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El PSC presiona a Colau para que acepte una alianza contra Maragall

Ada Colau, tras saberse los resultados de las elecciones municipales

Pau Rodríguez

El PSC ha abierto la puerta a Ada Colau y Manuel Valls para formar una alianza para evitar que Ernest Maragall sea alcalde de Barcelona y la actual alcaldesa no la ha cerrado del todo. Lo que parecía a partir del 26M un camino despejado de ERC hacia el gobierno municipal se ha topado con una propuesta de los socialistas, que ahora mismo está sobre la mesa de los 'comuns', para sumar una mayoría alternativa que requiere de los votos favorables del candidato de Ciudadanos.

La coordinadora de Barcelona en Comú se ha reunido en la tarde de este lunes después de que Colau atendiera a los medios para ofrecer, una vez más, un pacto de gobierno de izquierdas en la ciudad con ERC y PSC. El problema es que los republicanos y los socialistas ya lo habían descartado incluso antes de que lo verbalizara la actual alcaldesa. Preguntada explícitamente por los periodistas sobre si aceptaría los votos de Manuel Valls para ser alcaldesa, Colau ha evitado ser tajante en su respuesta.

En tiempos del “con Rivera no”, la líder de los 'comuns' ha optado una fórmula un poco más enrevesada: “Queremos abrir conversaciones con las fuerzas progresistas, que son las que han obtenido los mejores resultados, 28 de 41 ediles. Nuestra obligación es escuchar a la ciudadanía que por eso nos ha votado, y por eso queremos abrir conversaciones con PSC y ERC; ni JxCat ni Ciudadanos”.

Colau ha pronunciado estas palabras justo antes de entrar en una reunión de la coordinadora que tenía el ofrecimiento de los socialistas sobre la mesa. Dentro del partido son conscientes de que aceptar una propuesta podría suponer comprometer el espacio político a medio plazo, y las fuentes consultadas no lo ven factible, pero en los 'comuns' han decidido que este lunes no era un día para descartarse como opción de gobierno.

Este complejo escenario de gobierno, con el que insisten desde el espacio socialista, no se ha llegado a concretar ni siquiera para ver si debería ser Colau o Jaume Collboni quien lo lidere. En el PSC, los que más han extendido esta idea, aseguran que la pelota está en el tejado de los 'comuns' por ser la segunda fuerza más votada.

En 2015 Colau ya vivió una situación parecida, aunque entonces en el lado opuesto. Tras superar a Xavier Trias por 7.000 votos –esta vez ha perdido frente a Maragall por 4.800–, el convergente reconoció su derrota, pero en los días siguientes algunos partidos de la oposición le propusieron explorar un frente 'anticolauista'. La vía no tuvo más recorrido y Colau fue investida alcaldesa con votos de PSC, ERC y CUP.

A todo ello, el tercero en discordia, Manuel Valls, ha mantenido el silencio este lunes. Distanciado de Albert Rivera, desde el socialismo asumen que podría ser partidario de una investidura de Colau para evitar que el Ayuntamiento de Barcelona caiga en manos independentistas. No obstante, esta premisa no está nada clara, puesto que el exprimer ministro francés siempre ha rechazado por igual opciones como ERC o Barcelona en Comú, y las enmarca dentro de un “populismo” del que abomina.

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