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El primer psicólogo, ajeno a la conselleria, que entrevistó a la menor abusada por el exmarido de Oltra dudó de su veracidad

Mónica Oltra, en una fotografía de archivo.

Lucas Marco

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El primer psicólogo que entrevistó a la menor tutelada abusada por el exmarido de Mónica Oltra no dio credibilidad a su relato. El 20 de febrero del 2017, el Comité Antisida de València se puso en contacto con la responsable del Centro Niño Jesús, en el que estaba interna la menor, para advertirle de que Maite T. había revelado que un educador “le daba masajes y se masturbaba”. “No le dimos credibilidad. Le dijimos que denunciara”, informó la mujer. Se trata del centro al que la menor acudía para recibir el dinero que le hacía llegar su padre, encarcelado en aquel momento. El director del comité, que es psicólogo, se entrevistó con la menor y dudó de su versión. “No puedo llegar a decir si es verdad o no, o es una justificación a su decisión de salir de ahí”, concluyó.

La versión del psicólogo figura en los documentos de incidencia elaborados por la directora del Centro de Acogida Niño Jesús, que figuran en los informes policiales sobre los correos electrónicos intercambiados por los investigados en la causa sobre las presuntas maniobras de la Conselleria de Igualdad para tapar los abusos.

En una reunión celebrada el 7 de marzo del 2017, el psicólogo abundó en que al principio “se alarmó ante la situación” relatada por la menor, pero durante la entrevista que mantuvo “descendió su credibilidad” a tenor de la “incongruencia entre lo que relata y la comunicación no verbal”. Le planteó preguntas concretas a las que no pudo responder y le sorprendió que la chica no supo “ubicar en el tiempo” el episodio que denunciaba. Maite T. dijo que se lo había contado a una amiga pero que no creía que ésta lo recordara.

Eso sí, siempre según los informes del centro, el psicólogo dijo: “Pienso que se tiene que denunciar, pero si no dice toda la verdad tiene repercusiones”. El 28 de febrero, una psicóloga de la Conselleria de Igualdad realizó una exploración de la menor, que no “aprecia ningún indicio”. En ningún momento se avisó a la Fiscalía de Menores.

En los más de 48.000 correos electrónicos analizados por la Policía no se han hallado comunicaciones por parte de Oltra respecto al caso. Sólo figuran cinco e-mails de su jefe de gabinete, Miquel Real, también investigado en la causa.

El 10 de marzo del 2017, el centro comunicó al educador que “en la exploración realizada desde conselleria no se ha visto ningún indicio” de abuso. El 23 de marzo, el exmarido de Oltra remitió un borrador de informe que le había solicitado la directora del centro tras la denuncia de la menor, titulado “Protocolos de educadores de noche”, en el que expone la trayectoria de Maite T.

En el informe cuenta que le ayudaba a dormir con “ejercicio de relajación controlando la respiración”. En el juicio, el educador reconoció que en alguna ocasión le dio un masaje en la cabeza para ayudarla a dormir, estando los dos solos en la habitación, aunque negó que se masturbara con su mano, tal como mantenía la acusación. La sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia que lo condenó a cinco años de prisión está pendiente de un recurso ante el Tribunal Supremo. 

A pesar de las reticencias iniciales hacia la versión de la menor, el 22 de junio del 2017 dos agentes del Grupo de Menores (Grume) de la Policial Nacional mantuvieron un encuentro casual a la entrada del centro Niño Jesús con Maite T. y su novio de entonces y se enteraron de la situación. Los agentes comunicaron los hechos a la inspectora jefa del Grume, quien cinco días después informó a la Fiscalía de Menores, que abrió diligencias de investigación penal.

Entre los correos también figura un escrito, del 6 de julio, de la fiscal encargada de la investigación del caso de Maite T. solicitando los informes del centro y la exploración de la psicóloga de la conselleria tras la denuncia inicial de la menor. La representante del Ministerio Fiscal reprochaba que ninguno de esos informes figuraba en el expediente de protección. Así, la fiscal ordenó “con carácter inmediato” el traslado de la menor a otro centro “dada la gravedad de lo denunciado”. El 14 de julio, la misma fiscal de menores pidió al departamento de Oltra que se informara del motivo por el que la denuncia de Maite T. de cinco meses antes “no fue comunicada” al Ministerio Público “cuando se tuvo conocimiento”.

En un correo del 11 de agosto dirigido al entonces jefe de la Sección del Menor de la Generalitat Valenciana, Francisco Soriano, la directora del centro le informa de que el educador no sería apartado dado que la Fiscalía no había dictado “ninguna medida cautelar” y por “no haber sido condenado por sentencia firme por algún delito”. En realidad, el 28 de julio, la fiscal había presentado una denuncia ante el Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia, que dictó un auto ese mismo día para imponer a Luis Eduardo R. I. el alejamiento y la prohibición de comunicarse con la menor durante seis meses como medida cautelar. 

El 4 de agosto del 2017, según la versión de Oltra, la entonces vicepresidenta se enteró de que la Fiscalía había ordenado el alejamiento de su exmarido (con el que aún convivía) hacia la menor, al llegar la notificación de la resolución al domicilio familiar. La propia Oltra reconoció en una comparecencia en las Corts Valencianes que fue ella quien ordenó a su equipo elaborar un informe interno, aunque la investigación judicial sobre los abusos ya estaba en marcha. La exvicepresidenta matizó durante su declaración como investigada aquella declaración y dijo que se limitó a ordenar a su equipo que indagara qué había pasado. En un correo del 23 de agosto entre Miquel Real y Enric Juan, técnico del gabinete de Oltra, se hace alusión a la apertura de una información reservada.

El informe se elaboró a pesar de que la Conselleria de Igualdad sabía que los hechos estaban siendo investigados por la Fiscalía de Menores. El Ministerio Público y el juez instructor mantienen que el equipo de Oltra habría maniobrado para desacreditar con un informe interno la versión de la menor. 

Una única referencia en los correos

Sólo figura un 'e-mail' que podría comprometer al equipo de Oltra. Una técnico de la Conselleria de Igualdad, investigada en la causa, escribe a la directora del centro el 4 de septiembre pidiendo que una letrada llamada María José se entreviste con ella y con el educador “por separado, por el tema de Maite”. La mujer indica en el correo: “Según me comenta es muy urgente, ya que las presiones de la DG son insistentes”. La abreviatura “DG” podría corresponder a Dirección General.

Cuatro días después de ese correo, la directora general de Infancia, Rosa Molero, envía un oficio dirigido a las tres direcciones territoriales de la Conselleria de Igualdad en el que ordena que si se produce una denuncia de abusos en los centros, el director “deberá comunicar inmediatamente al Ministerio Fiscal esta situación”.

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