Así puedes eliminar definitivamente el olor a fritura en casa después de cocinar, sin bicarbonato ni vinagre

La cocina es una de las estancias donde más suciedad se acumula de toda la casa

Beth Hernández

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Cuando realizamos una receta de cocina casera con aromas intensos, especialmente aquellas que implican freír, es inevitable pensar en cómo eliminar ese olor a fritura, que casi sin darnos cuenta termina impregnándose en la ropa, en las cortinas, en la ropa y en el ambiente de toda la casa. Y es que, aunque seas un cocinillas y disfrutes entre fogones, lidiar con los olores persistentes no es tan agradable.

Una vez terminada la faena en la cocina, es probable que hayas echado mano de alguna de las fórmulas más populares para eliminar los malos olores con dos productos básicos (y multiusos): el bicarbonato de sodio y el vinagre blanco, muy económicos, fáciles de conseguir y, sobre todo, muy eficaces. Pero no son las únicas alternativas.

El vinagre, por sí mismo, actúa como un potente neutralizador de olores. Una forma sencilla de usarlo consiste en calentar una olla con agua y añadir un vaso de vinagre blanco, al hervir durante unos minutos el vapor que se desprende ayuda a absorber y eliminar el olor a frito que hay en el ambiente. Si se prefiere un efecto más prolongado, también puede dejarse el recipiente con vinagre en la cocina durante toda la noche. En cuanto al bicarbonato, su eficacia radica en su capacidad para absorber los malos olores, basta con colocar un cuenco con bicarbonato en la encimera mientras se cocina y dejarlo actuar. De esta manera, se mantiene un ambiente más fresco y agradable.

Sin embargo, conviene recordar que estas dos opciones no son las únicas alternativas. Existen otros métodos que pueden ayudarnos a mantener la cocina libre de esos olores desagradables que se resisten a desaparecer.

Mantener la cocina libre de malos olores es bastante sencillo si seguimos algunas rutinas

Una de las acciones más comunes y también más efectivas cuando se trata de eliminar el olor a fritura es abrir las ventanas de la cocina para ventilar el ambiente en cuanto se termina de cocinar. De este modo, se genera una corriente de aire fresco que ayuda a arrastrar los vapores y los olores concentrados. Además, si dispones de una campana extractora, conviene encenderla unos instantes antes de empezar a freír y dejarla funcionando un par de minutos después de finalizar la preparación. Este sencillo gesto potencia su eficacia y evita que el olor se acumule y pase a otras estancias.

Por otro lado, un truco muy práctico para mantener las rejillas de la campana extractora en buen estado y, al mismo tiempo mejorar su rendimiento, consiste en colocar filtros de papel en este electrodoméstico. Este pequeño detalle actúa como barrera, impidiendo que la grasa se adhiera directamente al metal. Así, pasadas unas dos semanas basta con retirar la rejilla, pasarle un trapo con jabón y agua y desechar el papel impregnado de grasa. Esta sencilla rutina permite a las rejillas mantenerse limpias durante más tiempo y el aparato podrá seguir funcionando con la máxima eficacia.

Otros métodos

Los cítricos pueden ser una gran aliado contra los malos olores que se generan al cocinar, en especial cuando se trata de frituras

Ahora bien, más allá del bicarbonato o el vinagre, existe otro método natural y aromático. Es hervir agua con cítricos y especias. Estos ingredientes, tan habituales en nuestra despensa, se convierten en aliados perfectos contra los malos olores. Para aplicarlo, solo necesitas un cazo con agua al que añadiremos unas rodajas de limón o naranja, junto con una ramita de canela, de clavo o de laurel. A medida que el agua va hirviendo, el vapor que se desprende llena la cocina de un aroma fresco y neutraliza los olores a fritura.

Otra alternativa muy sencilla consiste en preparar un recipiente también con agua hirviendo y añadir un manojo de perejil fresco. Muy útil incluso cuando lo que estamos cocinando es pescado o marisco.

Asimismo, otra fruta que puede servirnos como una excelente aliada es la manzana. Existen dos maneras muy prácticas de emplearla. En primer lugar, podemos cortarlas en rodajas y colocarlas en un plato, situándolo cerca de la sartén donde vayamos a freír o sobre la encimera. La manzana actúa como un absorbente natural. Lo ideal es dejarla actuar durante cinco o seis horas para obtener mejores resultados.

Conviene hacer una limpieza a fondo de la cocina al menos una vez al mes

Por otro lado, también es posible cortar la manzana en rodajas y hervirla en una olla con un poco de agua, dejándola destapada durante unos minutos. Verás cómo el vapor aromático que desprende comienza a neutralizar el olor. Este truco resulta especialmente útil después de cocinar, y es igualmente efectivo para combatir los olores fuertes, como los del ajo o el pescado.

Otra alternativa muy práctica y rápida consiste en aplicar el remedio directamente en la zona de la cocción, basta con añadir aproximadamente una cucharadita de zumo de limón al aceite antes de encender el fuego. Este sencillo gesto ayuda a reducir notablemente el olor que se genera durante la fritura.

Por último, no está de más recordar que la limpieza profunda de la cocina es clave para evitar que los malos olores se acumulen. Se recomienda realizarla al menos una vez al mes, y cada tres o seis meses hacer una limpieza más a fondo. Para ello, basta con preparar una mezcla de agua caliente con detergente para platos o jabón neutro. Con un paño humedecido en esta solución podremos limpiar las puertas, los interiores de los armarios y las superficies como la vitrocerámica o la cocina de gas. En el caso de las vitrocerámicas, es útil aplicar un buen chorro de la mezcla, y con ayuda de una cuchilla, retirar el exceso de grasa adherida. Finalmente, se pasa un trapo limpio y la superficie quedará reluciente y sin restos.

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