La Cabina-Festival Internacional de Mediometrajes de Valencia, organizado por el Aula de Cinema de la Universitat de València con la colaboración de CulturArts, celebró su acto de clausura el pasado 15 de noviembre poniendo el broche final a su octava edición. La programación de este año contaba con platos fuertes como los mediometrajes de James Franco (que obtuvo una Mención Especial del Jurado), Mike Leigh o Claire Denis.
Además, el festival amplió sus Secciones Paralelas con Díptico Rock y Amalgama que, sumado a la seña de identidad de La Cabina (la gran calidad de cada uno de los mediometrajes seleccionados), ha hecho posible que haya batido su récord de asistencia con 6.200 espectadores, 1.400 más que el año pasado.
Del 5 al 15 de noviembre, La Cabina inundó Valencia de cine narrado entre 30 y 60 minutos y el público llenó las salas de sus sedes principales: la Filmoteca y el Centre Cultural La Nau. Sin olvidar Radio City (donde se celebró el Mediometrash) y el Instituto Francés de Valencia, que alberga la sección Panorama Francés, dedicado a los mediometrajes del país vecino y cuyos directores protagonizan una mesa redonda con el público asistente.
En esta octava edición se superaron los números de años anteriores incluso antes de comenzar, llegando a recibir más de 330 mediometrajes (100 más que en la edición pasada) y pasando de los 24 seleccionados en Sección Oficial a 25 de 13 nacionalidades diferentes (Senegal, Irak, Noruega, Chile, España, Bélgica, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos, etc.). Comedia absurda, drama, acción o humor negro son algunos de los géneros que los espectadores pudieron ver en la Sala Luis García Berlanga de la Filmoteca.
Finalmente, el premio a Mejor Mediometraje se lo llevó la película danesa dirigida por Maria Gratho Sorensen, Teenland, mientras que el Premio del Público fue para el mediometraje Terremere, del director Aliou Sow, coproducido por Francia y Senegal.
En esta edición La Cabina ha mantenido su identidad y su defensa al mediometraje y sus creadores, haciendo de él un festival reconocible tanto por el público como por los medios de comunicación. Además, ha consolidado a Valencia como sede nacional e internacional de las películas de dicha duración.