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El mosso acusado de reventar un ojo a un joven alega que no fue el único agente que disparó balas de goma

El agente acusado, ante el tribunal

Oriol Solé Altimira

El antidisturbios de los Mossos d'Esquadra acusado de dejar sin ojo a un joven con una bala de goma ha alegado ante el tribunal que no fue el único agente que disparó en la zona de la agresión. En su declaración como acusado, el escopetero de la policía autonómica ha reconocido que, por orden de su cabo, efectuó “disparos con salva [sin proyectil]” y de una bala de goma en la zona donde se encontraba la víctima, Òscar Alpuente. No obstante, ha indicado que no fue “el único” agente que disparó.

La táctica utilizada por el agente en el juicio que ha arrancado este miércoles en la Audiencia de Barcelona no tiene otro objetivo que su absolución. Si los jueces no pueden determinar con claridad que el agente fue el autor del disparo que mutiló a Alpuente, deben exculparle. Sembrar la confusión es el primer paso para que el tribunal aplique el principio in dubio pro reo (en caso de duda, a favor del acusado). Es la misma estrategia con la que los dos antidisturbios de otro caso de balas de goma, el de Ester Quintana, lograron la absolución.

La acusación particular ejercida por el joven es la única parte que acusa al agente. Pide para él tres años de prisión por un delito de lesiones y le señala como el autor del disparo que dejó sin ojo a Alpuente frente al edificio de la Bolsa del Passeig de Gràcia la madrugada del 28 de mayo del 2009 tras la celebración del triplete conseguido por el F.C. Barcelona. La Fiscalía, por contra, no solicita ninguna pena porque cree que la lesión que sufrió Alpuente fue fortuita y de autor desconocido.

A preguntas del fiscal, el escopetero acusado, que la noche de los hechos formaba parte de la furgoneta Drago 110, ha indicado que disparó salvas y una bala de goma dirección montaña por orden de su cabo. “No fui el único que efectuó disparos”, ha añadido, lanzado así sospechas sin concreción sobre el otro escopetero de su unidad y sobre los de la Drago 111, la otra furgoneta que paró frente a la Bolsa.

“Había mucha distancia”, ha indicado el antidisturbios cuando la abogada de Alpuente le ha preguntado si el disparó se efectuó a la distancia reglamentaria de 50 metros. Asimismo, el acusado ha explicado que en el momento de los hechos “había barricadas” en la calle Diputación, aunque ha reconocido que las imágenes de las cámaras de seguridad de la Bolsa muestras que la zona estaba tranquila y que había gente paseando. “En el momento no lo vi”, ha matizado.

Otro escopetero pudo disparar

Por su lado, el cabo de la unidad del agente acusado se ha sumado a la ceremonia de la confusión y ha indicado que “es posible” que fueran dos escopeteros los que dispararan, ya que él dio la orden. No ha recordado las paradas que efectuaron las dotaciones policiales pero, en línea con el acusado, sí ha hecho mención a “disturbios y barricadas” en la zona.

Por contra, Alpuente y los dos amigos que le acompañaban aquella noche han negado que hubiera incidentes en el momento de los hechos. “No había altercados. Desde antes de la Gran Vía que no vimos ningún escaparate roto”, ha afirmado un compañero de la víctima. Los tres han explicado que la actuación policial se produjo después de que un desconocido, que iba sin camiseta, lanzara una botella de cerveza a las furgonetas policiales.

“Un peatón señaló al gamberro y dijo 'cuidado que cargan'”, ha indicado un testigo. Ninguna de los tres ha recordado ver qué agente disparó a Alpuente. Sus dos amigos oyeron dos o tres disparos, pero al ver desencochar las furgonetas corrieron a refugiarse detrás de un quiosco. Cuando volvieron a por su amigo, Alpuente ya tenía la cara “llena de sangre”.

La víctima ha explicado que vio bajar a “cuatro o cinco” agentes de las furgonetas y que se encontraban a menos de 20 metros suyo. “Después solo noté el impacto y la sangre”, ha añadido. Alpuente es una de las siete personas que han perdido un ojo por culpa de las balas de goma en Catalunya desde el despliegue de los Mossos en 2005. Su caso ocurrió bajo el Govern tripartit y con Joan Saura (ICV) como conseller de Interior. El juicio quedará visto para sentencia este jueves sin aclarar qué agente de los Mossos d'Esquadra dejó sin ojo a Òscar Alpuente.

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