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Las autoras perdieron presencia en las librerías en 2022

Librería

Peio H. Riaño

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En 2022 los autores volvieron a crecer en todas las disciplinas del sector editorial. La presencia de los hombres fue apabullante en dos géneros sobre el resto: en el de las ciencias sociales y humanidades, y en la creación literaria. La no ficción y la ficción son campos de autores, según los datos de la Estadística de la Edición Española de Libros que acaba de hacer pública el Ministerio de Cultura.

El año 2022 fue un retroceso para las autoras en las librerías porque sumaron 16.157 títulos en papel, casi 800 menos que 2021. Los autores firmaron 27.980 títulos en papel. En el balance histórico, las autoras superan por poco el 26% de los títulos publicados en papel y puestos a la venta en estos comercios. Los autores sobrepasan el 45%. El 29% restante es ocupado por instituciones o entidades. Si incluimos todos los soportes en la ecuación, la desigualdad sigue creciendo porque ellas pierden una décima porcentual en 2022 y se sitúan en el 37,8% (24.885 títulos). Ellos representaron el 62% de los libros inscritos en el ISBN, es decir, 40.809.

Este escenario contrasta con los datos del Barómetro de Hábitos de Lectura, que aclara que en 2022 —como en la última década— las mujeres fueron “considerablemente más lectoras que los hombres”: el 69,9% frente al 59,5% de ellos. Más lectoras que autoras. Esta desigualdad en el producto no es tan llamativa en el empleo de la industria editorial de 2022, donde se registraron 27.600 trabajadores (el 50,7%) frente a 26.800 trabajadoras (el 49,3%).

De hecho, la desigualdad en el producto editorial queda contrastada con otro dato de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística: en 2022 hubo más “escritoras, periodistas y lingüistas” que “escritores, periodistas y lingüistas”. Fueron 35.400 hombres empleados frente a 44.500 mujeres. Hay más trabajadoras que trabajadores para cuidar el trabajo de los autores.

Las declaraciones a Laura García Higueras de Cristina Campos, finalista del Premio Planeta de aquel año, ponen contexto a las cifras. “Las mujeres de cincuenta ni somos tan feministas ni estamos tan empoderadas, porque las cuidadoras somos nosotras”, explicó la autora de Historias de mujeres casadas. La escritora propone copiar el modelo escandinavo y ampliar las bajas de maternidad a un año de duración. “Aquí son cuatro meses, que no son nada. Empezaremos a ser feministas cuando se nos iguale, porque alguien tiene que ganar el dinero”, añadió en aquella entrevista a este periódico. La necesidad de contar con unas condiciones físicas, económicas y mentales adecuadas para la creación las reclamó Virginia Woolf en 1929, en el célebre ensayo Una habitación propia.

Menos pensamiento

El pasado año las autoras publicaron el 31,3% de los libros de ensayo. Ellos, el 68,6% del total de los títulos de este género. Y la consecuencia del recorte de las obras firmadas por autoras se deja sentir en el frenazo del pensamiento en las librerías. Si en 2021 el libro de humanidades había conquistado su cima, con 24.888 títulos inscritos, en 2022 la cifra se desplomó hasta los 21.352. Una caída del 14,2%. Las investigaciones exigen tiempos difíciles de conciliar con los cuidados. Quizá esta sea una de las razones por las que en España existan más editoras que autoras, según los datos del INE.

En la creación literaria se repite la situación: los autores fueron el 63,1% y las autoras, el 36,7%. En este campo, las mujeres publicaron 7.886 títulos, un registro récord en la serie histórica. Pero un porcentaje del total menor que en 2021, porque los autores también marcaron cifra récord de publicaciones: 13.497 títulos. Casi duplicaron a las autoras en la creación literaria.

También resultan llamativos los dos campos de los seis géneros clasificados en el registro del ISBN, en los que las autoras tienen más presencia que los autores. Ellas firman más libros infantiles y juveniles y, también, más libros de texto. Las autoras parecen más preocupadas por la infancia y la escuela que los autores. Según las cifras publicadas, el género infantil y juvenil se ha convertido en el refugio preferido de las autoras, que en 2022 publicaron 4.317 títulos, casi 200 títulos más que el año anterior, y dato récord. Es un crecimiento del 44,6% de títulos en los últimos cinco años y un reflejo de la importancia que han adquirido estos libros en los comercios. Los hombres publicaron 3.378 libros de este género; no habían puesto tanta atención antes a este tipo de producto editorial.

La industria editorial ha aumentado un 38% desde 2018 la producción de oferta en literatura infantil y juvenil. Crece más que el campo de la “creación literaria”, también imparable en los últimos cinco años: de 15.736 títulos, ha pasado a publicar 21.406 en 2022. Es un aumento del 36%.

Desaceleración de novedades

Hay otros datos interesantes como la desaceleración leve del mercado de la novedad en papel (una caída del 5,1%) y el crecimiento disparado en el resto de soportes (un aumento del 11,5%). También destaca el aumento del número de libros publicados en las lenguas oficiales del Estado, sobre todo en catalán (de 7.330 títulos en 2021 pasó en 2022 a 7.695). Los libros de lengua extranjera más traducidos fueron en inglés, con 4.664 títulos. Por otro lado, las grandes editoriales en España (que publican más de 500 títulos al año en papel) han pisado el freno y dejaron de publicar en 2022 el 21,5%. El resto del sector editorial tomó un camino opuesto y aumentaron el número de producto en las librerías. Las editoriales que más novedades producen son aquellas que publican por debajo de 100 títulos al año.

Es curioso también el crecimiento de la actividad de la industria editorial en Madrid, que ha pasado de 24.235 libros editados en 2021 a 30.211 un año después (un aumento del 24,6%). Este dato de Madrid supone el 32,6% del total de libros editados en España. Es la cifra más alta de la última década. Y contrasta con la desaceleración de la industria en Cataluña, donde se han editado 23.017 libros (el 7% menos que en 2021). En tercer lugar, Andalucía con 15.293 libros, y en cuarto lugar la Comunitat Valenciana, con 6.041 libros editados. Por otro lado, es imposible saber si el precio del libro se ha encarecido, porque el Ministerio de Cultura no ha publicado los datos relativos a este asunto.

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