¿Cuántas personas están dispuestas a pagar dos veces por la misma cosa? Supongo que no muchas, por no decir ninguna. Aceptamos hacerlo para financiar servicios públicos como la salud y la educación, y a cambio les exigimos calidad; pero cuando se trata de financiar proyectos de empresas privadas a las que no podemos reclamar nada, la cosa cambia. Hablo de los medios de comunicación catalanes privados, subvencionados por el gobierno de la Generalitat hasta límites inimaginables hace unos años.
Este mes de febrero, la Generalitat ha publicado las partidas que destinará durante este 2014 a los medios de comunicación que se editan en Cataluña. Las cifras son de escándalo en algunos casos como, por ejemplo, los más de 835.436 euros que pagará a La Vanguardia, los 584.864 euros que recibirá El Punt Avui si sumamos la subvención al diario en papel y la que recibirá la web, los 540.492 euros de El Periódico y su web, y los 526.549 euros del diario Ara y de su versión online.
A pesar de que el listado da para muchos comentarios, como la cantidad de dinero que destina a las revistas religiosas, entre ellas los 47.538 euros que recibirá la Fundación Catalunya Cristiana por la publicación de su revista, me limitaré a hablar de los diarios anteriormente nombrados. En un intento de ser lo más objetiva posible, he buscado los datos de difusión y de tirada de los cuatro medios que publica regularmente la Oficina de la Justificación de la Difusión (OJD) pensando, ilusa de mí, que el criterio utilizado por CiU para conceder las subvenciones tendría que ver con su implantación en Cataluña.
En el caso de los dos más grandes, La Vanguardia y El Periódico, las cifras cantan. Con fecha de 2013, la OJD sitúa la tirada del diario de la familia Godó en 194.000 ejemplares y la difusión en 164.784. En el caso del diario de la familia Asensio, la tirada es de 134.003 y la difusión de 104.639 ejemplares. Con una diferencia de 60.000 ejemplares (si nos fijamos en la difusión), La Vanguardia recibe 300.000 euros más de subvención que El Periódico, parte de los cuales supongo que servirán para pagar la versión catalana que se regala cada día.
Si hablamos de El Punt Avui y del diario Ara, las cifras no sólo cantan, chirrían. La empresa editora del primero, Hermes Comunicació, cobrará 481.788 euros por la versión en papel y 103.076 por la versión digital. Según la OJD, este diario tiene una tirada de 32.803 ejemplares y una difusión de 25.168. Si comparamos estas cantidades con la subvención de El Periódico descubrimos que El PuntAvui recibe 48.000 euros más. En el caso del diario Ara, la subvención pública es de 526.549 euros (333.867 la versión papel y 192.682 la versión digital). Su tirada, según la OJD, es de 27.727 diarios y su difusión de 15.071. Un gigante con los pies de barro.
Estas cifras millonarias en época de crisis económica y de recortes sociales dicen mucho sobre las prioridades financieras del gobierno catalán, y dicen todavía mucho más sobre la falta de independencia y de sentido crítico de los medios de comunicación privados a la hora de tratar determinadas informaciones. ¿Quién osaría morder la mano del amo que te da de comer? En Cataluña, la frontera que separa la información rigurosa del panfleto cada vez es más fina y acabará por desaparecer para satisfacción de los discípulos de Joseph Goebbels. Secciones como Volem viure en llibertat no sólo demuestran la intención de adoctrinar al lector, sino también una falta total de sentido del ridículo y de dignidad profesional.
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