El Colegio del Arte Mayor de la Seda de Valencia renace convertido en museo
Como si del ave fénix se tratara, el Colegio del Arte Mayor de la Seda de Valencia ha renacido de sus propias cenizas para convertirse en museo, tras un espectacular proceso de restauración integral dirigido por el arquitecto Fernando Aranda y el restaurador Javier Catalá. Una actuación que ha sido posible gracias a una inversión de dos millones de euros financiada por la Fundación Hortensia Herrero.
El edificio ha quedado oficialmente inaugurado este viernes en un acto al que han asistido tanto la presidenta de la entidad, Hortensia Herrero, como su marido, Juan Roig, así como el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, entre otras autoridades.
Durante el acto, el presidente del Colegio, Vicente Genovés, ha advertido que esta intervención ha salvado al edificio de una “más que probable desaparición”.
Genovés ha recordado también el origen de la institución, que data del siglo XV, y que surgió ante la necesidad de unificar los criterios para la producción de la seda en Valencia, dados los conflictos que se originaban por la falta de calidad de algunos productores.
Es así como nace el 'Gremi de Velluters' (tejedores de terciopelo), que aprobó en 1479 las primeras ordenanzas del Gremio. El Gremio fue elevado a Colegio del Arte Mayor de la Seda por medio del título que les otorgó el rey Carlos II en 1686.
La sede del Gremio se instaló en el barrio al que dio nombre, el de Velluters, debido a la alta concentración de telares que se daba en este barrio.
Genovés ha añadido que la última gran intervención del edificio se hizo en el año 1756 y que en 1981 fue declarado Bien de Interés Cultural. Pese a su gran valor, ha recordado que ha estado varias veces en serio riesgo de derrumbamiento acosado por varias excavaciones acometidas en los alrededores y deteriorado por la falta de inversiones públicas.
Al respecto, Hortensia Herrero ha comentado que uno de los objetivos que se planteó cuando creó la Fundación en el año 2012 fue la rehabilitación de este inmueble: “Surgieron algunos problemas que me hicieron dudar, pero la insistencia de los medios en su mal estado, el conocimiento del mundo de la seda gracias a la indumentaria fallera de mis hijas y las reuniones con los responsables del Colegio acabaron por convencerme”.
En este sentido, para desarrollar el proyecto han sido necesarias 68.000 horas de trabajo de los restauradores que han intervenido sobre 7.500 baldosas cerámicas y que han utilizado materiales diversos como 300 libros compuestos por 7.200 hojas de plata fina utilizadas para decorar las molduras de la antigua capilla.
Así, el Colegio, convertido ya en Museo de la Seda, alberga el archivo gremial más importante de Europa, con 48 pergaminos, 660 libros y 97 cajas de archivo. Además, expone algunas de las telas más importantes de su colección y alberga joyas como el pavimento del año 1757 del Salón de la Fama.
El recinto podrá visitarse desde este sábado 18 de junio. Después, hasta el 31 de octubre, estará abierto de martes a sábados de 10.00 a 19.00 horas, mientras los lunes, domingos y festivos abrirá de 10.00 a 14.horas. Las entradas oscilan desde los 3 a los 6 euros.
