Cuatro falsas creencias sobre los alimentos 'light'

Foto: Megapixel

Marta Chavarrías

En el mercado, además de los alimentos tradicionales, en algunos casos también puede encontrarse su versión baja en calorías o light. Mayonesas, patatas, lácteos, bebidas refrescantes, platos preparados o mermeladas… muchos alimentos presumen en su etiquetado de información que suele atraer a los consumidores: “sin azúcar añadido”, “bajo en grasas” y mensajes similares que invitan a consumirlos pensando que es la manera más eficaz de perder peso o adelgazar. Pero, ¿realmente adelgazan este tipo de alimentos?, ¿light significa 0% de materia grasa y azúcares?, ¿son más saludables que su versión convencional?

Qué es un alimento 'light'

Un alimento light solo puede ser considerado como tal cuando “se ha reducido el contenido de uno o más nutrientes, así como efectuarse cualquier otra declaración que pueda tener el mismo significado para el consumidor, si la reducción del contenido es de, como mínimo, el 30% en comparación con un producto similar, excepto para micronutrientes, en los que será admisible una diferencia del 10% en los valores de referencia establecidos en la Directiva 90/496/CEE del Consejo, así como para el sodio, o el valor equivalente para la sal, en que será admisible una diferencia del 25%”.

Esto es lo que establece el Reglamento 1924/2006 sobre declaraciones nutricionales y de propiedades en los alimentos. ¿Qué significa? Que los alimentos light pueden tener desde un 30% hasta un 100% menos de calorías que uno no light; un 25% menos si es sal y un 10% menos si es un micronutriente. Si bien es cierto que su aporte de calorías es, por lo general, menor respecto a los alimentos convencionales a los que imitan, ello no significa que sean adelgazantes.

En muchos casos, la reducción en el aporte energético de estos productos se hace con los hidratos de carbono y las grasas, reduciendo su cantidad o sustituyéndolos por sustancias como edulcorantes y sustitutivos de grasas, respectivamente. Por tanto, los productos que así se denominan son bajos en calorías porque se les ha reducido o eliminado una cantidad de azúcares y grasas determinada. Es decir, han sufrido una reducción o sustitución de los componentes de los productos tradicionales para conseguir que tengan una menor aportación calórica.

Las dos principales variedades de productos light son:

  • Los que contienen menos grasa: representan alimentos como la margarina, la mayonesa o productos lácteos como leche y yogures desnatados.
  • Los que contienen menos azúcares: pueden ser útiles para personas que sufren diabetes u obesidad, son bajos en calorías si usan edulcorantes no calóricos, pero si llevan fructosa (presente en miel y frutas) en lugar de sacarosa, pueden aportar la misma energía que los convencionales. En algunos casos se les añade sorbitol, un edulcorante que hace que acaben teniendo las mismas calorías.

Otro término usado como sinónimo de light es “bajo en calorías” (o “bajo valor energético”). En este caso, no puede tener más de 40 kcal/100 gramos, si es sólido, o 20 kcal/100 mililitros, en líquidos. Cuando un producto lleva esta información, no dice qué nutriente es el que se ha rebajado, ya sean grasas o hidratos de carbono o cualquier otro.

Cuatro falsas creencias sobre los alimentos 'light'

  1. Los alimentos light adelgazan:light Mentira. Aunque en algunos casos su aportación calórica es inferior a la de los alimentos que imitan, algunos contienen grasas y azúcares en cantidades significativas. Alimentos como el paté o la mayonesa son productos ricos en grasa por naturaleza, incluso en su versión light. Además, para sustituir las grasas, se añaden dosis extra de aceites vegetales hidrogenados o refinados y también azúcar, de ahí que puedan acabar teniendo más calorías. También suelen contener más grasas saturadas para compensar la falta de sabor.
  2. Los alimentos light son más saludables: No necesariamente. El hecho de que tengan menos energía no significa que sean más saludables; en algunos casos, incluso, pueden serlo menos porque contienen menos nutrientes. Es más, este alimento, si se ingiere de manera indiscriminada por pensar que no es dañino ni engorda, puede afectar el equilibrio nutricional del organismo.
  3. Un alimento light es lo mismo que uno 0,0 (0%): No es cierto. El concepto 0% puede hacer referencia a la materia grasa, los azúcares…, en algunos casos, como el tomate 0,0, significa que no lleva sal ni azúcares añadidos, aunque suelen llevar un asterisco que advierte que contiene sal y azúcares presentes de manera natural en el tomate. La ley dice que un alimento “sin azúcar” no significa 0 gramos, sino menos de 0,5 gramos de azúcar por 100 gramos de producto. Lo mismo pasa con las grasas: 0,5 gramos de grasas por 100 gramos o 100 mililitros de producto.
  4. El consumo de alimentos light es bueno: No puede afirmarse que el consumo de este tipo de productos sea ni bueno ni malo; debe tenerse en cuenta lo que se consume, y hacer una ingesta de estos alimentos prudente y controlada; pero, sobre todo, no dejar de ingerir alimentos naturales. En personas sanas no estaría justificado recurrir de manera habitual a este tipo de productos. Sí pueden considerarse adecuadas para las personas que desean controlar el aporte energético o la cantidad de grasas y azúcares en su alimentación, siempre que se tomen con moderación y sin olvidar que la mejor manera de adelgazar es llevar una dieta diseñada para ello por un experto nutricionista y con la práctica regular de ejercicio. Se puede llevar una “dieta light” sin productos light y aprovechar algunos trucos como usar platos pequeños y optar por cocción más saludables, como el hervido en lugar de las frituras.

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