El Constitucional estudiará el recurso de Puigdemont contra Torrent por retirarle el voto delegado
- El Tribunal Constitucional admite a trámite el recurso del expresident de la Generalitat contra la Mesa del Parlament que avanzó eldiario.es
El Tribunal Constitucional (TC) ha admitido a trámite el recurso del expresident de la Generalitat contra el acuerdo de la Mesa del Parlament que preside Roger Torrent por el que le retiró el voto delegado el pasado mes de octubre. Así lo ha comunicado este lunes el abogado del expresident, Jaume Alonso Cuevillas, que ha reiterado que era “necesario” interponer el recurso contra sus socios independentistas.
La decisión de admitir a trámite el recurso implica que el TC debatirá si la Mesa vulneró los derechos políticos de Puigdemont al impedirle votar tras ser suspendido por el magisrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena. El recurso del expresident, que avanzó eldiario.es el pasado mes de enero, generó una nueva crisis entre JxCat y ERC, que se lanzaron dardos mutuos y se culparon mutuamente de no haber consensuado la interposición del recurso.
El recurso de Puigdemont se explayó a la hora de criticar la decisión de la Mesa del Parlament de retirar la delegación del voto de los diputados suspendidos por el juez Llarena. En concreto, la tildó de “arbitraria, sin base jurídica y sin motivación válida de cualquier tipo”.
Asimismo, el recurso de amparo de Puigdemont en el que cargó contra la Mesa fue registrado el pasado 9 de enero, más tarde que el del resto de defensas de diputados suspendidos, y se sumó a un escrito anterior que el expresident había hecho contra el auto de Llarena.
Además de criticar al Supremo por suspenderle como diputado en aplicación del artículo 384 bis de la ley de enjuiciamiento criminal, Puigdemont llevó al TC el acuerdo de la Mesa del Parlament del pasado 9 de octubre, en el que los representantes de ERC y PSC revocaron la decisión votada por mayoría absoluta en el pleno contraria a suspender a los diputados. En la práctica, la decisión de la Mesa, en la que se rompió la mayoría independentista enervando a JxCat, supuso que el Parlament acataba la suspensión de los diputados en prisión o en el extranjero y procesados por rebelión.