Cuando el PP se opuso a la ampliación del Puerto de València: “Preocupa el desconocido efecto sobre el futuro de la ciudad”
La expansión del Puerto de València es el ejemplo más claro de vaivenes en los discursos políticos en función de los intereses de cada momento.
Recientemente, la portavoz municipal del PP, María José Catalá, pidió abiertamente al alcalde, Joan Ribó, y al presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, que no pusieran trabas a la polémica ampliación portuaria, pese a las dudas legales que existen en cuanto a la validez de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del año 2007, sobre la que Puertos del Estado debe emitir un informe, y pese a los evidentes daños que vienen sufriendo las playas del parque natural de la Albufera por el efecto sombra del puerto.
Un discurso muy diferente al que adoptó su propio partido, también en la oposición, en 1990, cuando se estaba tramitando la ampliación portuaria sobre la playa de Natzaret, con la socialista Clementina Ródenas dirigiendo el Gobierno municipal. Entonces, el portavoz popular Martín Quirós se opuso frontalmente. “En relación a este tema hay muchas cosas que me preocupan. Me procupa, por supuesto, el posible impacto ecológico negativo sobre la costa. Me preocupa y me inquieta el desconocido efecto que la proyectada ampliación tendría sobre el futuro de la ciudad”, afirmó, tal como lo recogió La Hoja del Lunes del 24 de septiembre del mencionado año, tras una comisión de Urbanismo.
Quirós añadió que le preocupaba “especialmente la pretendida pérdida de Natzaret que la aprobación del proyecto llevaría aparejada”.
También el PSPV ha evidenciado diferentes discursos en la historia reciente. Los socialistas, con Ricard Pérez Casado primero y Clementina Ródenas después al frende del Ayuntamiento, apoyaron la ampliación sur sobre la playa de Natzaret. Más tarde, entre los años 2006 y 2007, el grupo minicipal socialista ya en la oposición, con el actual Ministro de Transportes, José Luis Ábalos, en sus filas, se opuso a la polémica ampliación norte proyectada entonces por el PP.
En un acto celebrado en 2019, el propio Casado afirmó que la ampliación del puerto sobre la playa de Natzaret fue la actuación de la que más se arrepintió como alcalde.
Ahora, el actual presidente del Puerto de València, el socialista Aurelio Martínez, es su principal valedor, a pesar de que como candidato a la alcaldía de València en 1995 prometió que se opondría a nuevas ampliaciones portuarias del tipo de la que ahora está impulsando. Y paradójicamente, es el ministro Ábalos el que tiene la última palabra sobre la viabilidad del proyecto.
En pocas semanas se conocerá si mantiene el criterio del año 2007 o si da luz verde a un proyecto que presenta muchas dudas legales y que, de salir adelante, acabará en los tribunales.
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