Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Una denuncia de la extrema derecha lleva al límite al Gobierno de Sánchez
Crónica - El día que Sánchez se declaró humano. Por Esther Palomera
Opinión - El presidente Sánchez no puede ceder
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Andrés Trapiello: “Don Quijote está plenamente vigente entre nosotros”

Andrés Trapiello: "Don Quijote está plenamente vigente entre nosotros"

EFE

Sevilla —

0

El escritor Andrés Trapiello ha afirmado hoy que el personaje de don Quijote creado por Miguel de Cervantes está “plenamente vigente entre nosotros” y ha reivindicado a “un hombre que está siempre en la causa justa pero en el peor momento y, por lo tanto, siempre va a llevar las de perder”.

Trapiello (Manzaneda de Torío, León, 1953) ha presentado hoy en Sevilla su novela “El final de Sancho Panza y otras suertes”, segunda parte de “Al morir don Quijote”, que publicó hace diez años movido por “el ejemplo de Miguel de Cervantes de decirnos que la realidad y la ficción son parte de un mismo todo, que es la vida”.

Asumió el reto de escribir la continuación de la obra “allí donde Cervantes lo dejó” y sabiendo además que el autor “lanzó una maldición” en la segunda parte y mató a don Quijote, porque no quería que nadie más “lo volviera a sacar en procesión”, pero cometió el “descuido” de dejar vivos a los demás personajes.

Descuido que ha aprovechado Trapiello para contar en “El final de Sancho Panza y otras suertes” la búsqueda de fortuna en las Indias del fiel escudero de don Quijote, su sobrina, el ama y el bachiller Sansón Carrasco.

Unos personajes que “hacen justicia poética al propio Cervantes, quien, si hubiera ido como quería de contable a Cartagena, se hubiera dedicado a ganar dinero y no habría escrito 'El Quijote'”.

Para continuar las vidas de estos personajes, ha reflexionado el autor, se podía hacer “una especie de atentado por rencor a Cervantes, como hizo Avellaneda, o un homenaje a él y una reafirmación de que 'El Quijote' es un libro que está vivo desde hace 400 años”.

El ganador del premio de novela Fundación José Manuel Lara en 2005 con la primera parte de esta novela ha intentado “extender los ideales del Quijote, de libertad, de cierta anarquía, de un hombre que está siempre en la causa justa pero en el peor momento, y por tanto siempre va a llevar las de perder, porque defender la libertad y la igualdad siempre se da en el peor momento”.

“'El Quijote' está plenamente vigente entre nosotros, y hay causas perdidas que no deberían ser perdidas, porque son buenas causas, y no hay personajes más buenos que aquellos que deciden realmente hacer el bien, a despecho de cierta literaturalización del mal”, ha argumentado Trapiello.

Trapiello hace en su obra que todos los personajes “sigan hablando exactamente en la misma tesitura y abundando en el mismo espíritu que Cervantes”.

“Con la mayor humildad, porque aquí no hay comparación posible”, ha enfatizado el escritor leonés, que ha reconocido que su mayor “inquietud” era “salir a la palestra literaria con una continuación de 'El Quijote', porque la gente podría pensar que es ”idiota, ingenuo, tremendamente vanidoso o un iluso“.

Trapiello ha desvelado que el “mejor elogio” que le han podido hacer es que hay lectores que, cuando han terminado su novela, “han sentido ganas de irse al 'Quijote' original”, lo que le ha dado “la mayor de las alegrías”. “En ese libro está la respuesta a casi todos los problemas de la idiosincrasia española: está la tolerancia, el buen humor, el comprender al que no tiene razón”, ha añadido.

Tras defender que su obra “no está hecha en broma” y explicar que ha pasado 15 años “metido en documentos cervantinos” y en tratados sobre la Sevilla de los siglos XVI y XVII -ciudad “muy cervantina” donde transcurre parte de la novela-, Trapiello ha desgranado que el único problema que tuvo al escribirla fue que “no sabía cómo matar a alguno de los personajes y no quería una novela de 700 páginas”.

Etiquetas
stats