias castellanas puedan circular por una autovía del siglo XXI, en el siglo XXI.

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