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El desenlace del aplazamiento de las Fallas pilla a Joan Ribó con el pie cambiado en la ópera

Joan Ribó, entre el concejal Carlos Galiana y la vicealcaldesa Sandra Gómez

Toni Cuquerella / Carlos Navarro Castelló

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El martes por la tarde fue una jornada de comunicaciones entre València y Madrid para resolver qué se hacía con las Fallas ante la amenaza de que sus actos multitudinarios se pudieran convertir en un foco de infección del coronavirus. En esta decisión dos eran a priori las administraciones decisivas: la Generalitat y el Ministerio de Sanidad, aunque también tenía su peso el Ayuntamiento de València, y se ha cuestionado el papel del alcalde Joan Ribó.

Poco después de las tres el ministro de Sanidad, Salvador Illa, a preguntas de los periodistas sobre si se iba a tomar la decisión de suspender las fallas, señaló que durante la tarde se estaría en contacto con la Generalitat para evaluar la situación. La sombra de la suspensión ya era muy densa sobre las fallas y se palpaba en el ambiente que no había otra salida.

Mientrastanto el alcalde de València tenía programada en su agenda oficial su asistencia a la ópera 'Il viaggio a Reims' a partir de las 20h, según el entorno de Joan Ribó no se suspendió para dar normalidad a su agenda. No obstante, ya dentro de la ópera Ribó recibió una llamada del president Ximo Puig a las 20,22h, en la que le comunicaba que se iba a tomar la decisión de suspender las Fallas en la Mesa de Coordinación Interdepartamental que estaba convocada.

A partir de aquí Ribó salió de la ópera, según se explica desde sus circulos cercanos, y reunió a su equipo de gobierno ante la importancia de la medida. En aquellos momentos Pedro Sánchez comparecía también desde la Moncloa para hablar sobre medidas del Gobierno ante el coronavirus y volvió a señalar a la coordinación con la Generalitat como solución a la medida de la suspensión de las Fallas.

En la reunión del gobierno municipal de Joan Ribó este pidió al concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, que fuese a la Mesa convocada en el Palau, una mesa que empezaba antes de las 21h con Galiana presente. Sobre si había de ser la figura del alcalde la que estuviera presente en la mesa, según las fuentes cercanas a Ribó el alcalde envió al concejal porque dijo que “yo no voy donde no me invitan”, pero sí consideró oportuno que el ayuntamiento estuviese presente en dicha reunión.

No obstante, según fuentes del Palau de la Generalitat, se afirma que Joan Ribó sí fue invitado a dicha reunión en la que estaban presentes, entre otros, además del president Ximo Puig, los vicepresidentes Mónica Oltra y Rubén Martínez Dalmau así como consellers, entre ellos la de Sanidad, Ana Barceló.

En la reunión se señala desde los próximos al alcalde que la idea inicial de la Generalitat era la suspensión, pero que Galiana fue quien propuso el aplazamiento. Entonces del Gobierno valenciano habría accedido a este aplazamiento siempre con consenso del sector fallero y también que se celebrase pasado el periodo de riesgo.

Finalmente se realizó un comunicado pasadas poco las 22h informando del aplazamiento tanto de las Fallas como de la Magdalena de Castellón, y posteriormente el president Ximo Puig compareció en rueda de prensa tras la celebracion de la mesa, explicando el aplazamiento, todavía 'sine die'.

La reacción del alcalde a este aplazamiento no se produciría hasta las 23h cuando publicó un tuit en el que aceptaba la medida señalando que se buscaría una alternativa pero que “lo primero es la seguridad de las personas”.

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