Más escora a estribor

La mano derecha del presidente dimitido será el nuevo jefe del Consell

Con la presidencia de Pérez Llorca, tras la caída de Mazón, aumentará la influencia ultra

Como era de esperar, Alberto Núñez Feijóo, el líder sin atributos de la derecha española, ha acabado asumiendo lo que Carlos Mazón quería. El secretario general del PP de la Comunidad Valenciana, Juanfran Pérez Llorca, será el jefe del Consell en el periodo de transición hasta las elecciones de 2027. Con ello, la mano derecha del presidente caído pilotará la Generalitat, con la poco disimulada intención de perpetuar el “mazonismo” o, dicho de otro modo, la continuidad en el poder del clan de Alicante, un grupo de cargos unidos por lazos de amistad personal cuyos orígenes en el partido se remontan, en su mayor parte, a la época de Eduardo Zaplana en la presidencia autonómica.

Le ha dado vértigo a Feijóo y su dirección nacional del PP la opción de unas elecciones valencianas singularizadas y se ha hecho evidente que carecía de planes concretos dentro de sus propias filas para el relevo de Mazón, que ha sido más bien una caída anunciada bajo el peso de su negligencia ante la catástrofe de la dana del 29 de octubre de 2024, agravada por la montaña de mentiras con las que ha tratado de justificarse hasta el último momento. Su comparecencia en la comisión de las Corts Valencianes abundó en una actitud lamentable, atrincherado como se ha mostrado de nuevo tras un cúmulo de falsedades y medias verdades, sin responder a ninguna de las preguntas que jalonan su inexplicada ausencia en el mando de la emergencia aquella trágica jornada. Unas preguntas condensadas en la dura intervención del portavoz de Compromís, Joan Baldoví, que le lanzó: “Si estaves informat, com collons et quedares en un reservat del Ventorro?”.

Como ya hiciera al comienzo de la legislatura, el PP valenciano escenifica su pacto con la extrema derecha de Vox -Pérez Llorca era el candidato favorito de los ultras, dado que fue con él con quien negociaron entonces- mientras ambos partidos salvan a Mazón de explicar su tristemente célebre comida en El Ventorro, al montar una comparecencia en la Cámara autonómica a la que no dejaron asistir a los familiares de las víctimas de la dana (los escasos asientos de invitados fueron ocupados por una mano de cargos y asesores de Presidencia de la Generalitat) y en la que protegieron al presidente en funciones con discursos que intentaban dar una infame cobertura a sus excusas.

Como ha explicado Laura Martínez, Pérez Llorca es el candidato que quería Vox y del que recelaba Feijóo. “Es a él a quien le atribuyen el mérito del pacto exprés con Vox para la investidura tras las autonómicas de 2023, un pacto que no gustó nada en la dirección nacional de Génova. Primero, porque lo desconocían. Segundo, porque creen que esa predisposición a acercarse a los de Santiago Abascal le costó las elecciones a Alberto Núñez Feijóo”, señalaba la periodista de elDiario.es. Además, los barones del PP temen que la negociación con Vox para sustituir a Mazón les penalice en sus territorios, especialmente en Extremadura, Castillla y León y Andalucía, donde hay elecciones a la vista en diciembre, marzo y junio. Pese a ello, se vuelve a repetir el pacto con la extrema derecha que, ante la manifiesta debilidad del PP, cada vez escora más a estribor la maltrecha nave de la Generalitat Valenciana.

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