Los primeros análisis científicos sobre el origen del brote de peste porcina descartan que proviniera de los laboratorios públicos del IRTA-CReSA de Barcelona. A falta de que el Ministerio de Agricultura publique sus conclusiones oficiales, la Generalitat ha explicado este martes el resultado preliminar de sus análisis, que ha revelado que se trata de una nueva variante del virus.
“La secuenciación genética nos dice que no coinciden las muestras de jabalí con las del IRTA-CResa”, ha manifestado en rueda de prensa el conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, que ha vuelto a reclamar “prudencia” sobre las investigaciones en curso. Los responsables del Govern han advertido de que es posible que no se sepa el origen concreto del brote, tal y como ha ocurrido en otros países de Europa.
El brote de peste porcina detectado hace un mes en una zona del parque natural de Collserola (Barcelona) permanece controlado y, por ahora, no ha saltado a las granjas de cerdos. Se trataba del principal temor de las autoridades debido a que agravaría las consecuencias económicas negativas que el brote ya ha tenido para el sector porcino catalán.
Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, han muerto por la enfermedad 29 jabalíes, todos ellos localizados en el radio inicial de seis kilómetros en Collserola.
En paralelo al control del brote, se mantienen abiertas tres investigaciones para determinar su origen. Una de ellas permanece secreta y la encabeza una jueza de Cerdanyola del Vallès (Barcelona), que ha encargado las pesquisas a un equipo de Mossos d'Esquadra y Guardia Civil.
Las otras dos son las de la Generalitat y el Ministerio de Agricultura (a quien la Comisión Europea le ha encargado las pesquisas). La conselleria está a la espera de los resultados del laboratorio nacional de referencia de la peste porcina, el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) de Algete-Madrid, para confirmar los resultados obtenidos.
La Generalitat encargó una auditoría a un equipo de científicos sobre el IRTA-CReSA, el centro de investigación de sanidad animal de referencia en Catalunya que trabaja desde hace años con el virus de la peste porcina africana y que podría ser el origen del brote del virus, aunque esta hipótesis se ha enfriado con los primeros resultados.
La prueba del algodón para determinar si la causa del brote es la fuga del laboratorio era la secuenciación completa del genoma del virus, para conocer el grado de similitud entre el del IRTA-CRESA y el de los jabalíes. En conjunto, la Generalitat seleccionó 19 muestras del virus con las que trabaja el IRTA. Ya se han secuenciado 17 (las otras dos son de hace cinco años) y no coinciden con ninguno de los dos primeros jabalíes que se encontraron muertos.
“Seguimos trabajando para buscar el origen, pero es complicado”, ha indicado la secretaria general de la conselleria de Agricultura, Cristina Massot, que ha explicado a la prensa los resultados de los primeros análisis junto a Toni Gabaldón, profesor de investigación del ICREA y afiliado al Institut de Recerca en Biomedicina (IRB) y al Centre de Supercomputació de Barcelona (BSC).
Los responsables de la Generalitat han advertido de que determinar el origen del brote puede ser imposible. Se mantiene abierta la hipótesis de que proviniera de algún producto porcino contaminado, aunque es difícil demostrarlo.
La secuenciación del virus sí ha permitido conocer que el brote de Collserola proviene de una nueva variante del virus que no se había descrito antes. Según ha detallado Gabaldón, se trata de una variante “poco virulenta” y que no provoca una gran mortalidad. Por este motivo, ha agregado, su detección entre la fauna salvaje ha sido más difícil de detectar hasta que los jabalíes empezaron a morir.
La cepa del brote de Collserola pertenece al genotipo denominado Georgia, que apareció en el Este de Europa en 2007 y ha causado otros brotes en el continente. Sin embargo, la cepa no se parece a las detectadas en Italia, Alemania o Bélgica. En suma, el origen del virus sigue sin saberse pero se ha descartado la hipótesis del laboratorio.